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Cuatro décadas en busca de la paz social sevillana

La Confederación de Empresarios de Sevilla (CES) cumple 40 años con el constante reto de fortalecer el tejido productivo de la provincia a través del cambio tecnológico y de una necesaria internacionalización

29 nov 2017 / 23:02 h - Actualizado: 29 nov 2017 / 23:11 h.
"Economía","Empresas","CES, cuatro décadas produciendo","Miguel Rus"
  • Acto empresarial de la Confederación de Empresarios de Sevilla (CES) en el año de su constitución. / El Correo
    Acto empresarial de la Confederación de Empresarios de Sevilla (CES) en el año de su constitución. / El Correo
  • Empresarios y sindicatos, en un acto de la Plataforma Sevilla por su Puerto. / E.C.
    Empresarios y sindicatos, en un acto de la Plataforma Sevilla por su Puerto. / E.C.
  • Manifestación de los sindicatos por el convenio de la hostelería. / Europa Press
    Manifestación de los sindicatos por el convenio de la hostelería. / Europa Press
  • La prensa se hizo eco de su primera reunión.
    La prensa se hizo eco de su primera reunión.
  • Rafael Padura, presidente de la CES en 1984, fue asesinado por el Grapo ese año. / El Correo
    Rafael Padura, presidente de la CES en 1984, fue asesinado por el Grapo ese año. / El Correo

«Será el instrumento idóneo que servirá para un mejor entendimiento en las relaciones laborales y económico-sociales y actuará como portavoz del empresariado que en ella voluntariamente se integre, ante la administración y ante las centrales sindicales obreras, ya que en definitiva, obreros, técnicos y empresarios son los artífices del progreso económico de la nación». Salvo por algún dato que se antoja anacrónico, la descripción que hace 40 años hizo Ángel Gamón de los Ríos, coordinador de la junta general promotora, sobre el nacimiento de la Confederación de Empresarios de Sevilla (CES), bien podría ser la misma que la institución, con cuatro décadas a sus espaldas, recoge hoy día en sus memorias anuales. Porque su esencia, desde su nacimiento, no es otra que «representar y defender los intereses del empresariado de Sevilla ante todas las instancias administrativas y sociales».

Nacida al calor de la democracia, la entidad ahora presidida por Miguel Rus encauzó un mundo empresarial que, por aquel entonces, estaba envuelto en una compleja situación y enfrentado al protagonismo que habían adquirido los movimientos sindicales en los últimos años de la dictadura. Su acta de promoción, que data del 29 de marzo de 1977, recoge la presencia de casi una veintena de sectores como el de Hostelería, Vidrio y Cerámica, Olivo y Grasa, Estaciones de Servicio, Enseñanza, Información o el Metal, cuyo representante, Juan Miguel Salas Tornero, fue el primero en tomar las riendas de la confederación. Su registro oficial se produjo el 19 de julio de ese mismo año y fue publicada en el Boletín Oficial de la Provincia el 13 de agosto.

Desde su inicio, y tal y como explican fuentes internas de la organización, la CES contaba con un espíritu «de libertad y compromiso de concordia» e incluso en aquellas reuniones se incidía, 40 años atrás, en que para los intereses económicos de España era «fundamental el mantenimiento de las relaciones económicas con el exterior». Un reto el de la internacionalización en el que los empresarios sevillanos están poniendo todos sus esfuerzos, especialmente en el ámbito de las pymes, para fortalecer y colocar al tejido productivo provincial en el lugar que le corresponde, «ganando en tamaño y en productividad».

A ello se han dedicado fehacientemente los líderes de la CES durante este tiempo. A Salas Tornero (1977-1982) le sucedieron, en los convulsos inicios de los años 80, José Eugenio Herraiz, Miguel Ángel Olalla y Rafael Padura, quien tras apenas seis meses en el cargo murió asesinado por el Grapo en su imprenta de la calle Luis Montoto en septiembre de 1984. Su muerte a manos de los terroristas fue un mazazo para el empresariado sevillano, pues en aquel tiempo estaba, según señalan desde la CES, «en el punto de mira». El nombre de Padura –«salvajemente asesinado en plena juventud y cuando más ilusión tenía por embarcarse en nuevos proyectos»– quedó marcado en la historia de la confederación y, desde 2007, se entrega el Premio Rafael Padura a empresarios sevillanos que hayan destacado «por su compromiso social, su entrega en el mundo de la empresa y por su contribución al desarrollo de la provincia». Tras él, dirigieron la institución Manuel Otero Luna (1985-1986), Felipe Luis Maestro (1986-1993), Fernando Guerrero (1993-2004) y Antonio Galadí (2004-2012). En ese tiempo, la sede de la CES ha bailado entre la calle Imagen, el edificio Sevilla II –donde compartió oficinas con la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA)–, Blas Infante, República Argentina, Cámara de Comercio y calle Granada, donde hoy la preside Miguel Rus.

