«Es un sueño para padres y niños con necesidades especiales». Así resume Ana Gómez la nueva unidad de desarrollo infantil y atención temprana especializada que abrirá el próximo día 23 en el Hospital Victoria Eugenia. Una unidad pionera en Andalucía y que responde a dos necesidades fundamentales: la asistencia a los pequeños con trastornos o riesgos de padecerlos de manera integral y por otro a sus familias ayudándolos a conciliar gracias a un horario continuado.

Para lograr esta atención a los pequeños, de 0 a 6 años, el centro ha habilitado varias salas donde además de a nuevo se respira ilusión. La misma que transmite su coordinadora cuando muestra cada una de las estancias en las que se atenderá «física, intelectual, emocional y socialmente» a estos niños «de manera que los padres tampoco tienen que andar de un sitio para otro si tienen que llevarlos al logopeda o al fisioterapeuta». «Trabajamos la salud de los menores. La atención a tiempo es fundamental y de esta manera potenciamos sus funciones y favorecemos su integración en la sociedad de manera que cuando lleguen al colegio ya tienen superada esa fase», comenta Gómez.

En esta unidad, que tiene capacidad para atender hasta a 35 niños a la vez, la intención es que los especialistas de las distintas áreas trabajen con ellos fuera de las consultas. «Se les atenderá donde ellos se sientan más cómodos y tengan mejor ambiente. Se consigue más en las aulas que en los despachos». Las salas de logopedia, descanso o fisioterapia están llenas de juegos y colorido para explotar la creatividad y evitar que lleguen a aburrirse además de estar adaptadas para los más pequeños hasta el último detalle. Incluso en los baños donde tienen los sanitarios a su tamaño acompañados de pictogramas con explicaciones. Junto a la sala de fisioterapia, además, está la que se conoce como la «sala de los kleenex», aunque su nombre técnico es cámara de Gessel, es un espacio donde los padres pueden ver, sin ser vistos, a sus pequeños mientras realizan alguna actividad o terapia.

De esta manera, además se ayuda a las familias que encuentran un lugar donde dejar a sus hijos con «tranquilidad». «Hay casos en los que los pequeños sufren hasta 15 ataques de epilepsia diarios. Esos padres no saben qué hacer ni dónde acudir para que puedan estar atendidos mientras trabajan. En este espacio tienen la seguridad de que se encuentran, además en un centro hospitalario», relata la coordinadora.

En la unidad, además hay un horario continuado, de manera que se facilita la conciliación familiar. «Hay niños que acuden cuatro veces a la semana, otros tres, unos por la mañana, otros por la tarde... en función de lo que necesiten ellos y sus padres», cuenta Gómez quien apunta que esta unidad «única» en Andalucía brinda también acompañamiento psicológico a los padres pues «cuando en una casa llega un niño con discapacidad o algún trastorno la familia debe adaptarse al cambio».