Disparate viral en las Dunas de Maspalomas: en busca de 1.000 euros

Todo por un puñado de 'me gusta' y sumar nuevos seguidores en las redes sociales. Así son los tiempos que corren. Se ha hecho viral un reto de una persona que esconde dinero en un lugar público y desafía a aquellas personas que lo sigan a encontrarlos. El premio es sencillo, quedarse con los billetes. Este tipo de vídeos son los que abundan en las redes sociales. Este sábado, 24 de febrero, un acto similar ocurrió en el entorno de las Dunas de Maspalomas.

En el entorno de este paraje natural de Gran Canaria se pudo ver a multitud de personas con sachos y palas removiendo arena cavando hoyos con un único objetivo: encontrar los 1.000 euros que un influencer había escondido en el lugar tal como muestra un usuario de Instagram en un vídeo que se ha vuelto viral al compartise en las distintas redes sociales y aplicaciones de mensajería instantánea.

Esto ha provocado un gran malestar en las redes sociales donde se ha criticado esta acción y piden responsabilidades.

Atentados y multas

No es la primera vez que ocurre este tipo de actos contra esta Reserva Natural. El pasado verano, una persona grabó una gran proliferación de turistas caminando por las Dunas y para meterse en sitios recónditos, donde no puede pisar nadie por el bien de la preservación de la naturaleza. Todo ello para sacarse un selfie y poder fardar de ello en redes sociales.

La Consejería de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria puso cartas sobre el asunto. Entre enero y julio de 2023 interpuso un total de 120 sanciones por transitar y por acampar en lugares no permitidos, según informó el propio consistorio insular.

La mayoría de multas fueron de 150 euros, sobre todo llevadas a cabo por parte de turistas extranjeros y españoles como residentes, pero también se ha multado con 400 euros a productoras audiovisuales que no respetaron las condiciones de los permisos para tomar imágenes en su interior.

Reserva Natural

Las Dunas, con casi 404 hectáreas de arena, fueron declaradas espacio protegido por primera vez en el año 1987. El Gobierno de Canarias otorgó al espacio la categoría de Reserva Natural Especial siete años después, en 1994.

El impacto humano y los distintos procesos urbanísticos han modificado, desde hace varias décadas, la dinámica del viento y, por tanto, también la de las dunas deteriorando el emblemático paraje árido, el cual pierde aproximadamente 45.000 metros cúbicos de arena al año, que terminan en el fondo del mar. El desértico paisaje se ha convertido en uno de los favoritos por los turistas para disfrutar de las puestas de sol.