Pau Rigo, inocente

Pau Rigo es inocente. El jurado popular ha absuelto al anciano de Porreres (Mallorca) que mató de un tiro a un ladrón durante un atraco en su casa en 2018. El veredicto, emitido por unanimidad de los nueve miembros del tribunal, considera que Rigo «no es culpable de haber causado la muerte de Mauricio Escobar al haber actuado en defensa de su vida y utilizando medios proporcionados».

Según los hechos probados, el hombre cogió la escopeta «aterrorizado», porque los intrusos le exigían más dinero que no tenía tras hacerse con 15.000 euros y porque era el segundo robo violento que sufría en tres meses, y con el objetivo de que los ladrones «se fueran de su casa». Rigo tenía la escopeta sujeta «a la altura de la cintura y sin apuntar» cuando Escobar se abalanzó sobre él para agredirle con una barra de hierro. El anciano esquivó el golpe y apretó el gatillo como «único medio para defenderse» y «sin intención de matar». El veredicto avala completamente la versión de los hechos ofrecida por el anciano y defendida por su abogado, Eduardo Valdivia y supone una absolución de facto que la magistrada presidenta plasmará en la sentencia. 

Tras conocer la decisión del jurado popular, hecha pública este jueves por la tarde en la Audiencia Provincial de Palma, Rigo echó a llorar y al salir de la sala se fundió en abrazos con varios familiares. No dijo nada, pero asintió cuando una periodista le preguntó si estaba aliviado. «Estamos aliviados tras tanto sufrimiento e incertidumbre. Contentos y agradecidos», apostilló su hijo. 

A los tres autores del robo, el jurado popular los considera culpables de un delito de robo con violencia. Aprecia para todos ellos la atenuante de dilaciones indebidas por el retraso que ha sufrido el proceso judicial. A Marcos Rotger y José Antonio Sánchez -ya condenados por el primer atraco- también les beneficia otra de reparación del daño por los 3.000 euros que han consignado para indemnizar a Rigo por los 15.000 euros que se llevaron en el asalto. La Fiscalía reclama ahora para ellos sendas penas de tres años de prisión, pactadas desde el inicio del juicio con las defensas. A Fredy Escobar, hermano del ladrón al que mató Rigo, le rebajan la responsabilidad porque se entregó a la Guardia Civil, lo que le vale una atenuante de confesión. No le aprecian, en cambio, la de legítima defensa en la agresión contra Pau Rigo tras el disparo a su hermano. Con este veredicto, la fiscal pidió para él seis años de cárcel por robo con violencia y lesiones.

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«Miedo global»

De acuerdo con el veredicto, los cuatro ladrones se pusieron de acuerdo para asaltar la vivienda de Rigo y su mujer en la mañana del 24 de febrero de 2018. Sabían que había vendido poco antes su empresa de máquinas tragaperras. Con la convicción de que en la vivienda habría una gran cantidad de dinero, los hermanos Escobar irrumpieron en la vivienda y redujeron al anciano, mientras Rotger y Sánchez esperaban fuera en un coche. Le obligaron a abrir la caja fuerte del sótano y se hicieron con los 15.000 euros que había. Al ver que no era la cantidad prevista, exigieron más y empezaron a registrar la casa. El jurado señala que durante el asalto «existió violencia física en diferentes momentos». 

En esta tesitura de «miedo global» y «situación traumática», Pau Rigo cogió una escopeta que tenía cargada en una de las habitaciones y se apostó junto a la puerta, con la «necesidad urgente de acabar con esa situación». Ya armado exigió a los delincuentes que se fueran de su casa. En ese momento, Mauricio Escobar, que llevaba una barra de hierro, se lanzó sobre él para golpearle. Rigo esquivó la acometida y, utilizando la escopeta «como único medio para defenderse», disparó en legítima defensa para salvar su vida y la de su mujer.