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Comienza el sueño rociero

Las primeras de Sevilla. El Cerro del Águila y Tablada, filiales 70 y 112, comienzan hoy su peregrinación a la aldea almonteña. Sus Simpecados estrenan sendos fajines militares

Manuel Pérez manpercor2 /
14 may 2018 / 18:56 h - Actualizado: 15 may 2018 / 14:07 h.
"Rocío","Glorias","El Rocío 2018"
  • Salida de El Cerro. / Mario Daza
  • Paso de una de las hermandades por la barcaza de Coria. / Manuel Gómez
    Paso de una de las hermandades por la barcaza de Coria. / Manuel Gómez
  • Hermandad del Cerro en el colegio Ortiz de Zúñiga, antiguo matadero
    Hermandad del Cerro en el colegio Ortiz de Zúñiga, antiguo matadero
  • Salida de la hermandad del Cerro del Águila. / Manuel J. Fernández
    Salida de la hermandad del Cerro del Águila. / Manuel J. Fernández
  • Últimos retoques a la carreta del Simpecado de Camas, que sale hoy, ya con el exorno floral terminado. / Manuel Gómez
    Últimos retoques a la carreta del Simpecado de Camas, que sale hoy, ya con el exorno floral terminado. / Manuel Gómez
  • La carreta de la Castrense aguarda ya en Tablada. / M. Gómez
    La carreta de la Castrense aguarda ya en Tablada. / M. Gómez

Los primeros cohetes comienzan a resonar en el cielo de Sevilla. La humareda que deja la explosión de la pólvora se difumina sobre el fondo celeste jugando a ser una nubecilla más de esas que aderezan el firmamento como jirones de algodón. Las yuntas de los bueyes aguardan silentes mientras el tamborilero y los peregrinos esperan con ansia el momento en el que el Simpecado salga por las puertas de sus templos y el prioste lo entronice en la carreta mientras suenan los primeros vivas.

Sevilla comienza hoy su particular peregrinación a la aldea del Rocío. Una romería en la que la capital hispalense se ve representada por un total de seis hermandades, de las que dos inician hoy sus caminos. El Cerro del Águila y la Castrense serán, como es tradicional, las que den el pistoletazo de salida a la romería del Rocío 2018 en Sevilla. Madrina y ahijada, las filiales 70 y 112 emprenden el camino a la aldea almonteña con ilusiones renovadas y dispuestos a llenar sus alforjas de fe rociera.

La primera en hacerlo será la hermandad del Cerro del Águila. Los peregrinos cerreños madrugarán este año antes de lo habitual, pues la corporación ha adelantado su misa de romeros a las 7.30 horas. El adelanto horario permitirá a la comitiva salir de Sevilla con suficiente holgura para cumplir el cronograma.

La principal novedad es el estreno del fajín militar que donó el jefe de la Segunda Subinspección General del Ejército y Comandancia Militar de Sevilla, el general de brigada Juan Hernández Gutiérrez. También se estrenarán las cubremasas o cubrecañoneras en metal plateado para las ruedas de la carreta.

El mayor deseo de su hermano mayor, Jesús Canela, es «que salga todo a pedir de boca». Hay que tener en cuenta que el Cerro lleva en torno a 300 peregrinos a la aldea del Rocío, junto a cerca de 35 caballos –15 de ellos a montura– y los bueyes. En este sentido, Canela mira por la salud «de los peregrinos y los animales». Cabe destacar que Protección Civil entregó ayer a la corporación cerreña un contigente de agua para el camino.

El camino que hoy emprende la filial del Cerro del Águila será especial para la junta de gobierno que rige el destino de la filial número 70, cuyos oficiales afrontan su última romería del mandato. Canela no descarta presentarse a la reelección, si bien confiesa que su pensamiento «es descansar» y espera que otros le tomen el relevo.

Sobre las 8.15 dará comienzo la misa de romeros de la hermandad Castrense del Rocío. La corporación de Tablada afronta su quinta romería como filial rociera –la 112 de 121– estrenando el título de Real, concedida por el rey Felipe VI el pasado mes de abril, en plena celebración de los cultos al Simpecado. Durante la misa de romeros, el segundo jefe de la Unidad Militar de Emergencias, el general de división del Ejército del Aire Manuel Gimeno Aranguez, donará su fajín militar para que sea asida al asta del Simpecado de la Castrense.

Además, la hermandad no filial de Montequinto acudirá por primera vez a la aldea almonteña acompañando a la Castrense, que actúa como madrina de la primera. Este hecho marcará el devenir de la peregrinación de la corporación de Tablada, que un día hizo lo propio junto a la que es su madrina, la hermandad del Cerro del Águila. Por delante solo quedan las arenas y el ansia de llegar a las plantas de la Blanca Paloma.