Violencia vicaria en Almería

El asesino chantajeó a la madre: la dejaría irse a Rumanía con las niñas si dejaba la red de acogida

Alina, la madre de las niñas asesinadas por su padre, entró en el sistema de protección en marzo de 2022 y lo abandonó un año después

La Consejería de Igualdad la define como "una víctima de extrema vulnerabilidad"

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EFE

Patricia Godino

El caso de Alina, la madre de las dos niñas asesinadas por su padre en Las Alcubillas, entre los municipios de Gérgal y Alboloduy, en Almería, es el ejemplo de libro de la máxima vulnerabilidad a la que se enfrentan las víctimas de violencia de género.

Con tan sólo 23 años, esta mujer ha sido víctima de malos tratos con una brutalidad sádica por parte de su marido, según todas las fuentes consultadas por este medio, fue acogida en 2022 en el sistema de protección de la Junta de Andalucía y, por último, fue víctima de nuevo del chantaje de su agresor.

Para conseguir sacar a sus hijas de España y regresar a Rumanía, su país, Alina accedió a abandonar la casa de acogida en la que vívía en Granada y, con ello, ignorar todos los avisos y alertas dadas por las instancias judiciales y de protección.

A falta de conocer todos los detalles de investigación, lo que tenemos es una descripción del perfil de esta víctima de la peor de las violencias machistas, la violencia vicaria: Alina es una mujer maltratada, vulnerable y sin recursos económicos, que por último residía junto a sus hijas en el pueblo de Abla, en Almería, municipio que ha decretado tres días de luto.

Alina quería regresar a su país, a Rumanía, con sus niñas y, con ello, dejar atrás una crónica continuada de palizas conocidas por el entorno del pueblo. Ella pensó que accediendo a las peticiones de su ex de salir de la casa de acogida, éste iba a permitir que ella abandonara España. No fue así.

Fuentes de la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales describen a Alina como una víctima de extrema vulnerabilidad y confirman este punto: "Al parecer, la mujer quería regresar a Rumanía y para ello necesitaba que el padre consintiese que las niñas salieran de España".

Se encontraba en el sistema VioGén, un programa policial centralizado en el Ministerio del Interior destinado al seguimiento y protección de las mujeres víctimas de violencia de género y de sus hijos en cualquier parte de España.

En marzo de 2022 entró en el sistema de acogida

En la pedanía de Albodoluy, en Abla y en el entorno eran conocidos los episodios de palizas constantes a esta mujer, entre ellos, estando embarazada de su hija menor, de 2 años, que ha sido asesinada junto a su hermana, de 4 años, por su padre, según investiga la Guardia Civil, responsable de este caso de violencia vicaria que instruye el juez. Los primeros indicios señalan un posible envenenamiento.

En marzo de 2022, la mujer y sus dos hijas ingresaron en el centro de emergencias para víctimas de violencia de género de Almería, gestionado por el Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) y después, ya en junio, fueron trasladadas a la casa de acogida de Granada donde recibieron atención psicológica, jurídica y social dentro de un plan personalizado de atención.

En marzo de 2023, la mujer solicitó de forma voluntaria su salida de los recursos de acogida del Instituto Andaluz de la Mujer. "Esta decisión no era compartida por el personal técnico de la casa, ya que la mujer y sus dos hijas llegaron en una situación de extrema vulnerabilidad", insisten fuentes de Igualdad.

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