Condenado a más de tres años de cárcel por empotrar su coche contra una casa en Sevilla y morder a un hombre

La Audiencia de Sevilla ha condenado a un hombre a tres años y medio de prisión por delitos de conducción temeraria y lesiones, después de que irrumpiese con su coche en una calle sin salida obligando a apartarse a los viandantes. Tras estas maniobras "agresivas" acabó empotrando el vehículo contra una vivienda y agrediendo con un objeto punzante a dos varones que le recriminaron su comportamiento.

El tribunal declara probado que sobre las 20:30 horas del 25 de abril de 2021 el acusado conducía "a gran velocidad" un Ford Focus por un municipio de la provincia de Sevilla, metiéndose en una calle sin salida en la que se encontraban varios vecinos con sus hijos. Estas personas se tuvieron que apartar para no ser arrollados "ante la maniobra de circulación agresiva que había desplegado el conductor referido".

Tras chocar con la fachada de una vivienda, dio marcha atrás con el coche "y varios vecinos que estaban en la calle -y que de nuevo tuvieron que apartarse del camino del coche para evitar ser golpeados- se acercaron al mismo y le insistieron para que dejase de conducir en esas condiciones".

Fue entonces, según la sentencia recogida por Europa Press y emitida el pasado 28 de junio, cuando el encartado bajó del coche "portando un objeto punzante en sus manos, con el que se dirigió" a uno de los vecinos agrediéndole en la mejilla izquierda y dándole también "un bocado en el dedo índice de la mano derecha y otro en el anular de la mano izquierda, cuando el mismo intentaba cubrirse la cara y defenderse de tal agresión".

Para mediar entre ambos también se acercó un segundo vecino, que resultó agredido "con un puñetazo en el pecho que le dio el acusado tirándolo al suelo", tras lo cual el inculpado, según el relato de hechos probados, "salió corriendo hacia su domicilio, siendo perseguido por alguno de los vecinos que allí se encontraban, que le seguían recriminando su actitud". El detenido "se introdujo en su domicilio y consumió pastillas en una cantidad no concretada y sin identificar hasta que llegó la Policía Local".

La sentencia también declara probado que el inculpado "es consumidor de alcohol de larga evolución", siendo condenado a tres años y medio de prisión por un delito contra la seguridad vial de conducción temeraria y un primer delito de lesiones, así como a 180 euros de multa por un segundo delito de lesiones y a un año y medio de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores. Además se le ha impuesto la obligación de indemnizar a los afectados.