11-S

«Vi cómo decenas de personas se arrojaban por las ventanas de las Torres Gemelas para escapar de las llamas»

Entrevista a Marian Martín Ruiz, periodista sevillana que fue testigo de los atentados del 11-S

11 sep 2021 / 09:33 h - Actualizado: 11 sep 2021 / 10:00 h.
"Comunicación","Terrorismo","Historia","Universidad de Sevilla","Entrevista","Seguridad","11-S"
  • Bomberos y personal de rescate ante los escombros de las torres del World Trade Center. / EFE
    Bomberos y personal de rescate ante los escombros de las torres del World Trade Center. / EFE

La periodista sevillana Marian Martín Ruiz fue testigo del mayor ataque terrorista de la historia de Estados Unidos, cometido hace hoy 20 años. Dos días antes de la catástrofe provocada por terroristas suicidas, estuvo en la planta 98 de una de las Torres Gemelas derribadas al estrellarse dos aviones. La entrevistada es licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad de Sevilla, ha trabajado como freelance en diversos medios, coordinando una revista especial que se creó en un diario local sevillano con motivo del primer aniversario del 11-S. También es coautora del artículo «Periodismo de catástrofes: el 11 de septiembre. Análisis de un suceso y experiencias vividas», publicado en la revista científica Ámbitos en 2003.

P- Usted comenta en su artículo de investigación sobre el 11-S que esa fecha de 2001 marcó un antes y un después en la historia contemporánea.

R- Sí, pero también ha servido de precedente para un nuevo modelo de comunicación. Sobre todo a nivel informativo, ya que la gente estaba viendo en la televisión u oyendo en la radio lo que simultáneamente estaba sucediendo. Era la primera vez que esa catástrofe se vio en directo. Algo impensable anteriormente. Cuando conocí la noticia llamé por teléfono a España e informé a mi familia de lo que estaba ocurriendo. De inmediato pusieron la televisión y curiosamente, mientras yo hablaba con mi madre, comenzó a ver las imágenes que encabezaban todos los telediarios a las 15.00 horas, y que yo, a escasos metros, aún no había visto. En ese momento pensé en la celeridad y en los cambios que la información tradicional estaba sufriendo. Sin duda, estábamos ya en otra era, en cuanto a la comunicación se refiere, y estábamos entrando, en ese mismo instante, en otra era con respecto a la situación internacional dominada por Occidente.

P- ¿Los atentados terroristas a las Torres Gemelas de Nueva York, situadas en el corazón administrativo y burocrático de Wall Street y de EE.UU., hizo que la entonces capital del mundo se convirtiera en uno de los lugares más vulnerables e impotentes del mundo?

R- Así es porque de ser un sitio seguro, se convirtió en inseguro y vulnerable. Hablar de Nueva York como integrante de esa lista negra de lugares como Colombia, Irak, Chechenia, Israel o Afganistán, donde las situaciones de riesgo se dan por doquier, hubiera sido impensable antes del 11 de septiembre de 2001. De repente, cambió totalmente la percepción. La gente tenía la sensación de que todo iba a saltar por los aires. Más adelante Estados Unidos se encargó de crear y potenciar su seguridad.

P- Hace 20 años se encontraba pasando unos días en Nueva York. Tengo entendido que visitó las Torres Gemelas días antes del ataque terrorista

R- En varias ocasiones, durante mi estancia en Nueva York, me acerqué al Word Trade Center invadida por su enorme majestuosidad. Dos días antes del fatídico día, concretamente a las 11.00 horas, me encontraba en la planta 98 de la Torre Norte. Allí visité a un amigo en su oficina, visita que aproveché para conocer un edificio que se había convertido en un símbolo de poder en la ciudad.

P- ¿Su amigo fue uno de los 2.823 que engrosaron una lista de víctimas mortales y desaparecidos?

P- De esa persona no se encontró ningún resto y se contabilizó como desaparecida. Allí trabajaban muchos miles de personas, en torno a las 40.000, en cientos de empresas en las que se movían los hilos de la economía mundial. Cuando me despedí de mi amigo, no podía imaginar que me despidiera para siempre.

P- ¿El 11 de septiembre de 2001 fue el día que tenía previsto regresar a España?

R- El 10 de septiembre de 2001 ultimé los preparativos de mi vuelta a Sevilla, ya que, a las 20.00 horas del día siguiente, mi avión partiría rumbo a París. La ciudad estaba siendo azotada por una terrible tormenta, aunque los pronósticos del tiempo para el día siguiente eran bastante alentadores: sol y temperatura agradable para la jornada del martes. Nada hacía presagiar los fatídicos y terroríficos actos que se cometerían en tan sólo unas horas.

«Vi cómo decenas de personas se arrojaban por las ventanas de las Torres Gemelas para escapar de las llamas»
Las torres del World Trade Center tras el impacto de los aviones. / EFE.

P- El 11 de septiembre de hace 20 años amaneció soleado, era su último día en la ciudad, tras un mes y medio de estancia. Curioso, ¿no?