En ella se cuecen los servicios que se prestan a los asociados, consistentes, principalmente, en asesoramiento integral –negociación colectiva, nuevas tecnologías, legislación o marketing, entre otros aspectos– y promoción de todo tipo. Los socios se agrupan en 164 organizaciones miembros que, a su vez, se aglutinan en 95 empresas, 39 sectoriales y 29 territoriales. De hecho, la CES asegura ser un «ejemplo de integración territorial en donde están representados y se defienden por igual los intereses e inquietudes de las empresas de los distintos municipios». En este sentido, la confederación describe a Sevilla como una «gran provincia para la inversión empresarial, con un sector económico muy potente como el de servicios, muy especialmente el turismo, y con grandes realidades en lo referente a la industria aeronáutica y la agroindustria».

Pero, para ganar en competitividad, y una vez que la economía parece experimentar un buen ritmo de crecimiento, la CES no se corta en pedir, o más bien seguir pidiendo, a las administraciones que aborden «de una vez por todas» la construcción de alguna de las líneas fundamentales del Metro de Sevilla, la conexión ferroviaria de Santa Justa con el Aeropuerto o los túneles de la SE-40 «para dar racionalidad a las obras actualmente en curso». De la misma forma, los empresarios sevillanos se muestran críticos con la burocratización y la falta de agilidad administrativa que, a su juicio, son lastres que entorpecen no solo el asentamiento de nuevas empresas, sino su actividad en sí. Por eso, insisten en la necesidad de abordar el «cambio tecnológico como factor fundamental a la hora de estructurar planes o proyectos de futuro».

Con respecto al balance de todos estos años, la CES valora la evolución que ha experimentado la relación con los sindicatos, destacando el alto grado de «diálogo y la paz social» que se ha logrado alcanzar en la provincia. A ello ha contribuido, a todas luces, el desapego de los sevillanos en particular y de los españoles en general al movimiento obrero. Como ejemplo palmario de colaboración con la representación de los trabajadores, el empresariado resalta la constitución de la Plataforma Sevilla por su Puerto: «La ciudad estaba de espaldas al Puerto, pero juntos hemos emprendido una defensa del mismo que está dando sus frutos», manifiestan desde la CES.

Claro que existen salvedades al buen rollo en el binomio patronal-sindicatos, como se ha puesto de manifiesto recientemente en el sector de la hostelería en Sevilla, con una negociación del nuevo convenio que ha durado nueve meses de negociación e incluso ha necesitado mediación tras romperse los primeros intentos de acercamiento.

En cualquier caso, desde CCOO y UGT reconocen, pese a las «claras diferencias» que expresa el secretario general de CCOO Sevilla, Alfonso Vidán, la capacidad de todas estas instituciones de «trabajar juntos para el beneficio de los trabajadores sevillanos», puntualiza el secretario general de UGT Sevilla, Juan Bautista Ginés. Para Vidán, la cordialidad ha primado en todos estos años de «conflicto legítimo para disputarle al empresario la plusvalía que genera nuestro trabajo», e invita a la CES a asumir el reto de «demostrar que seguimos siendo útiles para la sociedad a través del diálogo social y la negociación colectiva». El secretario general de CCOO Sevilla recuerda que hay 150.000 trabajadores de 24.000 empresas esperando la firma de sus convenios. Ginés, por su parte, valora positivamente «la predisposición que encontramos en la CES en líneas generales, con excepciones como puede ser en estos momentos el convenio del campo, pero en general para llegar a acuerdos», y aprovecha para felicitar al empresariado sevillano su 40 aniversario como organización.