GUÍAS CANINOS

Scottex, el perro premiado por la Policía que ha resuelto algunos de los crímenes más mediáticos

Encontró el cuerpo de Pablo Sierra, el joven que cayó al río Guadiana en Badajoz, y los cadáveres de los menores Ángel y Fernando en el vertedero de Toledo

Este agente K-9 es un labrador de seis años capaz de oler un cadáver a más de cien metros de distancia

Scottex, en la Unidad de Guías Caninos de la Policía Nacional, en Madrid. / SUCESOS

Vanesa Lozano

Puede oler un cadáver a más de 100 metros de distancia. Con su privilegiada nariz ha resuelto los crímenes más difíciles de esclarecer de los últimos cuatro años. Se llama Scottex, cumplirá seis años el 1 de noviembre y acaba de ser premiado por la Policía Nacional, para quien trabaja.

Este labrador al que todos conocen como Scott se ha convertido en uno de los activos más valiosos de la Unidad de Guías Caninos del Cuerpo en la especialidad de localización de restos humanos. Como sus compañeros humanos, Scottex recogerá la medalla a su trayectoria policial, junto a su guía, Manuel Cortés, en el acto que el Cuerpo celebra este miércoles en Sevilla, con motivo del Día de la Policía.

Scottex, junto a los agentes del GEO, tuvo un papel clave a la hora de encontrar el cadáver de Pablo Sierra, el joven de 21 años que había desaparecido en Badajoz el 2 de diciembre de 2021 tras salir de una discoteca y al que la policía y su familia estuvieron buscando, de manera agónica, durante 20 días.

Sumergido en el Guadiana

Después de que las pistas apuntaran a que el chico había caído de manera accidental en el Guadiana, Scottex y su guía rastrearon el río en una lancha durante días hasta que el perro encontró y ladró para marcar el punto exacto donde estaba hundido el cuerpo de Sierra, que fue rescatado por los GEO. Con su pericia, Scott arrojó luz en una extensa superficie donde el agua turbia no permitía trabajar con suficiente visibilidad a los buzos de la Policía. El trabajo conjunto de todas las unidades que intervinieron en la búsqueda logró la resolución del caso.

El agente K-9 Scottex ayudó a encontrar el cadáver de Pablo Sierra bajo las aguas del río Guadiana, en Badajoz. / SUCESOS

Apenas un mes después de resolver el caso de Pablo Sierra, el trabajo de Scottex, junto al de Policía Científica, el GOIT y la Unidad de Delitos Violentos, permitió esclarecer la desaparición de dos menores a más de 300 kilómetros de Badajoz. Eran Fernando y su primo Ángel Fernández, de 17 y 11 años. El 11 de enero de 2023, un mes después de que se les perdiera el rastro en la puerta de un supermercado de Madrid, Scott y la Unidad de Guías Caninos encontraron los restos de Ángel entre toneladas de basura del Centro de Residuos Ecoparque de Toledo. Todo ello después de que los trabajadores del mismo centro encontraran el cuerpo de su primo, Fernando.

La investigación concluyó luego que los dos menores habían viajado a Toledo para ver a una amiga de Fernando, pero llegada la noche decidieron resguardarse en el interior de un contenedor, donde habrían muerto asfixiados.

Scottex, durante la búsqueda de uno de los dos niños desaparecidos, en un vertedero de Toledo. / SUCESOS

No hay espacio, terrestre o acuático, que se le resista a Scottex. También es capaz de localizar cadáveres enterrados a gran profundidad, incluso en casos donde el asesino se había tomado muchas molestias para ocultar el cuerpo de su víctima. En una de las últimas intervenciones de Scott, en junio, la policía pudo dar con el paradero de Francisco de Pablo en una casa de campo en Aldea del Fresno (Madrid) dos años después de que este desapareciera en el distrito de Hortaleza.

Tras quitarle la vida, sus asesinos lo habían enterrado en una fosa séptica, llena de agua, a más de dos metros de profundidad, bajo el suelo de la cocina de la vivienda. Habían construido encima un tabique con ladrillos y cemento, para dificultar su localización, lo que hizo que los agentes bautizaran la intervención con el nombre de 'operación Caracol'. Fue necesaria la intervención del GOIT, el grupo de la policía especialista en localizar y abrir lugares inaccesibles, para rescatar el cadáver del desaparecido.

Scottex, durante el hallazgo bajo este suelo del cadáver de un hombre que había sido asesinado en Aldea del Fresno (Madrid). / SUCESOS

Desde 2020, cuando ingresó en la Policía, Scott ha demostrado tener "una excelente capacidad para encontrar cadáveres en cualquier escenario: búsquedas en grandes áreas, restos humanos inhumados, estructuras colapsadas y en el medio acuático", según recoges sus méritos policiales. "Es un perro seguro de sí mismo, con una enorme capacidad de concentración y resistencia. Tolera largas caminatas por el monte, lo que le hace un perro muy útil en la búsqueda de personas desaparecidas".

Scottex también está participando en las batidas para encontrar a Ana Henao, la empresaria de Miami desaparecida el pasado mes de febrero, cuando fue atacada en su piso del barrio de Salamanca, en Madrid. La mujer acababa de instalarse allí para poner distancia de su marido, del que quería divorciarse. La principal línea de investigación de la policía apunta a que el hombre, que fue detenido y está en prisión, viajó desde Serbia para secuestrarla y terminó con su vida. Tras el crimen, habría huido de España en un coche de alquiler, con el cadáver de Henao. La Policía y siete agentes del FBI peinaron varios parajes en las provincias de Guadalajara y Soria, con ayuda de Scottex, sin éxito.

En un coche y un hotel

El cuerpo de Ana Henao sigue en paradero desconocido, al igual que el de Antonio David Barroso, el niño de 15 años discapacitado de Morón de la Frontera (Sevilla) al que su madre, Macarena Díaz, confesó haber tirado a un contenedor de basura en Madrid en septiembre de 2021. Scottex ha buscado el rastro del menor en el coche en que su madre viajó con él hasta Segovia. Con ayuda de la Policía Científica, también inspeccionó la habitación del hotel de Talavera de la Reina (Toledo) donde la mujer se hospedó una noche.

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Scottex vive en la sede de la Unidad de Guías Caninos, en la Casa de Campo, arropado por sus compañeros de cuatro patas que, como él, ayudan a localizar cadáveres o trabajan en otras especialidades, como búsqueda de drogas, dinero, armas, detección de acelerantes del fuego o explosivos. Aunque su guía tiene previsto llevárselo a casa pronto para integrarlo en su familia. "El vínculo que tenemos con nuestros perros es muy fuerte, trasciende lo profesional", confiesa el Oficial Cortés. Ajeno a condecoraciones y reconocimientos, estos días Scottex solo quiere jugar con su guía y su juguete preferido: un rodillo con dos asas que no para de morder. Es su premio por su trabajo.

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