DEGRADACIÓN URBANA

Prostitución, sexo y drogas a plena luz del día en un solar del centro de Zaragoza: "Es como una peli porno"

Los vecinos del Casco Histórico de la capital aragonesa tienen imágenes de prácticas ilícitas y sexuales cometidas a plena luz del día

Una persona quemando droga antes de consumirla.

Una persona quemando droga antes de consumirla. / CEDIDA

Iván Trigo

Los vecinos del entorno de Zamoray-Pignatelli y el Gancho, en el Casco Histórico de Zaragoza, están acostumbrados, por desgracia, a presenciar peleas, broncas y todo tipo de actividades ilícitas. No obstante, hay situaciones a las que no pueden –ni deben, insisten ellos mismos– habituarse. Es el caso de los vecinos del entorno del cruce de la calle Miguel de Ara con Agustina de Aragón, a pocos metros de Conde Aranda.

En este solar, precintado por la policía pero perfectamente accesible, hay personas que acuden a consumir sustancias estupefacientes y otros que practican sexo a plena luz del día a la vista de los residentes de la zona. Este diario ha tenido acceso a unas imágenes grabadas por los propios vecinos y que están circulando por los grupos de WhatsApp de los residentes del barrio que demuestran los problemas de salubridad, convivencia y sociales a los que se enfrentan. En varios de estos vídeos se puede observar a personas realizando sexo muy explícito durante el día sin importarles que haya muchas ventanas desde las que es visible este solar.

«Es como una peli porno», lamentan los propios vecinos, que critican que tengan que ser testigos involuntarios de estos hechos. El solar estaba antes ocupado por un edificio que se quemó en 2022 y que tuvo que derribarse tras ser desalojado previamente.

Dos personas practicando sexo en un solar a la vista de todos los vecinos.

Dos personas practicando sexo en un solar a la vista de todos los vecinos. / CEDIDA

En las imágenes se puede contemplar perfectamente como se practican felaciones y otro tipo de prácticas sexuales –la mayoría pagadas– sin ningún tipo de pudor. La prostitución y la explotación sexual de mujeres están a la orden del día.

También hay vídeos en los que se puede ver a personas consumiendo drogas a plena luz del día en este solar. Jóvenes quemando heroína o camellos trapicheando son una constante ante los ojos de los vecinos de estas calles, muchos de ellos menores.

El solar tiene una tapia y una puerta que, presuntamente, impide acceder. Incluso hay un precinto de la Policía Local. Pero basta con empujar levemente el cerramiento para poder entrar. La parcela está llena de basura, preservativos e incluso jeringuillas. «Hemos avisado mil veces, pero ya ves. Se puede entrar perfectamente», dicen los vecinos a los pies de la tapia.

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