Facua

"Puta enferma": las palabras que le cuestan 9.000 euros a un famosos 'youtuber'

El condenado tendrá que leer el fallo de la sentencia en sus canales de YouTube semanalmente durante un mes

Javier Oliveira en uno de sus vídeos de Youtube

Javier Oliveira en uno de sus vídeos de Youtube / Javier Oliveira (YouTube)

El Correo

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El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Sant Feliu de Llobregat ha condenado al youtuber Javier Oliveira por un delito de intromisión ilegítima en el derecho al honor de la también youtuber Miare y a su madre, a las que insultó y denigró de forma reiterada en su canal durante meses, como ha dado a conocer la organización de consumidores Facua.

Oliveira ha sido condenado a “la lectura del fallo de la sentencia en un vídeo que publicará semanalmente durante un mes en los canales que tiene en la plataforma YouTube, manteniendo los cuatro vídeos resultantes públicamente accesibles durante tres meses desde su divulgación” y a indemnizar a las víctimas, con 6.000 euros para la también youtuber María Rubio Sánchez, conocida como Miare, y con 3.000 euros para su madre.

En su sentencia, el juez Luis Miguel Algara también condena a Oliveira a borrar los vídeos con los contenidos difamatorios, a abstenerse de volver a difamar a las demandantes en el futuro y a pagar las costas del procedimiento judicial.

Motivo de la denuncia

Según comparte Facua en un comunicado, durante meses y con una periodicidad casi diaria, el condenado publicó decenas de vídeos insultando a madre e hija desde su canal de YouTube, en el que actualmente tiene 543.000 suscriptores.

David Bravo, abogado de las demandantes, expuso en su escrito que el youtuber ahora condenado había convertido su espacio en una suerte de canal temático sobre las dos demandantes, desde el que incesantemente desgranaba sus vidas mientras las insultaba llamándolas “cachos de mierda”, “sinvergüenzas”, “hijas de la gran puta”, “malas personas”, “gentuza”, “enfermas”, “trozos de mierda” o “fracasadas”.

También afirmó en la plataforma de vídeos que la joven y su madre tienen una “puta secta”, que Miare es una “puta enferma”, insinuando constantemente, según se detalla en el comunicado, que sólo conseguía medrar en su carrera por acostarse con determinadas personas influyentes y que solo lograba atención subiendo a Instagram fotos en sujetador, que nunca se la “follaría” porque “tiene el pelillo de escoba, como una alfombra vieja y andares de montar en pony”, que si tuviera que elegir entre ella o una cucaracha se quedaba con la cucaracha y que además su madre es una “vieja loca” y una “payasa” con “el coño muy viejo para hacer gilipolleces”.

A su vez, numerosos seguidores del youtuber se encargaron de difundir, repetir, multiplicar y hacer llegar los insultos de Oliverira a las demandantes, especialmente a Miare, que con 900.000 seguidores en YouTube decidió dejar de subir contenidos en diferentes espacios de internet para evitar los comentarios.

La demanda señalaba además que los vídeos están llenos de anuncios publicitarios, con los que el demandado saca un importante beneficio económico y el propio demandado hizo varias referencias burlonas al dinero que ganaba gracias a hablar de las demandantes.