R- Más curioso fue el hecho de que tendría que haber vuelto a España el 9 de septiembre, pero por motivos de ajustes de última hora de la agencia de viajes tuve que cambiar el vuelo para el 11 de septiembre.

P- ¿Cómo se enteró del ataque terrorista?

R- Yo me alojaba en el apartamento de una amiga, un lugar privilegiado dentro de la gran manzana porque se encontraba a una milla escasa del Worl Trade Center. El ritmo acelerado y vertiginoso de la zona económica y financiera se hacía notar en el vecindario. Desde el portal de mi edificio de veinte plantas imperaba la imagen de las Torres Gemelas, que formaban parte del perfil idílico de Nueva York y creaban un contorno único en una ciudad ahora mutilada en uno de sus extremos. Como era mi último día quise aprovechar hasta el último minuto del tiempo que me quedaba hasta ir al aeropuerto y, dispuesta a salir a la calle, sonó el teléfono a las 8:50 horas de la mañana. A escasos metros de donde me hallaba me enteré de que había sucedido un terrible accidente, un avión había chocado contra una de las Torres Gemelas.

P- Usted salió a la calle y fue testigo presencial de la horrible tragedia

R- Bajé inmediatamente a la calle y vi el terrible accidente. La torre norte estaba en llamas en su tercio superior, el humo negro invadía poco a poco todo el edificio, era impresionante. La gente estaba conmocionada ante el fatal suceso, pero guardaba la calma como podía. Comencé a acercarme a la zona, cuando de pronto, un segundo avión de grandes dimensiones se acercaba a la torre sur. A escasos metros el avión realizó un extraño viraje y se estrelló, casi atravesándola por completo, en torno a la mitad de la torre. Fue algo indescriptible. Aquello no había sido un accidente como se pensó en un principio, aquello había sido un ataque. La gente comenzó a gritar, a correr, nadie podía creer lo que estaba sucediendo.

P- ¿Cuál fue su reacción?

R- Mi reacción fue una situación donde la adrenalina te consume y no sabes bien qué hacer o dejar de hacer. En la calle nos íbamos enterando de lo que pasaba por las radios de los taxis y otros coches, las radios de los comercios y los improvisados altavoces en los que se habían convertido las televisiones expuestas en las tiendas. A medida que iba caminado por la calle y vi venir el segundo avión, impactando en la torre fue cuando me dije: 'Esto no es un accidente, es un atentado puro y duro'.

P- El caos sería impresionante. ¿Sintió pánico al derrumbarse la segunda torre y temblar la tierra bajo sus pies?

R- Sí, cuando colapsaron las torres yo me pregunté: '¿Qué será lo siguiente?', '¿Bombardearán la isla?'. Todo estaba lleno de policías y bomberos, los dos edificios se convirtieron en una trampa mortal. Lo único por lo que me sentí más aliviada fue el encontrarme sola, sabiendo que mi familia estaba a salvo en España y sólo tenía que cuidar de mí.

«Vi cómo decenas de personas se arrojaban por las ventanas de las Torres Gemelas para escapar de las llamas»
Marian Martín Ruiz en Nueva York.

P- ¿Pudo ver cómo las personas que trabajaban en las Torres Gemelas se tiraban desde las ventanas?

R- Vi como decenas de personas se arrojaban por las ventanas de los enormes edificios para escapar de las llamas. Son imágenes difíciles de olvidar y también me impactaron los olores a quemado y a muerte que emanaban de la zona.

P- ¿Tras el atentado como respondió la gente?

R- Se fomentó mucho la solidaridad y había largas colas para las donaciones. La gente respondió de forma patriótica. Me impresionó mucho contemplar a las personas buscando a sus familiares y me preguntaban si sabía algo; llevaban pancartas y fotos de sus hijos o amigos y te paraban para que los identificaras. También se hicieron muchas vigilias.

P- ¿Recuerda alguna anécdota o hecho significativo?

R- Ver a las personas que no podían regresar a sus casas era impresionante, era como un éxodo en una ciudad tan grande y caótica. El metro parado, los transportes también, pero la gente tenía que llegar a sus domicilios como fuera y se iban andando durante más de 5 ó 6 horas.

P- ¿Hubo algo positivo tras su experiencia vivida?

R- Sin el 11-S yo no tendría a mi hija, ya que durante mi estancia en Nueva York conocí a mi pareja y, al tenerme que quedar 13 días más hasta encontrar un vuelo de regreso, entablé una relación más profunda y se convirtió en el padre de mi niña.

P- Un total de 19 terroristas de Al-Qeda fueron capaces de provocar cerca de 3.000 muertos y miles de heridos en el país todavía considerado la primera potencia mundial. Por su parte, la CIA no detectó los ataques y los criminales lograron burlar por completo los servicios de inteligencia norteamericanos. ¿Cree en las teorías conspiratorias sobre el 11-S que cuestionan muchos puntos negros?

R- Yo no creo en estas teorías. Pienso que los terroristas que provocaron esta masacre eran unos locos, pero cualquiera sabe de dónde procedían. La verdad es que todo es muy raro, como fue el ataque al Pentágono donde apenas existen imágenes. Tampoco hay imágenes de los muertos.