DANA

Los policías que salvaron a un bebé y una embarazada en Massanassa: "No podremos olvidarlo fácilmente"

Doce agentes valencianos de paisano actuaron en la población para rescatar personas incomunicadas y localizar a desaparecidos

Estos voluntarios profesionales pertenecen a la International Police Association (IPA-CV)

Foto captada por los policías de IPA, la noche del día 30 en Massanassa

José Miguel Vigara

Un grupo de 12 agentes valencianos de Policía Local y 2 bomberos del Consorcio Provincial de València actuaron de paisano y por propia iniciativa en la noche del 30 de octubre, -el día siguiente a que el desbordamiento del Barranc del Poyo inundase Massanassa y arrasase el pueblo-, en diversas tareas humanitarias para rescatar personas, buscar desaparecidos y hacer llegar medicamentos a mayores que necesitaban insulina y otras medicinas. 

Ante la gravedad del desastre natural que se produjo en esta localidad, uno de estos agentes decidió formar esta expedición que actuó a las órdenes del jefe de Massanassa, que se encargó de dirigirlos sobre el terreno. Lo hicieron sin uniforme ni ninguna clase de distintivo oficial, con linternas y navajas. Y accedieron a la población en sus propios vehículos. 

A resultas del trabajo desarrollado por esta patrulla de voluntarios profesionales, estos policías lograron rescatar a un bebé de cinco días y su joven madre, que no podían salir de su casa porque la calle estaba impracticable y llena de coches, barro y escombros. En este caso, estos ángeles de la guarda consiguieron acceder a am bos y los trasladaron a la salida de la CV400 para llevarlos con sus familiares. También pusieron a salvo a una mujer embarazada; y a una familia con un niño pequeño y su perro. 

Al menos 10 de estos policías pertenecen a la sección de la Comunitat Valenciana de IPA, la International Police Association, que agrupa a agentes de diversos cuerpos de todo el mundo. Portaban chalecos identificativos de IPA-CV.

"El escenario era dantesco"

"El escenario que encontramos aquella noche era tan dramático y dantesco que no podremos olvidarlo fácilmente -explica uno de estos agentes- lo que nos encontramos. Accedimos a Massanassa, a las 21,45 horas del día 31; y todo estaba cubierto de barro, charcos de agua, escombros, coches amontonados en las calles que habían sido arrastrados por la riada y muebles y mobiliario urbano". "No había luz ni agua -recuerda- así que entramos en plantas bajas, viviendas y calles con linternas, y allá donde pudimos, con una furgoneta municipal". La calzada y el espacio público estaba intransitable y no se podía circular por muchas vías. 

Todo estaba destrozado. De hecho, los tres coches de la Policía Local de Massanasa se perdieron arrastrados por la barrancada. Su presencia permitió a sus compañeros del pueblo irse a descansar unas horas a casa ya que llevaban sin dormir prácticamente 24 horas. 

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Búsqueda de supervivientes

Además de sacar a estas personas que estaban incomunicadas en sus hogares, también entraron en aparcamientos subterráneos y viviendas ubicadas a pie de calle para buscar a desaparecidos y posibles heridos. También efectuaron repartos de insulina y de otros medicamentos a personas mayores y pacientes crónicos que estaban en sus casas totalmente incomunicados y que necesitaban la medicación ya. Igualmente, otra actuación que realizaron fue acompañar a efectivos de la UME que se desplazaron al túnel que une Massanassa con Alfafar para iniciar los primeros trabajo de limpieza y desescombro de este subterráneo. "Las calles de Massanassa eran un gran túnel negro y oscuro con coches y escombros a ambos lados. De hecho, las calles parecían el escenario de una guerra y había multitud de negocios y casas semiderruidas y derrumbadas», relata este testigo. "Con las linternas -apunta- fuimos buscando dentro de los coches y de los garajes por si habían quedado personas atrapadas». En definitiva, fue una noche «durísima que esperamos que nunca tengamos que volver a revivir". 

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