Una oferta especializada y adaptada al mercado

La UNIA no ofrece grados, sino formación superior con profesores contratados para cada curso

12 feb 2017 / 21:46 h - Actualizado: 12 feb 2017 / 21:53 h.
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  • El monasterio de Santa María de las Cuevas, sede la UNIA en Sevilla. / El Correo
    El monasterio de Santa María de las Cuevas, sede la UNIA en Sevilla. / El Correo

Es muy probable que la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) tenga el campus más disperso de toda España: tiene cuatro sedes en cuatro localidades: La Rábida, Sevilla, Málaga y Baeza. Y ésa es, probablemente, la menor de sus peculiaridades.

Quien mejor las explica es su vicerrector de Comunicación, Manuel Torres: «Es una universidad pública que forma parte del sistema público andaluz de universidades, pero que tiene varias singularidades. La primera es que no tiene grados. Su oferta es sólo de posgrado, cursos de especialización, de verano y de doctorado», resume sobre una estructura que únicamente la asemeja a otra universidad en todo el territorio nacional: la Universidad Nacional Menéndez Pelayo.

La segunda peculiaridad «sorprendente e interesante» es que no tiene profesores fijos, sino que «contrata y dispone de los profesores del sistema universitario andaluz, español y mundial, cuando y para lo que le interesa».

¿Y esto por qué es importante? Pues porque «sobre todo pretendemos que nuestra oferta sea muy flexible, actual y cambiante. Al no tener en la estructura ni facultades ni profesorado, nos podemos permitir cambiar nuestra demanda en función del mercado», aclara Torres.

En el curso 2015-2016, la UNIA contó con 4.913 alumnos matriculados, 697 de ellos en Sevilla. En el mismo curso, la UNIA organizó actividades académicas que incluyen másteres –universitarios y propios–, cursos de experto, de verano, de formación jornadas, seminarios, talleres, y workshops.

Por sus aulas pasaron el curso anterior 2.242 profesores, 276 de ellos en la envidiable sede sevillana: el monasterio de Santa María de las Cuevas.

Para el ejercicio 2017, la UNIA ha aprobado un presupuesto de 15,6 millones de euros, un 9 por ciento menos que el año anterior.

El único pero que el propio vicerrector de comunicación le pone a la UNIA es el escaso conocimiento que tienen de ella «los propios universitarios del sistema andaluz. Se identifica mucho por los cursos de verano, es su seña histórica», aspecto que no tiene nada de negativo en sí mismo, pero que demuestra el camino por el que la UNIA debe transitar desde ya: «Tenemos que abrirnos. No somos la competencia de ninguna universidad andaluza. Somos una ayuda en lo que las universidades necesiten», explica, y destaca su importancia en los procesos de internacionalización, cruciales hoy para cualquier institución educativa. «Nosotros colaboramos con las universidades andaluzas en ferias por todo el mundo», cuenta, y aclara que esta labor viene dictada directamente por la Consejería de Economía y Conocimiento.

Para acabar, una última peculiaridad: el único liberado al cien por cien es el rector, Eugenio Domínguez. El resto de su equipo, como el propio Manuel Torres, continúan ejerciendo la docencia en sus universidades. En el caso de Torres, la de Córdoba.