La revolución verde de Alsa: hacia una flota cero emisiones

La compañía de movilidad ha fijado una serie de compromisos medioambientales orientados a conseguir la descarbonización del transporte, que entroncan con su contribución a los ODS.

Alsa

La compañía está desarrollando el proyecto “Alsa tecnologías alternativas”, basado en la reducción de emisiones verificadas, mediante la renovación de vehículos convencionales por otros de tecnologías alternativas. De este modo, Alsa está llevando a cabo una renovación gradual de su flota, con el objetivo de descarbonizar el transporte, en una clara apuesta por aquellas opciones viables que utilizan tecnologías más limpias y más eficientes, en lo que se refiere al empleo del combustible. Entran dentro de esa categoría los vehículos eléctricos, de hidrógeno, los híbridos y todos aquellos que emplean combustibles alternativos cero emisiones netas.

Mediante el empleo de este tipo de vehículos, junto al ineludible fomento del transporte público, es posible progresar a la hora de cumplir con los objetivos y compromisos de la descarbonización, al reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI). En el año 2023, la compañía incorporó un total de 151 nuevos vehículos de propulsión alternativa ECO o CERO emisiones.

Una flota reflejo de las energías alternativas

A lo largo del año 2023, Alsa ha incorporado 91 autobuses eléctricos, de modo que su flota 100% Cero Emisiones asciende ya a 128 vehículos. El porcentaje de su flota con propulsión alternativa en España en servicios urbanos y metropolitanos alcanza ya el 33,8%. Lisboa, Bilbao y Ginebra lideran el ranking de número de vehículos eléctricos de la compañía, con 44, 22 y 20 unidades respectivamente.

Pero la implantación del vehículo eléctrico también presenta retos, como la autonomía del vehículo y los tiempos de recarga, además de las infraestructuras necesarias para poder instalar los puntos de carga, así como los permisos necesarios para la instalación y puesta en servicio de los mismos. Todos estos aspectos ralentizan su implantación.

Combustibles de cero emisiones netas

Alsa, en colaboración con Repsol, realizó en el año 2021 la primera prueba piloto en España con HVO. Se trata de un combustible sin emisiones netas, elaborado a partir de residuos orgánicos, como aceites vegetales usados, biomasa, residuos de la industria agroalimentaria o residuos forestales; y cuya ventaja radica en que el CO2 que liberan durante el uso es igual al CO2 que ha sido retirado previamente de la atmósfera por los residuos utilizados para su fabricación.

Durante el 2023 han continuado experimentando con este tipo de combustibles en Granada, Madrid y Castilla y León. Los resultados han sido positivos, e indican una gran similitud en el uso de HVO comparado con el gasóleo convencional, ya que los vehículos no necesitan ni modificaciones ni cambios de mantenimiento.

Los ensayos realizados son esperanzadores ya que demuestran que no hay diferencias significativas en el consumo ni en las emisiones de CO2 asociadas al uso de HVO en sustitución del gasóleo de origen natural. Esta opción es una de las soluciones más eficaces como combustible de transición, mientras se espera al desarrollo de otras energías alternativas, especialmente en aquellas operaciones donde el eléctrico no es una alternativa viable.

Gracias al empleo de vehículos ECO, en 2023 se ha conseguido evitar la emisión de más de 26.765 toneladas de C02. El 33,8% de la flota urbana y metropolitana operada en España ya es ECO o Cero emisiones.

La revolución del hidrógeno verde

En el año 2021, la compañía inició las pruebas con un primer prototipo de vehículo que usaba el Hidrógeno Verde como combustible, testando su funcionamiento en varias explotaciones urbanas. En el 2022, se presentó en España el primer autobús de hidrógeno en operación real, concretamente en el servicio urbano de Torrejón de Ardoz. Posteriormente, se han añadido otros modelos iguales, también en Torrejón y en Zaragoza, contando Alsa con cuatro modelos de estas características.

El empleo de este tipo de vehículos, probados en distintas condiciones climatológicas y de carga, ha demostrado que apostar por esta opción arroja prestaciones satisfactorias en relación con la autonomía y los tiempos de recarga. El objetivo es lograr la introducción del hidrógeno como alternativa real a los combustibles fósiles, y para ello, los siguientes pasos son los primeros prototipos en configuraciones metropolitanas y de largo recorrido, la implantación de infraestructuras de producción y distribución del hidrógeno y una evolución satisfactoria del coste de los vehículos.

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Demostrando su compromiso con esta opción alternativa, la compañía ha entrado en Ariema, una tecnológica especializada en hidrógeno, de modo que podrá participar activamente en el desarrollo de soluciones, en proyectos de I+D y también de despliegue, además de tener un acceso preferente a los electrolizadores de tecnología propia de Ariema.