Calor

Esta es la hora en la que hay que bajar la persiana para que no entre el calor en casa

Recomendaciones para bajar las persianas en casa y evitar el calor: una medida para mejorar la eficiencia energética

Cartagena estará en aviso amarillo por calor este miércoles.

Cartagena estará en aviso amarillo por calor este miércoles. / AYUNTAMIENTO DE CARTAGENA

El Correo

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Con el incremento de las temperaturas durante los meses de verano, algunas administraciones locales y expertos en eficiencia energética están promoviendo nuevas recomendaciones sobre la hora adecuada para bajar las persianas en los hogares. Esta medida tiene como objetivo principal reducir el calor que entra en las viviendas, contribuyendo a mantener una temperatura interior más fresca y a ahorrar en el consumo de energía.

Ante la duda de si abrir o cerrar las ventanas para refrescar nuestro hogar, los expertos tienen claro que durante las horas centrales del día debemos mantener cerradas las ventanas y también bajar las persianas para evitar que el calor se cuele en casa, sobre todo las de aquellas estancias en las que el sol incide directamente.

Pero, por otro lado, se deben reabrir las ventanas en determinados momentos. A partir de las primeras horas de la noche, cuando el sol haya caído por completo y hasta que vuelva a aparecer a la mañana siguiente, es aconsejable dejar que corra el aire, pues las temperaturas descienden considerablemente. Además, en muchas zonas se forma brisa por las noches aunque el día haya sido caluroso.

¿Cuál es la mejor hora para bajar las persianas?

Los especialistas aconsejan bajar las persianas de las ventanas que dan al sol directo a partir de las 10:00 de la mañana y mantenerlas así hasta las 20:00 horas. Este horario coincide con las horas de mayor radiación solar, cuando los rayos del sol son más intensos y pueden elevar significativamente la temperatura en el interior de las viviendas.

Al bajar las persianas durante estas horas, se evita que el calor se acumule en el hogar, lo que reduce la necesidad de usar aparatos de aire acondicionado o ventiladores, ayudando así a disminuir el consumo de energía y las emisiones de CO2.

La implementación de esta práctica no solo mejora la confortabilidad en los hogares, sino que también contribuye a una mayor eficiencia energética, lo que se traduce en un ahorro en las facturas de electricidad. Además, al reducir la dependencia de sistemas de refrigeración, se minimiza el impacto ambiental, alineándose con las políticas de sostenibilidad.