«En el 68 hubo pocas lideresas»

El periodista Nicolas Truong, del periódico francés ‘Le Monde’, analiza en Sevilla la herencia de aquel movimiento, hoy cuestionado por algunos

26 may 2018 / 22:43 h - Actualizado: 27 may 2018 / 15:02 h.
"1968: el éxito del fracaso"
  • El periodista francés Nicolas Truong, el pasado martes en Sevilla. / Institut Français
    El periodista francés Nicolas Truong, el pasado martes en Sevilla. / Institut Français

Nicolas Truong, responsable del servicio Débats del periódico Le Monde, no cree que sea tan evidente que se pueda celebrar el 50 aniversario del Mayo del 68. El periodista francés, que participó esta semana en un coloquio sobre el tema organizado por el Cicus y el Institut Français, señala que «no hay al respecto lugares de memoria histórica. No hay una plaza de la Bastilla, como en 1789. Además, conmemorar una revuelta es siempre un poco peligroso políticamente, porque alguien se podría agarrar a esas ideas anarquistas».

El propio presidente Emmanuel Macron ha mostrado sus dudas. «Él no es la vía de la revolución libertaria, anarquista, de las ideas libres, la internacional, la marxista-leninista... ni tampoco es la del posestructuralismo. Es más reformista. Porque hubo una reforma en el 68, de universidad, reformas sociales. Macron es más de esa corriente, socialdemócrata. La segunda izquierda, la del Partido Socialista Unificada, anticolonialista, pero reformista. Por eso el 68 no se conmemoró oficialmente como se pudiera haber hecho. Macron no es un hijo del 68, no es Cohn-Bendit».

Precisamente Daniel Cohn-Bendit, uno de los iconos del 68, comparece el día de la conversación en la prensa, afirmando que conmemorar el Mayo francés «es una trampa». «Él es del lado libertario, no del lado trotskista, ha coincidido con Macron en el tema de la cuestión europea», dice Truong. «Podría decirse que es una traición, de lo libertario a lo liberal, pero yo no creo que lo sea en absoluto. Esa es la crítica que se hace a Cohn-Bendit y otros líderes, ser renegados, pero creo que hay una hipocresía en este punto».

«Hoy se mira la historia del 68 desde un punto de vista de gente que ha pasado de Lenin a Lennon, de Stalin a Stallone», prosigue Truong. «Lo que se ve hoy en Francia, y creo que en toda Europa, es un Mayo 68 a la inversa. Hay una parte de la juventud, de los intelectuales, que creen que el 68 ha permitido el individualismo, el consumismo, a través de una revuelta que era colectiva pero al mismo tiempo individualista: hago lo que quiero, donde quiero, como quiero, pero que también quería oponerse a ciertas estructuras imponentes, como la de la familia, la escuela, la universidad, ciertas formas de relación sexual... En una época, no lo olvidemos, en la que una mujer para abrir una cuenta bancaria aún necesitaba una autorización escrita de su marido. Ciertos intelectuales y parte de los jóvenes piensan que el mayo ha derribado la autoridad del saber, ha destruido el marco familiar, ha desestructurado las relaciones amorosas y sexuales, con la teoría queer, con el matrimonio homosexual... Hay un gran movimiento de crítica que se expresa así en Francia».

Esto se traduce en que «hay un movimiento, no mayoritario pero presente, de restauración de los valores pre-68: protección del cuerpo de la mujer contra la biotecnología pero bajo todas sus formas, incluido contra el aborto, como dice la Iglesia, ecología integral... A las feministas también las ha afectado».

Según el periodista, «hay quien dice que 1968 marcaba la defensa de los derechos de las minorías. Incluidas las mujeres, que no eran minorías, pero a las que se les ignoraba en la legislación».

Se como fuere, en Francia «hubo un movimiento feminista, pero que se desarrolló después. Hubo pocas mujeres entre las figuras líderes del 68», subraya. «Había por ejemplo, una joven, Marceline Loridan, hoy Marceline Loridan-Ivens, que había estado deportada en Auschwitz, hizo un filme preguntando a la gente en la calle si eran felices. Pasaba dos minutos, o a veces dos horas o dos días con obreros, mecánicos... Son también gente como ella que han hecho el Mayo 68».

«Tal vez en los años venideros Europa desradicalizará la derecha extrema, al igual que en los ochenta noventa se desradicalizaba la izquierda», concluye Truong, quien recuerda que el Mayo 68 fue conmemorado diez años después, en 1978. «El primer debate era con personas que buscaron otras vías más radicales, la lucha armada. Regis Debray dijo que los niños que habían hecho el mayo 68, es decir los hijos de Marx y la Coca-Cola, habían contribuido a desencorsetar la sociedad francesa, pero para que el capitalismo pudiera funcionar mejor, es decir que era un truco de la Historia».