Catástrofe en Valencia

La Guardia Civil confirma a la familia la identificación de Raquel y su hijo Neizan, víctimas de la DANA en Chiva

Las pruebas han permitido identificar los cuerpos hallados en el barranco de Pelos

Jorge, Neizan y Raquel, en una imagen compartida por la familia.

Jorge, Neizan y Raquel, en una imagen compartida por la familia. / L-EMV

Candela García

La Guardia Civil ha confirmado a la familia que los dos cuerpos hallados en el barranco de Pelos, en Chiva, son los de Raquel y su hijo Neizan. La identificación positiva pone fin a una semana angustiosa de búsqueda por parte de sus familiares desde que perdieron todo contacto mientras intentaban regresar a su domicilio en la zona alta de Calicanto.

Fue ayer cuando la familia hizo un llamamiento desesperado tras más de una semana desde su desaparición y a unas horas de angustia tras la localización de los cuerpos a apenas 1 kilómetro de donde se encontró el cuerpo del padre, Jorge Garrido, el pasado 1 de noviembre.

Hasta esta mañana, la Guardia Civil no ha podido confirmar la identidad de Raquel y Neizan mediante el cotejo de las huellas.

"Nunca llegó nadie"

La desaparición de Jorge, Raquel y Neizan ha sido una verdadera pesadilla para su familia. Yolanda, hermana de Jorge, protagonizó un arduo trabajo de reconstrucción del camino que tomó el coche de la familia para intentar localizarlos. La pareja fue a recoger al pequeño a su colegio en Aldaia. "Hicieron vida normal, no teníamos ningún aviso de peligro, nadie nos alertó de que no lleváramos a los niños a clase", afirma. La familia vivía en Calicanto, en la zona de Viveros (Godelleta). "La tromba de agua les sorprendió a cinco minutos de casa", apunta. Allí, les esperaba su hija mayor Selena, de 22 años: "Nunca llegó nadie".

Tras el paso de la DANA, la zona quedó incomunicada. "Al principio pensamos que no tenían cobertura", añade. Al seguir sin poder contactar con ellos, empezaron la búsqueda por su cuenta. "Ha sido una pesadilla", admite. Acudiendo a preguntar al colegio, andando por las mismas carreteras que ellos podrían haber transitado, preguntando en hospitales. Finalmente, los amigos de Jorge se unieron para hacer una batida por el barranco, y allí lo encontraron. También el coche. "Estaba visible. No tuvieron que hacer una gran labor. Si los profesionales hubieran pasado antes a rastrear lo hubiesen visto", dice.

El miércoles pudieron despedirse de él y darle sepultura. "Jorge era una persona divertida, siempre hacía bromas. Estaba loquito por su hijo. Tenía mucho coraje. Cientos de amigos, que han estado ahí hasta después de su muerte. En el entierro sentimos mucho calor", narra.

Al sufrimiento por la pérdida de una persona querida se suma, además, la incertidumbre. "Necesitábamos información. Mis padres, mi novio y yo fuimos a la Ciudad de la Justicia, a la Feria de Muestras. Nos dijeron que no recibían a nadie", narra. Ayer se enteraron a través de una noticia publicada de que habían hallado el cuerpo de un niño en el barranco. "Las autoridades no se han puesto en contacto con nosotros", denuncia.

También que ningún gobierno o administración ha contactado con ellos. "Necesitamos apoyo psicológico para las familias que estamos sufriendo esto, somos cientos de personas las que nos sentimos desamparados", subraya. Ella todavía sigue en "shock". "No quiero que nos traten como un número más, necesitamos seguimiento y apoyo", insiste.

También critica que se haya politizado la tragedia. "Ahora no es el momento de buscar culpables, sino de encontrar soluciones. Sobre todo para encontrar a las personas desaparecidas y que las familias podamos descansar. Una vez pase todo esto sí me gustaría saber de quién ha sido la responsabilidad", asegura.

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