Desarticulada una banda albanesa que arrancaba cajeros automáticos en pueblos del corredor mediterráneo

Habían dado 19 golpes a entidades financieras por el corredor mediterráneo, desde Almería hasta Barcelona, en todos los casos reventando las fachadas de las sucursales para arrancar cajeros automáticos y llevárselos. La Guardia Civil ha culminado su operación Plumajero con la detención de siete integrantes de una organización criminal albanesa dedicada a este tipo de robos, ladrones altamente especializados que empleaban camiones grúa para llevarse las máquinas.

Los escenarios de sus ataques -son más de 19 los casos de los que podrían haber sido autores- han sido pequeñas localidades de, de sur a norte, Almería, Murcia, Alicante, Valencia, Tarragona y Barcelona. Habían dado el último palo en la localidad barcelonesa de Olesa de Bonesvalls.

En un principio podrían haber pasado por golpes aislados cometidos por autores diferentes, pero la Sección de Atracos y Delitos Violentos de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, que ha llevado ha investigado y desarticulado esta red, encontró un patrón en la forma de actuar. La banda robaba coches para usarlos como vehículos de seguridad y vigilancia, y buscaba empresas del sector de la construcción y almacenes de materiales para robar camiones grúa, o plumas, con los que cometerían sus delitos.

Una media de 45.000 euros es el botín de cada golpe. Si no estudiaban su objetivo con un coche robado, lo hacían con alguno de la banda, pero al que previamente habían cambiado las matrículas. Tras un periodo de vigilancia, y tras calcular las posibilidades de llevarse el cajero, actuaban de noche: rápida destrucción del muro, colocación de cinchas y cadenas alrededor del cajero, carga de la máquina en el camión con la grúa que lleva incorporada y huída hacia algún lugar para abrirlo.

Para cada golpe, esta organización preparaba un solar en el que operar de forma discreta, en ocasiones alimentando con grandes generadores eléctricos las máquinas cortadoras y perforadoras que necesitaban para acceder al dinero del cajero.

Entrar y salir

Según ha difundido la Guardia Civil este martes, estos ladrones albaneses entraban y salían de España según iban acumulando dinero. Dispersos por diversos países de Europa para dificultar su localización por fuerzas policiales, los ladrones podían pasar meses fuera antes de volver a España, reorganizarse e ir a por más cajeros.

En el marco de la operación Plumajero se han practicado siete registros en Tarragona, Madrid, Murcia, Toledo y Alicante. Cuando los agentes del Equipo contra el Crimen Organizado del instituto armado en Alicante ha practicado las principales detenciones y registros, les han encontrado a los ladrones no solo 42.720 euros en billetes, también herramientas para romper y abrir cajeros y equipos de transmisiones e inhibidores de frecuencia para abrir coches o arrancarlos sin llave.

Un ataque a un cajero en Cartagena (Murcia) en febrero pasado, en el que extrajeron 45.000 euros, fue el punto de arranque de la operación, y es el juzgado de Instrucción 4 de Cartagena el que instruye. Los siete detenidos han sido enviados a prisión incondicional por ese juzgado murciano.