ÉL HABÍA DENUNCIADO SU DESAPARICIÓN

La Guardia Civil encuentra el cadáver de Raquel, la mujer desaparecida en Madrid, y detiene a su marido

El hombre, simpatizante de los Hare Krishna, dijo que su mujer había ido a visitar a su madre en Griñón (Madrid). Pero su cadáver estaba dentro de su casa

Cartel con la imagen de Raquel, cuando era una mujer desaparecida.

Cartel con la imagen de Raquel, cuando era una mujer desaparecida. / SOS DESAPARECIDOS

Luis Rendueles

Luis Rendueles

Raquel se había ido a ver a su madre al pueblo de Griñón (Madrid), el 31 de agosto. Y no había vuelto a casa, en Villalbilla. Eso fue lo que su marido declaró cuando puso la denuncia por la desaparición de su esposa, una mujer de 54 años. La Guardia Civil inició entonces una investigación que ha culminado con el hallazgo del cadáver de Raquel y la detención de su marido, según ha sabido el canal de investigación y sucesos de Prensa Ibérica.

Un zulo insonorizado

El domingo pasado, agentes de la Guardia Civil entraron en la casa, una vivienda unifamiliar, donde vivía la desaparecida con su marido. Encontraron el cadáver de Raquel dentro de una habitación, una especie de zulo cerrado y totalmente insonorizado, con una cama en su interior. Tenía espuma en la boca y, cerca, varios blísters de pastillas.

El marido estaba fuera. A su regreso, cuando vio que los agentes estaban en su casa, intentó huir y fue detenido. La autopsia determinará la causa de la muerte de la mujer. Algunas señales indican que pudo intoxicarse con las pastillas. Ahora se trata de descubrir si las tomó ella por voluntad propia o se las dio el marido.

Llamadas desde el móvil

Desde que denunció la desaparición de su mujer, hace once días, el marido, un ciudadano español simpatizante de los Hare Krishna, según las fuentes consultadas por este medio, insistía en que su esposa había salido del domicilio para ir a visitar a su madre en Griñón. Los investigadores descubrieron pronto que Raquel nunca había llegado allí. También, que días después se habían realizado varias llamadas telefónicas desde su móvil en la zona de Villalbilla (un pueblo a 31 kilómetros de Madrid).

Luego encontraron el coche de la mujer a las afueras del pueblo. El pasado viernes pidieron permiso al marido para entrar en la casa y registrarla. Se negó. El domingo entraron con una orden del juez que investiga el caso. Y encontraron a Raquel, muerta.