Narcotráfico en Barbate

«Cansados del mismo runrún de siempre»: así está Barbate una semana después de la tragedia de las narcolanchas

El pueblo que fue de Antón, el de los fardos y los busquimanos ha vuelto a ser noticia por el narcotráfico. Los barbateños están hartos de volver a vivir lo mismo e intentan lavar de nuevo la imagen de su municipio décadas después

Llegada a los juzgados de uno de los detenidos en Barbate. / Francisco J. Olmo / Europa Press

Carlos Doncel

Una narcolancha mata a dos guardias civiles e hiere a otros dos, corren vídeos donde se escucha jalear a los delincuentes, las redes sociales se llenan de odio, España entera pendiente de la tragedia. Y en mitad de todo eso, Barbate. El 9 de febrero volvieron a esta localidad gaditana las cámaras, Antón y su tigre, los busquimanos, patrullas y furgones policiales, los fardos en la orilla, los mismos estigmas de antaño. Una semana después de esta desgracia, los barbateños están cansados.

«Hemos hecho un esfuerzo enorme durante años para llevar a Barbate a lo más alto posible. La gente venía con seguridad y tranquilidad, y ahora tenemos miedo de que, por unos asesinos de fuera, se manche la imagen de un pueblo que lo único que quiere es vivir en paz», comenta Miguel Molina, alcalde de este municipio por el partido Andalucía por sí. La etiqueta de una localidad financiada por el narco que se le colgó en la década de los noventa regresó, pero los vecinos respondieron al día siguiente: «La gente de aquí es la que fue a la concentración de repulsa, la que no se conforma, la que no quiere que nuestra reputación sea dañada de nuevo por este motivo».

Familiares de los tripulantes detenidos en la salida de los juzgados. / Francisco J. Olmo / Europa Press

Embajadores en defensa de su tierra

«Lo que ocurrió supuso un golpe anímico muy grande para todos. Pero nuestra vida sigue, toca recomponerse y seguir levantándonos a las seis de la mañana como siempre», explica Antonio, hostelero local que prefiere no dar más datos personales. «No pensaba que esto fuera a volver a los medios con la fuerza que ha vuelto. Será porque la otra vez lo vivimos con un sentimiento enorme de injusticia, y quizá temamos que se repita esa pequeña pesadilla de nuevo».

En los noventa y principios de los 2000, Antonio estudiaba en la universidad. Cuando contaba que era de Barbate, todo el mundo le contestaba lo mismo: «De donde viene la droga». «Los que estábamos fuera nos sentíamos como una especie de embajadores, defendiendo nuestro pueblo a cada momento. Hoy, casi 30 años después de aquello, tengo que seguir diciendo lo mismo, por desgracia».

La cobertura mediática sobre este suceso está siendo muy intensa. Desde hace unos días, no se habla de otro tema de Barbate distinto a ese: «Los periódicos, radios y televisiones venían siempre al inicio de la campaña de la almadraba. Hace poco comenzó, pero nadie ha publicado nada al respecto», lamenta Antonio. «O del campeonato internacional de surf que se celebra este fin de semana en la playa de la Hierbabuena. Y es una pena, porque quizá le venga bien al pueblo, que está muy afectado».

Los turistas no reniegan de Barbate

Los apartamentos turísticos AReH no han notado un descenso en las reservas a causa de la tragedia. Tampoco los de Playa Barbate, con 53 estancias disponibles: «Ya tenemos un 52% de ocupación de cara al verano. De hecho en solo unas horas nos han entrado 11 solicitudes para meses como mayo, julio o agosto», afirma Francisco Rivera, gerente del establecimiento. Tampoco lo han percibido en la vecina Zahara de los Atunes, uno de los principales centros turísticos de la provincia: «Algunos clientes nos han preguntado qué ha pasado, pero no hemos tenido ninguna cancelación, y el ritmo es igual al de otros años», informan desde el hotel Antonio.

Misa fúnebre en memoria de Miguel Ángel González Gómez, el guardia civil de 39 años natural de San Fernando. / CEDIDA

«La gente no se asusta, porque la mayoría de los que vienen a Barbate son repetidores, conocen la zona y saben que no hay ningún problema. Somos gente humilde y trabajadora, abanderamos la lucha contra el narcotráfico», declara Francisco Rivera. «No debemos responder a las acusaciones ni a las mentiras, simplemente invitar a todo el mundo a que venga a nuestro pueblo y lo vea de primera mano».

El carnaval como remedio

Este fin de semana también se celebra el carnaval en Barbate. El único de los dos que se va a poder disfrutar, ya que todos los actos programados para el 10 y 11 de febrero se cancelaron tras las muertes de Miguel Ángel y David. A pesar de todo, hay ganas: «La tragedia correspondía cumplir los tres días de luto que decretó el ayuntamiento, como así se hizo. Pero ya el jueves hubo un evento clásico en la peña La Pachanga y ha sido la vez que más público he visto en toda mi vida», dice Paco Domínguez, chirigotero barbateño.

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«Estamos cansados del mismo runrún de siempre y de volver a estar en el foco mediático. Creo que el carnaval nos va a venir bien para desquitarnos de todo esto, veo a la gente con muchas ganas», cuenta Domínguez. «La única manera que tenemos de seguir adelante es contando los problemas de cada día. Como escribió Juan Carlos Aragón en su comparsa La banda del capitán veneno, ‘Dicen que pueblo que canta, pueblo que espanta sus males’, y así lo vamos a hacer nosotros».

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