‘Spinners’ en vez de libros

La gamificación en el aula gana adeptos por momentos. Profesores de la provincia son referentes de esta manera divertida de motivar al alumnado en el aula

María Montiel marmondua /
24 feb 2018 / 22:22 h - Actualizado: 24 feb 2018 / 22:58 h.
"Educación","Aprender jugando"
  • Un profesor de un colegio público de Paradas ha introducido el popular ‘spinner’ como parte de su material educativo. / El Correo
    Un profesor de un colegio público de Paradas ha introducido el popular ‘spinner’ como parte de su material educativo. / El Correo
  • El docente Manuel Sánchez, durante una de sus clases. / E. C.
    El docente Manuel Sánchez, durante una de sus clases. / E. C.

Ir a clase diariamente no tiene por qué ser aburrido si desde el centro escolar motivan a los alumnos con divertidas maneras de enseñar. Aunque siempre ha existido la gamificación en el aula, en los últimos años se ha incrementado el número de maestros y profesores que convierten el aula en un divertido juego.

Ejemplo de ello es Manuel Sánchez, un maestro de Paradas que imparte clases de primaria en el colegio Maestra Ángeles Cuesta de Marchena. Se dedica a la docencia desde 2005, sin embargo hace cinco pensó que era más fácil unirse al enemigo que competir con él, convirtiendo su clase en un juego.

Fue tras unas navidades cuando, al volver los estudiantes a clase con un regalo de Reyes descubrió que muchos llevaban juegos de mesa. «Hicimos un taller sobre los juegos de mesa y me di cuenta del poder de los mismos. Había reglas, socialización, lenguaje, etc. Tocaba el timbre y los alumnos no querían irse al recreo», explica Sánchez, quien no para de innovar en sus clases desde que se adentró en este tipo de aprendizaje que abarca todas las materias.

Desde entonces imparte sus clases donde los superhéroes, los monstruos o el spinner forman parte del material educativo. Sánchez puntualiza que hay que diferenciar entre aprendizaje basado en juegos de gamificar donde «la clase se convierte en un juego en sí. Tu medio para enseñar es didáctico no tu objetivo». Pone como referencia algo que cuesta mucho dentro del aula: que los niños hablen solo en inglés. «Para ello, se puede proponer descubrir un asesinato, como en el cluedo. Si se quiere tener una pista que le llevará a encontrar el asesino, se tiene que hablar solo en inglés».

La edad es fundamental para la gamificación y los premios y recompensas que se consiguen una vez alcanzado el objetivo. Como señala el maestro, «no es lo mismo un niño de Infantil, al que le puedes dar como recompensa media hora más de recreo que a uno de Secundaria, donde se puede aumentar medio punto más en un examen».

En sus clases los alumnos han sido cazadores de monstruos, entrenadores de fútbol, viajeros espaciales e incluso viajeros del tiempo cual personajes del Ministerio del Tiempo. Sin embargo, este año es profesor de una escuela de superhéroes que lucha contra el PISA.

El reto de los pequeños es luchar contra la organización que ha mandado al centro a cinco agentes encubiertos. Estos duros villanos coinciden con las asignaturas a cursar en el año. Entre ellos, un científico loco que hay que vencer para que no se les olvide las matemáticas, un robot al que no les gustan los humanos y contra el que combatirán en ciencias sociales, las gemelas «flora y fauna» o el maestro de las mil lenguas.

Sánchez es un apasionado de esta manera de enseñar. Durante el fin de semana imparte clases a otros docentes sobre este tema. Asegura que este método novedoso ha ido ganando adeptos en los últimos años; «de hecho, en el blog Gamifica tu aula éramos menos de una centena y ahora llevamos miles. Además los dos últimos premios del Ministerio de Educación en trabajo en equipo se han otorgado a proyectos gamificadores, lo que confirma que las instituciones admiten esta metodología como novedosa».

Reconocido el pasado viernes como cuarto mejor docente de España, sus fichas educativas de proyectos anteriores están cosechando gran éxito entre sus colegas, que han trasladado Cazadores de Monstruos –proyecto con el que trabajó el año pasado en el aula– a sus centros este curso. Precisamente, «el año que viene puede que tengamos una sorpresa con estos cazadores».

La vida de un maestro gamificador no es nada fácil. Requiere «mucho material de elaboración propia, investigar sobre la temática e incluso tienes que conocer mucho al alumnado para motivarlo». Aunque matiza que este modelo «no es la panacea. Se estimula mucho al alumnado, además entre ellos, se contagian la ilusión porque se trabaja mucho en equipo».

También tiene que estar muy motivado el docente para trabajar diariamente en el aula. Por su lado, Carlos Lobato es profesor de biología en el IES La Campiña de Arahal e introduce también métodos gamificadores en sus clases. Da clases en Secundaria y Bachillerato pero reconoce que «este método es más efectivo en primero de ESO» donde Lobato acerca videojuegos o series de dibujos animados. El tema de los minerales y las rocas los imparte a través de una serie donde los alumnos tienen que construir su personaje a través de premios.

Dentro del temario introduce actividades puntuales de gamificación con las que consigue principalmente «tener un grupo motivado, que es muy importante para que pueda dar clases normales».