Salud

Adiós al mosquito en la habitación: el método japonés que los destierra para siempre

Se acabó rascarse, tener la piel llena de hinchazones y rojeces, llevar repelentes y cremas para después de las picaduras

Fotograma extraído de un vídeo que muestra un mosquito 'Aedes aegypti'

Fotograma extraído de un vídeo que muestra un mosquito 'Aedes aegypti' / Mahatma Fong

Jorge Segura

Se acabó rascarse, tener la piel llena de hinchazones y rojeces, llevar repelentes y cremas para después de las picaduras. Parece increíble, pero la tecnología acude a nuestro rescate para hacer más agradables nuestros días y tardes al aire libre.

Mosquitos, insectos, avispas, ácaros, arañas y parásitos son nuestros peores enemigos siempre que frecuentamos lugares en el verde o bajo un cielo estrellado. Las molestas hinchazones duras y calientes y los picores intensos desaparecerán con estos remedios que poca gente conoce. Comprar sprays, sticks y cremas puede resultar realmente caro a la larga y resulta tedioso tener que llevar todos estos ungüentos en el bolso.

El principal objetivo de todos nosotros es que los mosquitos y otros insectos no se acerquen, por eso preferimos los repelentes. Sin embargo, a menudo no son suficientes y nos convertimos en el blanco de constantes picaduras.

Existen artilugios tecnológicos que solucionan el problema por unos pocos euros. Se trata de dispositivos que alivian las molestias causadas por la picadura mediante calor y no utilizan productos químicos.

Algunos ejemplos son el Beurer Afterpuncture BR60, que cuesta unos 25 euros, o el Zap-It, que cuesta unos 7 euros. Estas herramientas son de pequeño tamaño y, por tanto, fáciles de transportar.

Otros generan impulsos eléctricos que evitan que la picadura se hinche y pique, como Zanza-click. Heat-it también es ingenioso. Lo conectas a tu smartphone y elimina los síntomas de la picadura con calor. No necesita pilas, porque se recarga con el móvil, y puede usarse incluso con niños.

Otros gadgets funcionan con ultrasonidos y sirven para ahuyentar insectos y evitar que nos piquen.

El método japonés para evitar los mosquitos

Los japoneses cuentan con un sistema que destierra a los indeseables mosquitos de nuestro higar para siempre. Un insecticida en espiral, coloquialmente llamado espiral, es un incienso repelente de insectos; posee la típica forma de espiral que le da su nombre, y por lo general está compuesto de una pasta seca de polvo de piretro. El rollo o bobina se sostiene por la parte del centro de la espiral, quedando de este modo suspendido en el aire, permitiendo de esta manera una traza continua. La brasa normalmente empieza en el cabo exterior de la espiral y lentamente se propaga hacia el centro, expulsando el humo repelente de mosquitos. Un insecticida en espiral típico puede medir alrededor 15 cm de diámetro y dura alrededor de 7 a 12 horas.

Los repelentes en espiral son ampliamente utilizados en Asia, África, Australia y América del Sur. En aquel tiempo en Japón, el piretro en polvo era mezclado con aserrín y quemado para repeler mosquitos. En un comienzo Ueyama usaba palitos de incienso mezclados con almidón en polvo, cáscara seca pulverizada de naranja y polvo de piretro, el cual tardaba unos 40 minutos en consumirse. En 1895, su mujer Yuki propuso hacer los palos más gruesos y más largos, y rizados en espirales, para hacerlos durar más tiempo. En 1902, después de una serie de pruebas y errores, consiguió el efecto de incienso quemado en forma espiral. El método comprendía el cortado de un conjunto de barras gruesas a una longitud determinada para luego enrollarlas manualmente. Este método se utilizó hasta 1957, cuándo la producción en masa se hizo posible a través de la extrusión a máquina. Después de la Segunda Guerra Mundial, su compañía, Dainihon Jochugiku Co. Ltd, estableció una joint-venture en varios países, incluyendo China y Tailandia, para producir productos repelentes de mosquitos diseñados para funcionar en las condiciones ambientales locales.

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