Tribunales

Condenado a 22 años y medio de cárcel por asesinar a su pareja y tirar el cadáver al Guadalquivir

La Audiencia de Sevilla le ha impuesto también una pena por un delito de estafa, ya que el acusado extrajo más de 8.000 euros de la cuenta de la víctima después de matarla

El acusado del asesinato de San Jerónimo en el banquillo ante el tribunal de la Audiencia de Sevilla

El acusado del asesinato de San Jerónimo en el banquillo ante el tribunal de la Audiencia de Sevilla / MARÍA JOSÉ LÓPEZ/EUROPA PRESS

Carlos Doncel

Carlos Doncel

La Audiencia de Sevilla ha condenado a 22 años y siete meses de prisión a Alfredo G.C., de nacionalidad boliviana, por asesinar en 2022 a su pareja sentimental, también de este país sudamericano y de 51 años, en la vivienda que ambos compartían en la calle Ágata, en el Polígono Norte de Sevilla. Tras perpetrar el crimen, ocultó el cadáver entre unos juncos a orillas del Guadalquivir a su paso por San Jerónimo.

El autor del homicidio alegó durante el juicio que estaba "borracho" cuando cometió el crimen y que lo hizo por la "rabia" que le causaron "los celos". En la sentencia, fechada el pasado 8 de octubre, se le aplica la atenuante de embriaguez y la agravante de reincidencia por un delito de lesiones en el ámbito de la violencia familiar, así como las agravantes de parentesco y de género por el asesinato.

Según declaró probado el jurado popular, entre la noche del 24 de abril de 2022 y la madrugada del día siguiente, el condenado esperó a que los invitados que tenían en casa se quedaran dormidos para acceder al dormitorio que compartía con la víctima. "Para acabar con su vida, se colocó encima y le aplastó el pecho y tórax con el peso de su propio cuerpo, al tiempo que le presionó fuertemente el cuello con un objeto no precisado, causando su muerte mediante asfixia de forma súbita y sorpresiva".

Le robó a su pareja más de 8.000 euros después del crimen

Según el jurado, ambos "estaban ligados de forma estable por relación de afectividad análoga a la matrimonial y, en el seno de esa convivencia", el encausado "le causó la muerte precisamente por el hecho de ser mujer y por su deseo de ruptura de la relación", que el acusado "no quiso aceptar".

Después de causar la muerte a su pareja, el condenado cogió la tarjeta bancaria de la que era titular la fallecida. Como conocía el PIN de la misma, se dirigió a varios cajeros automáticos de los que extrajo entre los días 25 de abril y 7 de mayo un total de 8.140 euros de la cuenta de la víctima.

Por todos estos hechos, el tribunal le condena por un delito de asesinato con las agravantes de parentesco y de género, a 20 años de prisión y diez años de libertad vigilada postpenitenciaria. Además, le condena a 21 meses de cárcel por un delito continuado de estafa por el robo de dinero.

Igualmente, le condena a 32 años y diez meses de prohibición de acudir a la localidad en la que resida el hijo de la víctima, de comunicarse con él y de aproximarse a menos de 500 metros del mismo.