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Varias jóvenes vestidas de gitana en el Real de la Feria de Sevilla del año pasado. / Diego Arenas
Las mujeres que visitan la Feria de Sevilla u otras de Andalucía y no tienen un traje de flamenca que ponerse ya no tienen motivos para preocuparse. Actualmente cuentan con la opción de poder alquilarlo junto a todos sus complementos. Además, pueden tener la plena garantía de no que parecerá un disfraz. Los modelos que se arriendan son de temporada y se ajustan a las formas de cada clienta.
Este es un negocio demandado fundamentalmente por turistas de Madrid, Cataluña, País Vasco, Galicia, Valencia, Canarias, Francia, Alemania o Estados Unidos, entre otros lugares de procedencia.
Una de las empresas que se dedica al alquiler de estos trajes es Alpagui, que por 100 euros el día o 130 euros por dos jornadas, te visten de arriba abajo –flores, pendientes y mantoncillo–.
Los modelos se adaptan a las formas de cada clienta. Se pueden encargar por internet, donde existe un espacio para incluir las medidas, y así cuando se entregue el vestido, este quede como un guante. Esta firma tiene sus propios trajes de temporada y los lleva al lugar que se necesite de 9.00 a 12.00 de la mañana, aunque se adaptan a las necesidades de cada una de sus clientas, muchas de ellas repetidoras.
De hecho, según fuentes de esta empresa, tienen encargos hechos desde el verano, porque, como es lógico, cuanto antes se realice el alquiler hay muchos más diseños entre los que elegir.
La persona que opte por esta opción se puede despreocupar de todo, porque la limpieza del vestido corre a cargo de la firma. Eso sí, se debe dejar una fianza de 100 euros por si se produce algún imprevisto como que se queme el traje o se rompa. Si se descose un volante o cualquier parte del vestido que se pueda arreglar con facilidad la fianza no se pierde.
Esta casa lleva trabajando desde hace siete años y cada año tiene más demanda, sus responsables calculan que para esta Feria alquilarán entre 480 o 500 modelos.
Otra empresa que también alquila vestidos de flamenca es BeFlamenca, aunque su sistema es diferente: arrienda trajes que se los ceden para alquilar, es una especie de mediadora.
Esta firma tiene precios diferentes, según sus características. Se puede arrendar un vestido desde los 90 euros a los 160 euros por tres días. Estas tarifas también incluyen la limpieza, pero no los accesorios. Un kit de broche y flor, también por tres días, cuesta 12 euros.
Los modelos de BeFlamenca se ajustan levemente, prácticamente solo incluye el largo o anchar y estrechar –más, menos dos centímetros–.
La fianza, al igual que en Alpagui, es de 100 euros, y se reembolsa si el traje se devuelve sin daños.
Esta firma tiene en stock unos 200 vestidos, cuyas propietarias pueden ganar entre 15 y 30 euros, si su traje se alquila. La valoración de lo que BeFlamenca abona a la arrendadora depende del tipo de modelo, ya que los vestidos de los diseñadores se cotizan mejor.
Fuentes de esta empresa aclaran que no se aceptan todos los trajes, porque la idea es alquilar vestidos que no estén pasados de moda. De hecho, indicaron que el año pasado de los 170 trajes que les entregaron para alquilar devolvieron 50 porque no cumplían los estándares.