Los reyes visitan por sorpresa Catarroja, el Palmar, Picanya y Alaquàs

Nada hacía presagiar que el día de la lotería del Gordo de la Navidad traería otra sorpresa a l'Horta Sud. Los reyes, Felipe y Letizia, acompañados por la princesa Leonor y la infanta Sofía, han visitado Catarroja, el Palmar, Picanya y Alaquàs, para sorpresa de todos y todas en el domingo anterior a la Navidad. Esta es la cuarta visita que realizan a la provincia de Valencia desde que la riada del 29 de octubre destrozara municipios de tres comarcas valencianas. Lo dijeron en Utiel y todo indica que lo están cumpliendo: "Hay que estar con ellos, manteniendo la ayuda y el apoyo", señalaron en su recorrido de hace un mes.

Muestra de ello es la visita realizada sin convocatoria a medios de comunicación y sin que ninguna institución tuviera conocimiento de los planes reales. De hecho, la reina ha explicado a las personas presentes en Picanya que la visita era estrictamente personal, no oficial, con la intención de que la princesa Leonor y la infanta Sofía conocieran de primera mano lo que ha sucedido en la provincia de València. La familia real ha llegado con su equipo de seguridad en AVE esta mañana desde Madrid.

En Delegación de Gobierno han asegurado no tener constancia de esta visita, como tampoco la conocían en los ayuntamientos de los municipios que han visitado. La sorpresa ha sido mayúscula cuando, a la hora del aperitivo, la familia real ha hecho acto de presencia en el mercado municipal. Allí han tomado un refresco con el resto de ciudadanos en torno a las 2 de la tarde, se han dado un baño de masas y se han hecho fotografías con todos los que las pedían.

La alcaldesa de Catarroja muestra su enfado por la visita de la familia real sin avisar

Alrededor de media hora después han abandonado el pueblo y se han dirigido al Palmar, donde han almorzado en el histórico restaurante Albufera, uno de los templos de la restauración en plena plaza de la Sequiota. "Claro que te pones un poco nervioso" reconocía después el responsable del negocio, Hans Arnold, encargado del negocio.

Ahí, el rey ha preguntado al dueño por el aspecto verdaderamente importante, y grave, que sufre la población, dedicada fundamentalmente a la hostelería: la caída de clientela, engañada en la idea de que sus calles habrían estado arrasdas o que el entorno de la Albufera era un enorme basurero. Hans le ha explicado esa problemática: "Hemos puesto a mucha gente en Erte, y que vengan a hacernos una visita no puede ser mejor para nosotros". El propio Hans explica la elección de la familia real: all i pebre de degustación inicial y una Paella Albufera. "La especialidad de la casa, con pollo, conejo, pato, caracoles y alcachofas", explica.

Precisamente por el lugar en el que se encontraban, los reyes se han interesado por el estado del Parque Natural de l'Albufera, donde desemboca el Poyo y que ha tenido que desaguar debido a la acumulación de agua, lodo y arrastres que se produjo el 29 de octubre.

Cuando parecía que la visita había terminado el recorrido, la familia real se ha desplazado a Picanya, otro de los municipios en la zona cero que sufrió la riada del barranco y que, casi sesenta días después, está tratando de volver a la normalidad, aún en presencia de militares y la UME. Felipe y Letizia, junto a sus hijas, han cruzado la pasarela de que el ejército construyó por el puente que de acceso al municipio que fue arrasado por la riada. Después se han dirigido a la plaza del País Valencià, donde les esperaban centenares de personas atraídas por el boca-oído de que la familia real había llegado al municipio.

Ni Sus Majestades ni sus hijas han rechazado ninguna de las decenas de fotografías que les han pedido los vecinos: unos con Letizia, otros con Felipe y otros con las Infantas, que han permanecido juntas durante las visitas a las tres localidades de l'Horta Sud afectadas por la dana.

La última localidad que han visitado ha sido Alaquàs, donde han podido pasear por un mercado navideño y por el Castell del municipio, para sorpresa, de nuevo, de todas las personas y familias que disfrutaban de las actividades festivas este domingo por la tarde. Como ha ocurrido en Picanya minutos antes, la Familia Real ha sido despedida con aplausos y gritos de apoyo por parte de los vecinos.

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Una visita no planeada, pero intencionada

En un intento por alejarse de los focos oficiales y de los representantes políticos, los reyes han organizado este recorrido en el más estricto secreto y con el único objetivo de volver a la comarca a saludar a las personas afectadas. Tras el susto de su primera visita el 3 de noviembre en Paiporta, donde hubo altercados por su presencia y la presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el del Consell, Carlos Mazón, los reyes volvieron a Chiva y Utiel semanas más tarde, cuando el ánimo de los ciudadanos afectados ya era diferente y fueron arropados por los damnificados.

Más tarde asistieron a la misa en recuerdo de las 223 víctimas de la dana, que se celebró en la catedral de València el 9 de diciembre. Ya allí se mantuvieron al margen de los representantes públicos de todos los niveles de la adminstración, tratando de marcar la distancia en un momento sensible y de cuestionamiento hacia la gestión de la emergencia por parte del Consell y del Gobierno de España. La del domingo es la cuarta vez que se desplazan hasta la provincia de Valencia, esta vez acompañadas de la princesa Leonor y la infanta Sofía aprovechando sus vacaciones en la academia naval de Marín (Galicia) y en el colegio de Gales (Gran Bretaña).

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La alcaldesa de Catarroja no esconde su enfado

No todos se han alegrado de la visita real. La alcaldesa de Catarooja, Lorena Silvent (PSPV), no ha tardado en manifestar su enfado por no haber sido informada de que iban a visitar su municipio. En este sentido, se ha mostrado crítica por elegir la zona en la que han estado, una parte "más operativa" que, a su juicio, "aparenta una cierta normalidad que no es real", ya que considera que hay otras zonas de la localidad en las que todavían continúan trabajando un millar de efectivos del Ejército.

También el alcalde de Aldaia, Guillermo Luján, le ha pedido al Rey en Alaquàs que se acercara hasta su localidad, situada a pocos metros de allí. También el alcalde de Alaquàs, Antonio Saura, le ha sugerido a un miembro del equipo que acompañaba a la Familia Real que aprovecharan para visitar Aldaia, ya que éste municipio también había sufrido los efectos de la dana. La respuesta ha sido que en esta ocasión ya no podía ser, pero que el rey Felipe se ha comprometido a visitar todos los municipios afectados por las riadas y que así lo hará.