Un conductor ebrio y drogado queda en libertad tras matar a un policía nacional

Iván Morant acababa de terminar su trabajo en los calabozos de la Inspección Central de Guardia (ICG) del complejo policial de Zapadores en Valencia, no habían transcurrido ni veinte minutos y se dirigía a su casa en Gandia, apenas le quedaban 15 kilómetros para llegar a su destino. Pero un conductor ebrio y drogado se cruzó en su camino y acabó con su vida tras arrollar por detrás la motocicleta en la que circulaba este agente de la Policía Nacional de 33 años. Su presunto homicida, un ciudadano español de 52 años, ya se encuentra en libertad con medidas cautelares.

El Juzgado de Instrucción número uno de Sueca, en funciones de guardia, acordó su puesta en libertad con medidas cautelares al no solicitar la Fiscalía una medida más gravosa como sería su ingreso en prisión provisional ya que no cumplía los requisitos para acordar dicha medida. De hecho, no se apreció riesgo de fuga, al tratarse de un ciudadano español con domicilio conocido, y tampoco tenía antecedentes. De igual modo, el conductor dio una tasa de 0,63 miligramos por litro en aire espirado en la primera, y 0,62 mg/l en la segunda, por lo que teniendo en cuenta el margen de error tampoco llegaba a la tasa de alcohol delictiva. En todo caso, el juez, a instancias de la Fiscalía, acordó apud acta por la cual el detenido deberá comparecer en sede judicial cada quince días. Además, se acordó la prohibición temporal del derecho de conducir vehículos a motor.

La causa está abierta inicialmente por un delito de homicidio por imprudencia y un delito contra la seguridad vial en su modalidad de conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas o sustancias estupefacientes. Además de la influencia del alcohol al volante, la Guardia Civil de Tráfico maneja que se produjo un despiste en la conducción.

Los hechos ocurrieron a las 23.20 horas del miércoles en el punto kilométrico 568 de la AP-7, sentido Alicante. Hasta el lugar del accidente se trasladó una ambulancia del SAMU y un Soporte Vital Básico, pero pese a los intentos por reanimar al motorista, el policía finalmente falleció como consecuencia del accidente.