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Actualizado: 05 dic 2017 / 23:01 h.
  • Panorámica de un pleno del Parlamento de Andalucía durante una de las sesiones. / El Correo
    Panorámica de un pleno del Parlamento de Andalucía durante una de las sesiones. / El Correo

Los partidos políticos andaluces coinciden en abordar una modificación de la Constitución, aunque difieren en su intensidad. Si PSOE-A y PP-A ven suficiente la reforma del texto del 78, sin nada que tenga que ver con un proceso constituyente; Podemos e IU piden un nuevo texto que actualice el proyecto de un país que nada tiene que ver con el de hace 39 años. Los socialistas consideran que la norma actual «ha sido un magnífico instrumento para pasar de forma ejemplar de la dictadura a la democracia», apunta su portavoz parlamentario. Eso sí, la reforma es «necesaria», aunque el consenso y el entendimiento resulta esencial. La mejor prueba, para el PSOE-A, de que la Carta Magna actual todavía tiene vigencia en muchos aspectos es que ha sido la «herramienta perfecta» para abordar el órdago a la legalidad y a las instituciones que ha supuesto el procés catalán. No obstante, señalan la urgencia de abordar la cuestión territorial. Para la federación socialista, la reforma de la Constitución no pueden llevarse por delante el principio de «solidaridad e igualdad entre los territorios» en España. Así lo va a defender ante el propio partido y las instituciones en Madrid.

El PP-A, por su parte, coincide con los socialistas en que la reforma requiere «consensos amplios en el que participen todas las fuerzas políticas». Para ello, consideran obligatorio alejarse de contextos electorales para que «no distorsionen» los posibles puntos de acuerdo. Los populares también ensalzan los abundantes réditos que ha dado el texto actual: «Abrió una etapa inigualable de derechos y libertades democráticas, que puso punto y final a las dos Españas». Todo ello hace que los andaluces puedan estar «muy orgullosos» de la Transición y la Constitución. «Es nuestro deber ponerla en valor con convicción porque esa es la mejor forma de reivindicar el esfuerzo común por consolidar nuestra democracia, fortalecer nuestras instituciones, y nuestra apuesta de la gran nación que somos», dijo ayer el presidente del PP-A, Juan Manuel Moreno Bonilla.

Podemos e IU difieren de los dos partidos mayoritarios y apuestan por abordar un proceso constituyente. La formación morada se vuelca con su propuesta de reforma constitucional, que suponga una completa revisión de la Carta Magna. «Ante el momento histórico crucial por el que atraviesa España, con un Estado en crisis, fracturado en varios niveles (social, institucional y territorial), y sin un proyecto de futuro por parte de las élites tradicionales del país, es urgente debatir sobre la necesidad de plantear alternativas al actual marco constitucional».

La portavoz adjunta en el Parlamento andaluz, Esperanza Gómez, considera que hay «muchas cosas de la Constitución que tendrían que ser cambiadas». Podemos Andalucía sitúa la prioridad en la estructura territorial, pero también apunta a la necesidad de blindar derechos y hacer que las instituciones tengan un mejor funcionamiento.

Para Antonio Maíllo, coordinador regional de IU, los enormes cambios que ha experimentado España a lo largo de los últimos 40 años justifican la «elaboración de una nueva Constitución» a través de un nuevo proceso Constituyente, enraizado en la sociedad y que plantee un nuevo marco territorial que permita «mantener un proyecto en el que todos estemos cómodos».

Maíllo defiende un espacio federal porque es el «mejor que define la igualdad de las personas». El dirigente de Izquierda Unida cree que con ese modelo se podrá frenar la «tentación de confederar el norte y regionalizar el sur». Además, el blindaje de los servicios públicos y de los derechos de los trabajadores son, para la formación de izquierdas, prioridades del nuevo texto constitucional.

Por su parte, Ciudadanos insiste en su mensaje de un solo proyecto para este país. Juan Marín, su portavoz parlamentario, apuesta por una «reforma profunda», que incluya asuntos como el Senado, las instituciones, la reforma electoral o los aforamientos.

LARGA VIDA «CON REFORMAS»

El ex vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, se muestra convencido de que la Constitución «tendrá larga vida con las reformas que sean necesarias», si bien ha incidido en que «estamos en un momento en el que todos hablan de reformas aunque pocos dicen en qué quieren reformarla». Además, ha reivindicado la «fortaleza» que ha demostrado frente a «intentos de separatismo que no triunfarán.

Para el sevillano, la Constitución «no era solo un texto jurídico sino que también era un acta de paz, el final de aquellas dos Españas que declamaban los poetas». Guerra explicó que entonces se logró una Constitución «del consenso» que para él significa «una nómina de las renuncias que todos tuvieron que hacer para que este país caminara por una senda conjunta y no de enfrentamientos». «La Constitución ha dado un largo periodo de convivencia en paz y de prosperidad, y ha demostrado una enorme fortaleza ya que ha soportado la nostalgia de algunos que intentaron volver a la etapa anterior con golpes de Estado, ha soportado un terrorismo brutal, y también soporta los actuales intentos de separatismo que tampoco triunfarán».