«La visita de Juan Pablo II acabó con la leyenda negra sobre El Rocío»

Entrevista a Juan Ignacio Reales, presidente de la Hermandad Matriz. El Rocío afronta una Romería que sirve de preludio a un intenso programa de celebración que abarca los 100 años de la coronación y una venida de la Virgen

14 may 2018 / 22:07 h - Actualizado: 15 may 2018 / 18:06 h.
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  • Juan Ignacio Reales se dispone a vivir su penúltima Romería como presidente de la Hermandad Matriz. En junio de 2019 habrá elecciones en Almonte. /Juan Raya
    Juan Ignacio Reales se dispone a vivir su penúltima Romería como presidente de la Hermandad Matriz. En junio de 2019 habrá elecciones en Almonte. /Juan Raya

Dos nuevas hermandades, San Sebastián de los Reyes (Madrid) y El Viso del Alcor (Sevilla) se incorporan este año a la lista de filiales de la Matriz con los números 120 y 121, respectivamente. Cada una de ellas ha esperado «alrededor de quince a veinte años» para presentar su Simpecado ante la Blanca Paloma. Y todavía hay un listado de «más de cuarenta hermandades», erigidas canónicamente en sus diócesis, que esperan ser admitidas en la gran familia rociera.

—A un ritmo de casi dos hermandades nuevas por año, ¿no corre el Rocío el peligro de sobredimensionarse artificialmente?

—Creo que no. El crecimiento del Rocío, si viene de la mano de la creación de nuevas hermandades, no es peligroso, porque son éstas las que mejor pueden garantizar que ese crecimiento no sea sólo numérico, cuantitativo, sino que también sea cualitativo, es decir, que vengan al Rocío personas que están debidamente preparadas, que llevan todo un año de preparación, que participan en sus cultos, que hacen obras de caridad, que se preocupan de la formación de los hermanos... Mientras sean las hermandades las que articulen la devoción rociera de la mano de la Hermandad Matriz, todo está bajo control. Lo contrario sería limitar el crecimiento, ponerle puertas al campo, tirarnos piedras contra nuestro propio tejado. Si es una devoción que crece, tenemos que favorecer eso, pero reconduciéndolo. Que no sea un crecimiento desorbitado o descontrolado, ni que venga la gente por libre, sino siempre dentro de la Iglesia y del cauce de las hermandades. El crecimiento está siendo de una o dos hermandades por año, y eso permite asumirlo y organizarlo bien.

—El Rocío se dispone a vivir desde septiembre de este año y hasta mayo de 2020 un intenso calendario celebrativo que comprende, de un lado, el centenario de la coronación y, de otro, la celebración de un Año Jubilar con motivo de la venida de la Virgen a Almonte. ¿Cómo afrontan este periodo?

—Pidiendo a la Virgen que nos dé a todos mucha fuerza y salud porque realmente es un tiempo intenso que va a requerir mucho trabajo. Las circunstancias han querido que en un periodo relativamente corto de tiempo se concentren momentos que van a ser muy bonitos e importantes dentro de la historia del Rocío.

—Los actos del centenario de la coronación arrancan el 8 de septiembre con la salida extraordinaria de la Virgen. ¿Qué tal acogida ha tenido en el pueblo de Almonte la fecha de la procesión?

—Fue un tema al que le dimos muchas vueltas. Coincidía que en 2019, que es cuando realmente se cumple el centenario de la coronación, se iban a concentrar muchas procesiones de la Virgen, amén de la de la Romería y la de la venida de la Virgen a Almonte. Pero además es que el 8 de junio, que sería el día razonable para celebrar la procesión extraordinaria coincidiendo con el día en que se cumple el centenario, es que es sábado de Romería de 2019. No tiene sentido hacer dos procesiones, una ordinaria y otra extraordinaria, en una misma Romería, y además se iban a eclipsar una a la otra. Nos plantemos entonces buscar una fecha relacionada de alguna forma con este aniversario. Y dándole vueltas vimos que había una fecha especialmente relacionada con la coronación que era el 8 de septiembre, fecha en la que en Roma se firma la bula por la que se concede la coronación. Es, realmente, el momento decisivo, porque lo que hasta ese día era una aspiración, ya se convierte en una realidad. Nos pareció que es una fecha bonita para celebrar la procesión, además en un día especialmente mariano en que se celebra la Natividad de la Virgen María y en el que históricamente se celebraba la propia Romería del Rocío. Antes de que pasara a Pentecostés, el Rocío se celebraba entre el 8 y el 12 de septiembre. A ello se suma que es un tiempo climatológicamente bueno, con el verano ya declinando, y en esas fechas aún no ha comenzado el calendario de peregrinaciones de las hermandades. Y sobre todo nos parecía que empezar el centenario con un acontecimiento de esa trascendencia era como un altavoz muy importante. Es cierto que hubo un sector en general en nuestro pueblo que acogió al principio la noticia con cierta sorpresa, pero con el tiempo la gente lo ha asumido, ha visto que hay razones suficientes para el adelanto y ya todo el mundo espera este acontecimiento con mucha ilusión.

—¿Qué formato tendrá y qué sentido se le quiere dar a esa procesión extraordinaria?

