Embalses llenos para beber, vacíos para regar

La cuenca del Guadalquivir está en prealerta con un 32% de agua, pero las presas para el consumo humano rozan el 70%

13 oct 2017 / 19:01 h - Actualizado: 13 oct 2017 / 21:36 h.
"Agricultura","Consumo","El tiempo","Emasesa","Aljarafesa","Sequía","Nuevo ciclo de sequía"
  • Todo esto era agua: vertiente seca en el embalse de Torre del Águila, en Utrera, el más afectado de la cuenca del Guadalquivir por la falta de precipitaciones. / Jesús Barrera
    Todo esto era agua: vertiente seca en el embalse de Torre del Águila, en Utrera, el más afectado de la cuenca del Guadalquivir por la falta de precipitaciones. / Jesús Barrera
  • La presa de Melonares está al 70% de su capacidad. / Manuel Gómez
    La presa de Melonares está al 70% de su capacidad. / Manuel Gómez
  • Embalses llenos para beber, vacíos para regar

¿Está Sevilla en situación de sequía? La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) anunció el 29 de septiembre que concede 15 días de ampliación de la campaña de riego para productos hortícolas, cítricos, frutales y olivar que se estableció en la Comisión de Desembalse de abril. En Sevilla no llueve con intensidad desde hace meses y los vientos ábregos, cargados de lluvia, han faltado a la cita que casi todos los años tienen con el suroeste de la península Ibérica.

No obstante, un portavoz de la CHG indicó que Sevilla está en la frontera entre prealerta y alerta. «Si quedara toda la campaña de riego por delante, entraríamos en alerta en breve, pero como acaba de terminar, pues nos quedaremos en la frontera, esperando ver si llueve».

En cuanto a restricciones para abastecimiento humano, «aún hay reservas para entre dos y tres años», explican desde la CHG. Los embalses de la cuenca del Guadalquivir estaban el día 5 al 32,2 por ciento de su capacidad. Hace una semana, al 32,4 por ciento. Y hace un año al 48,5 por ciento.

Pero los que sirven para el abastecimiento de Sevilla y su zona de influencia están mucho mejor: Melonares al 71,9 por ciento, Aracena al 68,69 por ciento, Zufre al 70 por ciento, el Huesna igual...

Solo el embalse de Torre del Águila se sitúa al 3,2 por ciento de su capacidad, es decir, con más fango que agua. Este embalse se utiliza para el riego de 2.240 hectáreas de cultivos agrícolas.

Para la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) el año hidrológico que acaba de terminar se suma a al menos otros tres secos. Se puede consultar en una de las pestañas de vigilancia de servicios climáticos de su web.

Así explica los datos su director territorial, Luis Fernando López Cotín: «Nos referimos a la sequía meteorológica, no a la hidrológica que es el agua embalsada. En valores meteorológicos la cantidad de precipitaciones respecto al año pasado ha sido más seco de lo normal en las comarcas de la Campiña y la Sierra Sur, y solo un poco más seco de lo normal en Sierra Morena y el Aljarafe. Incluso en Huelva ha sido más húmedo de lo normal».

Lo que ha llovido de menos son 520 litros por metro cuadrado. «Eso significa un 4 por ciento de déficit», aclara. Y ese cuatro por ciento es un porcentaje normal. «No se puede explicar por qué unos años llueve un poco más y otros un poco menos de la media. El verano ha sido un periodo de estiaje, como siempre. Donde sí hay un problema con la falta de lluvias es en Galicia, las provincias del noroeste, Castilla y León... allí la ausencia de precipitaciones es importante», incide. En Andalucía, las provincias orientales son las que se llevan la peor parte.

Los gráficos de la Aemet, sin embargo, considerados a tres años, muestran una provincia de Sevilla con sequía más preocupante cuanto más al sureste, y con valores ligeramente más secos de lo normal al noroeste.

Pero a cortísimo plazo, en septiembre, toda la provincia mantiene en el mapa de colores valores bastante más secos de lo que significa un mes de septiembre normal.

De hecho, 2017 es el octavo año más seco desde 1970, como destaca la asociación agraria Asaja. Y es que si bien los habitantes de las ciudades y pueblos no van a tener problemas de abastecimiento a menos que siga sin llover muchos meses más, la agricultura sí los tiene ya en Sevilla.

La organización agraria COAG valoró esta semana el verano: «Cargado de récords» con 1,6 grados por encima de la media y el segundo más cálido desde 1995.

Asimismo, el presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), Antonio Ramón Guinea, advirtió este martes que si las precipitaciones no llegan, la próxima campaña de riego «no podrá ser normal», con «dotaciones de riego más reducidas». En algunas zonas ha habido situaciones de emergencia, como en la que riega el río Corbones en la campiña de Sevilla. El día 30 está convocada una comisión de desembalse.

La Red Sevilla por el Clima presentó en mayo un informe sobre los efectos del cambio climático.

En los próximos años, explican, los modelos climáticos predicen para Sevilla «largos períodos de sequía y temperaturas progresivamente más elevadas». Así, las condiciones de vida en la ciudad pueden llegar a ser «muy extremas» durante el verano, cada vez más prolongado y caluroso.

Ante esta situación, Sevilla por el Clima ha destacado que la necesidad de mitigar y adaptarse a los efectos del cambio climático «es hoy más acuciante que nunca».

Proponen revegetar la ciudad, apostar por las energías renovables, diseñar una movilidad sostenible y la educación por el clima.

Las políticas hidrológicas de las diferentes empresas de abastecimiento de agua las coordina el Consorcio Provincial de Aguas. Su vicepresidente –y vicepresidente ejecutivo de Aljarafesa–, Joaquín Fernández Garro, explica que la situación no es en absoluto «comprometida» para las personas gracias, en gran parte, a las enormes reservas que almacena la presa de Melonares. Con esa reserva, a poco que tarden las lluvias, hay colchón de tranquilidad para el abastecimiento humano (que consume el 20 por ciento). El problema, reconoce, es la agricultura, que necesita muchos más recursos, el 80 por ciento de lo que se almacena en los pantanos.

«Haber construido Melonares, con toda la polémica que hubo hace 25 años, ha sido una bendición del cielo para Sevilla y su área metropolitana. Tenemos mucha más agua disponible». Efectivamente, los más de 185.000 millones de litros de capacidad de Melonares casi triplican los 57.000 millones que pueden reservarse en La Minilla.

Y a la espera de que se cumplan los pronósticos de la Aemet de que, tras un octubre seco, en noviembre sí lloverá, bueno es saber que hay un tesoro líquido bien guardado en Sierra Morena.