Crimen de Samuel Luiz
Un acusado del crimen de Samuel Luiz a un amigo: "Se nos fue de las manos"
Kaio Amaral le explicó en un mensaje que los implicados "habían bebido mucho" y aseguró no haber sido uno de los agresores
Alejandro Freire también se exculpó a través de Instagram
José Manuel Gutiérrez
Un amigo de Kaio Amaral, uno de los cinco acusados de la muerte de Samuel Luiz, declaró este lunes en el juicio que se desarrolla en la Audiencia Provincial que, tras los hechos, este le envió un mensaje de WhatsApp en el que le explicaba que la agresión "se les había ido de las manos". También le contó que todos los participantes en el suceso "habían bebido mucho" y que "había sido culpa de Diego [Montaña] porque creía que le estaban grabando".
También señaló que Kaio no admitió haber participado en la agresión pero sí que se encontraba en el lugar y que el incidente "empezó por algo de la novia de Diego", en referencia a Catherine Silva, también acusada. Este testigo, que ya había prestado declaración ante la policía, apenas aportó más detalles sobre el caso porque aseguró que no los recordaba.
La información contenida en los teléfonos móviles de los acusados de la muerte de Samuel Luiz a través de la solicitud efectuada a las autoridades estadounidenses revela que dos de ellos, Kaio Amaral y Alejandro Freire, trataron de exculparse de la agresión en los mensajes de Instagram que efectuaron posteriormente. Así lo declaró en esta misma sesión el inspector del Cuerpo Nacional de Policía que dirigió la segunda fase de la investigación, quien explicó que algunos de los implicados no tenían información en sus teléfonos y que otros la habían borrado.
En uno de los mensajes, Kaio asegura que él no participó en el ataque y que solo separó a los participantes, que le “metieron” en la agresión y que pensaba acudir a la policía. También afirma en otro mensaje que cuando era pequeño “ya le sacaban de movidas”.
El móvil de Alejandro Freire no contenía mensajes cuando lo requisó la policía, pero pudieron ser recuperados. En ellos se afirma que Kaio dio patadas a Samuel y que él no intervino en la agresión y que no estaba en el lugar cuando la víctima estaba en el suelo. “Yo lo vi en el suelo y no hice nada”, dice Freire en un mensaje, en el que también afirma que fueron siete las personas que intervinieron en el ataque.
"Se pasaron mucho"
En la conversación también figura el comentario: “Se pasaron mucho”, acerca de la agresión, cuya causa no menciona, al tiempo que expresa sus dudas sobre la conveniencia de acudir a la policía. El inspector detalló que el móvil de Alejandro Míguez no fue volcado porque fue detenido tres meses después del resto de los acusados y había cambiado ya de aparato. También indicó que en ninguno de los mensajes analizados del resto de acusados se le mencionaba a él, así como a Catherine Silva y Alejandro Míguez.
Otro de los policías que declaró en la sesión de este lunes, encargado del análisis de las cámaras de vídeo que registraron los hechos, confirmó la participación de los cinco acusados y efectuó el mismo relato que se expuso en los días anteriores sobre el desarrollo de los acontecimientos. Sobre esta cuestión, y a preguntas de las defensas, aseguró que entre los investigadores no hubo dudas sobre la identificación de estas personas al poderse comprobar con las imágenes del pub El Andén, que son mucho más claras que las demás.
Subida de escaleras con "agilidad" pese a la bebida
La "agilidad" con la que Alejandro Freire subió las escaleras de la grada del paseo marítimo de Riazor, según reflejan las imágenes captadas por una cámara situada en la plaza de Portugal, fue destacada por el inspector que examino los vídeos, para quien este detalle es "relevante". Los acusados han declarado que ese día habían bebido de forma excesiva, mientras que el policía señaló que este joven ascendió por la grada sin dificultad y que luego "se lanzó sobre Samuel".
Los abogados de los cinco acusados plantearon numerosas preguntas a este oficial sobre la forma en que se les identificó en las imágenes tomadas por las cámaras al considerar que era difícil por la distancia a la que se encontraban. El policía respondió que «nunca surgieron dudas» entre los agentes sobre esta cuestión porque se compararon con las tomadas en el pub El Andén, donde todos habían estado previamente, que son de mucha más calidad.
Los reiterados intentos de poner en cuestión que se reconociese a sus defendidos en esas grabaciones mediante insistentes preguntas llevaron a la jueza a llamar la atención a los letrados y a recordarles que el policía no conocía la totalidad de las declaraciones efectuadas por los acusados, aspecto sobre el que también fue cuestionado de forma continua. El agente incluso tuvo que apelar a su experiencia profesional para defender la validez del análisis que realizó de las imágenes.
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