—El sentido no es otro que la celebración del centenario de la coronación. Nosotros tampoco es que seamos muy partidarios de procesiones extraordinarias, pero cuando hay una ocasión que objetivamente lo justifica, históricamente se ha celebrado con una procesión extraordinaria. Los cien años de la coronación canónica creíamos que sí justificaba una procesión extraordinaria, porque la coronación de la Virgen es uno de los momentos más decisivos y trascendentes en la historia de El Rocío. Desde ese momento, una devoción que entonces todavía era comarcal, provincial, circunscrita a las comarcas más vecinas de nuestro pueblo, pasa a tener una repercusión nacional. No olvidemos que una coronación canónica entonces tenía mucha mayor repercusión que hoy día. Entonces las coronaciones venían de Roma, hoy día son los propios obispos de cada diócesis las que las conceden. En cuanto al formato, aún no está del todo decidido. Las procesiones extraordinarias siempre han tenido algún detalle que las distinguen lógicamente de las procesiones ordinarias del lunes del Rocío. Sí que hay algunas cosas establecidas: la Virgen llevará el mismo ajuar que lució el día de su coronación, es decir, el traje de los Montpensier y la corona buena con la que siempre sale y que se le regaló por suscripción popular en aquel momento. Y en los días previos, habrá algún culto preparatorio, probablemente un triduo.

—Será en la Romería de 2019 cuando la Virgen estrene la nueva corona que por el centenario de la coronación le han ofrendado las hermandades filiales. ¿Habrá una ceremonia de entrega?

—Las propias hermandades nos han hecho llegar que sería bonito tener un acto solemne y formal de entrega y bendición de la corona. Lógicamente ese acto tendría que tener lugar antes de la Romería de 2019, probablemente en la primavera.

—¿Qué simboliza para la Matriz este regalo?

—Simboliza el amor a la Virgen del Rocío que se extiende en tantos lugares de España y significa que todas las hermandades, junto a la Hermandad Matriz, forman una gran hermandad, formamos todos la familia rociera. Son los rocieros de todas las hermandades los que hacen causa común de esta celebración y se unen al gozo por estos cien años.

—El santuario del Rocío estrena en esta Romería su nueva condición de santuario nacional. ¿Qué significado tiene este reconocimiento y para cuándo se prevé su nombramiento como santuario internacional?

—Es un reconocimiento más por parte de la Iglesia, un respaldo a lo que significa la devoción rociera como una realidad de fe, como un camino de espiritualidad cristiana como pueden ser también otros muy parecidos como el que se vive a través de una hermandad de Semana Santa. De hecho, el santuario tiene ya repercusión nacional e internacional desde hace ya algunos años, pero sí nos interesa mucho que esa realidad de hecho se convierta en una realidad de derecho y que la Iglesia así lo reconozca. Estamos muy contentos con esa declaración de santuario nacional. Por ese motivo este año va a estar presidiendo la eucaristía solemne del domingo de Pentecostés el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro. Y en cuanto al trámite internacional, depende del momento en que en Roma así se considere. Creo que en poco tiempo el obispo de Huelva elevará en nuestro nombre esa petición.

—Por si fueran pocas celebraciones, en este 2018 también conmemoran el 25 aniversario de la visita del Papa, un acontecimiento que, por su importancia, se podría parangonar al de la propia coronación.

—Sí, sí. Tanto la coronación como la visita del Papa son los más importantes respaldos al máximo nivel eclesiástico que ha recibido la devoción rociera y los dos vienen a confirmar que esta manifestación de piedad popular en torno a la Virgen del Rocío es perfectamente válida para tener una vida cristiana plena. Porque es verdad que en los años ochenta, cuando se produjo el gran boom del Rocío, hubo quien no lo entendió y desde algunos sectores, incluso dentro de la Iglesia, se interpretaron estas manifestaciones de piedad popular como una religiosidad de segunda, poco purificada, donde predominaban más los elementos folklóricos o costumbristas que los puramente religiosos. Lo cual no era verdad, nunca lo fue. Pero la visita del Papa y sobre todo sus palabras y su mensaje pusieron fin y acallaron esas voces negativas, y acabaron con esa leyenda negra sobre El Rocío. El Papa vino a respaldar, con sus propias palabras, que El Rocío es una escuela de vida cristiana.

Una empresa sevillana de ingeniería aeroespacial es la que ha testado la remodelación del paso

Para que la procesión de la Virgen del Rocío en la madrugada del lunes de Pentecostés discurra de la forma más digna posible, la Hermandad Matriz ha procedido a lo largo del último año a la reforma de su paso procesional. «Hemos hecho una modificación de la mesa del paso en la que llevamos trabajando casi dos años, de tal forma que la base se ha ensanchado veintitantos centímetros por cada lado. Esa mayor anchura permite más estabilidad, el centro de gravedad baja, con lo cual las inclinaciones del paso van a ser más difíciles que se produzcan. Al mismo tiempo, esa mayor anchura nos permite tener un banco más tanto delante como detrás, con lo cual serán más personas las que van a poder llevarla sobre sus hombros», refiere Juan Ignacio Reales. Para testar científicamente esta remodelación, la Matriz encargó un estudio a la empresa sevillana Inespasa, que centra su actividad en el sector aeroespacial. Al frente del equipo de ingenieros está Antonio Ramírez, «ingeniero jefe y también uno de los propietarios de la empresa, una persona además muy devota de la Virgen», apostilla Reales. «Ese estudio descartó además que la remodelación pudiera tener algún efecto perjudicial que nosotros no hubiéramos calculado». Durante el último año se han llevado a cabo los trabajos de elaboración de la nueva base. «No hemos querido modificar la antigua base del paso, que se ha conservado intacta, y lo que hemos hecho es una completamente nueva en madera tallada de máxima calidad». ~