Primer asalto en la pugna por liderar el PP

El voto de la militancia solo servirá para elegir a los dos candidatos más votados, cuya decisión final dependerán de los compromisarios del Congreso

Manuel Pérez manpercor2 /
04 jul 2018 / 23:44 h - Actualizado: 05 jul 2018 / 08:21 h.
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  • Los candidatos (izda. a dcha.): José Manuel García-Margallo, Elio Cabanes, María Dolores de Cospedal, Soraya Sáenz de Santamaría, Pablo Casado y José Ramón García. / El Correo
    Los candidatos (izda. a dcha.): José Manuel García-Margallo, Elio Cabanes, María Dolores de Cospedal, Soraya Sáenz de Santamaría, Pablo Casado y José Ramón García. / El Correo

Se acabaron los dedazos en el PP. Al menos de momento, porque hoy sus militantes tendrán la opción de elegir a su próximo presidente –o presidenta– nacional. Sin embargo, no todo el poder estará en manos de las bases populares. La última palabra la tendrán los comisarios.

Hoy están llamados a las urnas un total de 66.384 militantes del PP a las urnas. Una cifra que representa un paupérrimo 7,6 por ciento del total de afiliados que la dirección del partido decía tener –unos 860.000–, si bien nunca acreditó tal número.

Cuando las bases del PP lleguen a sus colegios electorales, se encontrarán dos mesas: una para elegir al candidato a liderar el partido a nivel nacional y otra para elegir a esos compromisarios que irán al Congreso Extraordinario del PP los próximos 20 y 21 de julio. Aunque serán un total de 3.184 compromisarios los que acudan a la cita, la militancia solo podrá elegir a 2.612, ya que los 572 restantes se reparten entre la Comisión Organizadora (10), el PP en el exterior (40) y los compromisarios natos, fijados en 522 según las normas del Congreso del PP.

Entonces, ¿qué papel juegan los militantes? Los votos de las bases del PP permitirán realizar una criba entre los seis candidatos, ya que solo los dos más votados serán quienes se disputen el liderato de la formación en el Congreso. Y aquí entran en juego los compromisarios: ellos serán los encargados de elegir al presidente, o presidenta, del PP de entre los dos elegidos por la militancia. Por lo tanto, se mantiene la duda sobre la votación de los compromisarios, puesto que las normas no vinculan el mandato de las bases a la elección de los asistentes al Congreso.

Por delante, el sucesor de Rajoy tiene varios frentes abiertos. El primero, el judicial. Aún está por llegar la sentencia de la segunda pieza de la trama Gürtel, amén de los procesos de Taula, Púnica o el máster de Cifuentes. En el plano político, el PP se enfrenta a un escenario inédito para la formación conservadora, pues por primera vez tendrá que hacer frente a un partido que comparte espacio ideológico, Ciudadanos.

JOSÉ MANUEL GARCÍA-MARGALLO

Una lucha contra la «inanición» de las «dos viudas»

Con estas palabras se refirió hace unos días el exministro de Asuntos Exteriores, José Mauel García-Margallo, a sus competidoras más directos: Cospedal y Sáenz de Santamaría, que tienen un «hijo adoptivo»: Pablo Casado.

Así encaró la recta final de la campaña el veterano dirigente del PP, ya que durante la misma mantuvo un perfil bajo. Tanto que apenas se recordaba su concurrencia a este proceso interno de la formación conservadora. Ante este eclipse a la que fue sometido por las «viudas» y el «hijo adoptivo», Margallo sacó la artillería pesada contra sus contrincantes.

En su particular currículum como aspirante a liderar el PP tiene el haber intentado organizar un debate entre el resto de candidatos en Génova, algo que la comisión organizadora ya rechazó en junio y volvió a negarse ante la petición de Margallo. Solo García y Cabanes mostraron su predisposición a participar en dicho debate.

Siempre se ha mostrado «partidario de luchar por la vida», aunque mantiene una posición ambigua respecto a la ley de la eutanasia. Respecto a la inmigración, Margallo retiraría las concertinas porque «no cumplieron su función disuasoria» y apuesta por «ayudar a los países en desarrollo a prosperar» porque «es una obligación moral ser solidario con los países más necesitados». El exministro comenzó su andadura política en 1977 de la mano de la UCD, hasta que en 1989 llegó al PP.

SORAYA SÁENZ DE SANTAMARÍA

Una candidatura con «experiencia» para huir de la sombra de Rajoy

Siempre estuvo al lado de Rajoy. Esta abogada vallisoletana llegó a política en el año 2000, cuando el expresidente del Gobierno era vicepresidente primero de José María Aznar. Desde entonces, fue su mano derecha, si bien entró en el Congreso cuatro año después tras la marcha de Rodrigo Rato al Fondo Monetario Internacional (FMI). Fue la responsable de coordinar la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña después de que la mayoría soberanista del Parlamento catalán aprobara una resolución para declarar la independencia.

Es una de las favoritas para suceder a Rajoy y su mejor aval es la experiencia de gobierno: siete años ocupando la vicepresidencia. Tiene el apoyo de una de las comunidades autónomas que más militantes posee: Andalucía. Tanto el presidente del PP andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla, como su homóloga provincial en Sevilla, Virginia Pérez, y el portavoz del PP en el Ayuntamiento de Sevilla, Beltrán Pérez, han mostrado abiertamente su apoyo a Sáenz de Santamaría. Todos ellos coordinados por quien mejor conoce la fontanería del aparato del PP andaluz, Javier Arenas.

