Catástrofe y salud mental

Efectos de la DANA a largo plazo: ansiedad y depresión

"Tenemos que procurar que los niños estén en un lugar seguro, y no separarlos de sus padres", propone el psiquiatra Benedikt Amann

Dos mujeres se abrazan tras las inundaciones en Massanassa, a las afueras de Valencia.

Dos mujeres se abrazan tras las inundaciones en Massanassa, a las afueras de Valencia. / AP

Fidel Masreal

Benedikt Amann no solo es uno de los mayores expertos de Cataluña en trauma, sino que conoce muy bien la realidad de Alemania, su país de origen. Y allí en el 2021 tuvieron lugar unas lluvias torrenciales que provocaron más de 180 muertos. Han pasado tres años, y Amann, psiquiatra e investigador del Institut de Salut Mental del Hospital del Mar, señala que se están detectando todavía casos de depresión y ansiedad.

Este experto, por tanto, llama la atención sobre la necesidad de atender no solo en el corto plazo a las víctimas del desastre de la Comunitat Valenciana, sino también atender a los efectos con el paso del tiempo. Sin duda, según detalla Amann, se trata de experiencias de una dimensión extraordinaria tanto por las inundaciones, como por la situación posterior de las calles, las destrucciones de viviendas y por supuesto la pérdida de vidas humanas y la incertidumbre sobre los desaparecidos durante días

"Es un shock y la reacción natural es correr, escaparse o, también quedarse congelado ante un evento de esta magnitud", relata el psiquiatra. A partir de ahí pueden producirse las reacciones propias del estrés postraumático: recuerdos intrusivos, evitación (evitar pasar por espacios concretos o evitar a ciertas personas), la hipersensibilidad, cambios en el estado de ánimo y mayor facilidad para asustarse.

No separar los niños de sus padres

Amann llama a intensificar los mecanismos de prevención para "asegurar que realmente estas personas reciban también atención psiquiátrica", en los casos en los que se detecten síntomas de ansiedad y depresión que se conviertan en trastornos afectivos.

En el caso de los niños, Amann recomienda intentar garantizar que estén en "un lugar seguro para ellos" y todo el trabajo que se lleva a cabo en este sentido es, subraya, determinante, para que puedan "dormir, tener agua potable, y estar con sus padres o cuidadores". "Es importante -subraya el psiquiatra- no separarles de sus padres, porque el apego es un vínculo seguro a nivel emocional". También se recomienda no ocultarles información para que "puedan hacer su propio proceso", porque de todas formas se enterarán de lo sucedido. "Hay que ayudarles a aceptar una situación que es muy compleja", añade.

Amann advierte que esconder la información puede provocar que los niños tengan "pensamientos todavía más catastrofistas o condiciones de culpa". Por ello, se recomienda especialmente escuchar a los niños, acompañarles emocionalmente y darles espacio para que puedan expresar sus emociones sin ser juzgados.

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