SALUD CANINA

Estos son los hábitos para evitar un golpe de calor a tu perro

Los expertos alertan que más del 50% de los perros que llegan a un veterinario por una insolación no consiguen sobrevivir

Fijarse en el tipo de salivación y en el ritmo de respiración es clave para anticiparse a un episodio producido por las altas temperaturas

Un amo da de beber en una fuente a su perro en la calle. / JUAN CARLOS CARDENAS

El Correo

Las altas temperaturas que están llegando a Andalucía no dan tregua a nadie. Tampoco a los animales. Por ello, es esencial entender cuáles son los hábitos y rutinas más importantes para evitar que los perros sufran un golpe de calor, una afección que en muchas ocasiones puede llegar a ser irreversible.

En primer lugar, los propietarios de perros deben estar extremadamente atentos a los signos de una posible insolación en sus mascotas. De esta forma, se puede evitar llegar a una situación complicada, por lo que la total responsabilidad es del amo.

Tanto es así que en 2021 la Universidad de Notthingham Trent, junto con la colaboración del Royal Veterinary College, publicó un nuevo estudio en el que se confirma que más del 50% de los perros que entran en una clínica veterinaria por padecer signos propios de un golpe de calor, no consiguen salir con vida. Un problema que puede ser difícil de detectar para muchos propietarios de perros, ya que estos animales no sudan. Sin embargo, existen dos factores que sí pueden ayudar a percibir si el animal está sufriendo algún tipo de alteración por culpa del sol.

Atención en los cambios respiratorios

Es de vital importancia fijarse en los cambios respiratorios de los perros, así como en el letargo y jadeo, la típica respiración rápida de los perros, ya que el estudio de esta universidad británica asegura que son los principales signos más comunes de insolación.

Cómo evitar un golpe de calor a tu perro / Kai Försterling

Por otra parte, cuando un perro presenta síntomas de cansancio o cambios radicales de comportamiento, como por ejemplo que no tenga fuerzas para correr, jugar o simplemente hacer un poco de ejercicio, es una señal que de algo sucede y, por lo tanto, hay que tomar medidas. Otros signos son la alteración de la salivación y que la lengua y la mucosa sean azules.

Cabe destacar que los perros, a diferencia de los humanos, no sudan y, por ende, es muy difícil detectar síntomas visibles que puedan expresar su calor. Sin embargo, además del jadeo, los cojinetes de los pies también delatan la situación del perro, ya que pueden sudar por esa zona. Las partes de su cuerpo que tengan poco pelo, como es el abdomen, también identifican el sudor del animal.

Los plantillas de los pies delatan la situación del perro, ya que pueden sudar por esa zona.

Tal como explica el consorcio de hospitales de urgencias veterinarias Survet, un golpe de calor en perros puede elevar su temperatura corporal hasta 42ºC siendo la temperatura media normal la de 38 a 39ºC.

Trucos para anticiparse a una insolación

Aunque pueda parecer un hábito muy evidente, es esencial dejar que el perro siempre tenga acceso a agua fresca. Con especial énfasis hacia los perros de edad avanzada, ya que muchas veces pueden incluso olvidarse de beber y, por lo tanto, sufrir deshidratación. Asimismo, asegurarse que los animales tienen espacios amplios y ventilados con sombra, para que puedan escapar de los rayos de sol. La comida debe programarse, puesto que se recomienda dar de comer a primer y última hora del día, especialmente en horas de mucho calor o después de pasear, que debe ser a primera o última hora del día, evitando las horas calurosas.

Un perro en una actividad al aire libre disfrutando del agua de una cascada. / Balazs Mohai

Son meses que es mejor dejar que los perros descansen, esquivando que hagan ejercicio intenso. Por último, aunque parezca algo propio del sentido común, es indispensable no dejar jamás a los perros dentro del coche.

¿Cómo afecta el sol a los perros?

Entre las principales consecuencias a las que se exponen los animales los problemas vasculares, las hemorragias, la insuficiencia respiratoria, las complicaciones neurológicas y un edema cerebral son las más comunes y peligrosas.

Pero eso no es todo, también hay complicaciones secundarias que pueden producirse fruto de una insolación y entre las cuales destacan problemas renales, debido a la hipotensión secundaria, problemas neurológicos por daño al sistema nervioso, complicaciones vasculares, infecciones sistémicas, problemas hepáticos procedentes de la destrucción de los hepatocitos y dificultades cardíacas.

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Ante esta situación, prevenir es proteger y anticiparse a cualquier tipo de susto totalmente evitable, por lo que es importante prestar mucha atención al comportamiento de las mascotas en los próximos meses.

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