Precisamente ayer, jornada de cierre de campaña, los principales dirigentes andaluces del PP la acompañaron en su visita a la capital hispalense. Una visita que los dirigentes populares cercanos al exalcalde Juan Ignacio Zoido, afín a Cospedal, se encargaron de contraprogramar en redes sociales difundiendo vídeos de apoyo a la exministra de Defensa, algo que ocurrió a la inversa cuando Cospedal estuvo en Sevilla.

Sáenz de Santamaría se configura como uno de los valores activos más fuertes del PP. Tanto es así, que numerosos votantes de otros partidos han manifestado a través de redes sociales las simpatías que genera la mujer que actuó con mano de hierro en la era Rajoy, cuya sombra entorpece su carrera a liderar un PP funesto a causa de la corrupción de la que Sáenz de Santamaría parece estar libre. De momento.

PABLO CASADO

Otro máster que podría poner en peligro al PP

La alternativa, la juventud, la moderada rebeldía. Eso es lo que aspira a representar un Pablo Casado que ha provocado un terremoto en el aparato del PP. Todo estaba pensado para que el peso de la lucha por el poder recayera, como mucho, sobre dos candidatos que ya estaban prefijados, Sáenz de Santamaría y Cospedal.

A pesar de ese aire joven que quiere representar, su apuesta pasa por recuperar votos por el flanco derecho, aquellos que se han marchado del PP a VOX. Pero si el gran lastre que la formación conservadora tendrá que afrontar en los próximos meses es la corrupción, Casado tiene su particular sombra. En los últimos meses se han publicado informaciones que han puesto en entredicho el currículum del candidato. En concreto, todo apunta a que Casado obtuvo convalidaciones por 18 de las 22 asignaturas del máster de Derecho Autonómico y Local de la Universidad Rey Juan Carlos.

JOSÉ RAMÓN GARCÍA HERNÁNDEZ

El candidato que aspira a ser ariete de Hazte Oír

Defensa de la vida, la familia y la unidad de España. Así podría resumirse el programa de José Ramón García Hernández, el candidato que aspira a situar los valores de Hazte Oír en la línea programática del PP. Y no es baladí, pues la asociación ultracatólica ya ha editado una «guía de voto» para que los militantes del PP sepan las propuestas de cada candidato en las materias anteriormente citadas.

Para García Hernández, la eutanasia supone «una presión sobre los más débiles». «Es una aberración», señala. Tampoco contempla, por ejemplo, un diálogo con el presidente de la Generalitat, Quim Torra. «El 6 de julio seré presidente del PP y para ese día, Torra deberá haber dimitido por no estar a la altura», asegura.

Tampoco cree que exista la brecha salarial entre hombres y mujeres, la cual define como un «planteamiento típico de la izquierda» y aboga por emprender medidas «que favorezcan a las familias, a las mujeres con hijos».

ELOY CABANES

Un concejal crítico con Rajoy para salvar el PP

«Si ama a este país y tiene vergüenza, cómprese una cuerda y haga lo de los samuráis, pero a la española». Así de crítico se ha mostrado Elio Cabanes contra el expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a través de Twitter. Este concejal de La Font de la Figuera (Valencia) aspira a suceder a un líder al que acusó de dejar a España en manos de «la peor izquierda que ha existido en nuestro país».

La dureza de sus palabras podrían indicar que, en caso de ganar, el PP tendría al frente a otro representante del sector más virado a la derecha de la formación. No obstante, se muestra abierto a legislar sobre una «eutanasia pasiva», que, según indicó, se trata de «dejar de suministrar medicación».

Uno de sus puntos débiles es el referido a las muejres. Cabanes niega la existencia de la brecha salarial entre géneros, si bien las españolas cobran de media un 23 por ciento menos que sus compañeros varones según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

MARÍA DOLORES DE COSPEDAL

La ‘dama de hierro’ del PP, en el punto de mira de la corrupción

Es la actual secretaria general del PP, preside el partido en Castilla-La Mancha y llegó a gobernar dicha comunidad. Además, ocupó la cartera de Defensa en la última etapa de Rajoy al frente del Ejecutivo.A nadie escapa el hecho de que María Dolores de Cospedal es un peso pesado dentro del PP, de ahí que sea otra de las favoritas, junto a su máxima rival interna: Soraya Sáenz de Santamaría.

Cospedal pertenece al ala dura del PP, a esa facción que rechaza con firmeza la eutanasia, el aborto y se lava las manos ante la polémica de la exhumación de Franco del Valle de los Caídos. «Los españoles tienen otras prioridades en su día a día», afirmó hace unos días. Su principal apoyo dentro del PP andaluz se materializa en la figura del exalcalde de Sevilla y exministro del Interior, Juan Ignacio Zoido.

Aunque la propia Cospedal se haya presentado como martillo pilón de la corrupción –«dar la cara por la corrupción del PP ha perjudicado mi imagen», llegó a asegurar–, lo cierto y verdad es que la sombra de la corrupción acecha sobre la secretaria general del PP, que ya tuvo que comparecer ante el Congreso de los Diputados por los papeles de Bárcenas. En los manuscritos del extesorero del PP aparecen pagos a «D. Cospedal», una inscripción que fue modificada y pasó a ser simplemente «Dolores». También aparecía un tal «L. del Hierro», donde los tribunales creen identificar a Ignacio López del Hierro, marido de la candidata popular, aunque ella negó la mayor: «Hay muchos López del Hierro en España», afirmó.

De esta manera, la dama de hierro del PP se perfila como posible presidenta nacional del partido, aunque no se antoja fácil su mandato para lidiar contra la corrupción a la vista de su trayectoria.