«Torre Sevilla y Caixafórum han acercado Cartuja a la ciudad»

Procedente de la Consejería de Salud, Martín Blanco desembarcó el pasado julio al frente del PCT Cartuja. Desde la nueva responsabilidad quiere mejorar la cooperación entre las empresas y resolver los problemas de movilidad con soluciones tecnológicas

23 feb 2018 / 16:59 h - Actualizado: 23 feb 2018 / 18:19 h.
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  • Martín Blanco, director general del PCT Cartuja, con el pabellón de la Unión Europea al fondo. / Jesús Barrera
    Martín Blanco, director general del PCT Cartuja, con el pabellón de la Unión Europea al fondo. / Jesús Barrera

El 27 de julio de 2017 aterrizó al frente del Parque Científico y Tecnológico Cartuja procedente del ámbito de la salud, donde Martín Blanco (Lugo, 1958) ha desempeñado diversas responsabilidades a lo largo de varias décadas. La última de viceconsejero, cargo del que dimitió hace justo ahora un año.

—Se cumplen 25 años del PCT Cartuja. ¿Cuáles son las señas de identidad que definen este parque?

—La diversidad del ecosistema y la inmersión dentro de Sevilla como parque urbano. Esas dos características lo fortalecen. Para un parque como el nuestro estar en la ciudad es bueno. En los años 80 las ciudades se quedaron desiertas de empresas y los trabajadores tenían que desplazarse a la periferia. Ahora se está dando otra tendencia, no centrifugar las áreas de producción de las ciudades. Creo que mantener las empresas dentro de las ciudades es potente para el nuevo modelo de ciudad.

—¿Está satisfecho con el grado de diversificación del parque o echa en falta alguna actividad?

—Echo en falta empresas dedicadas al turismo inteligente. Para mí es una de las facetas que tenemos que desarrollar. No hay ningún referente dentro del parque que ayude al sector turístico a hacer esta actualización de negocio que creo que es necesaria.

—¿Qué impronta le gustaría dejar con su gestión?

—Fundamentalmente, que superemos el parque como un espacio físico. El parque cohesiona a las empresas y también potencia las sinergias, pero eso no quita para que ese potencial en un mundo digitalizado no se pueda hacer de forma más virtual. Creo que hay que dar un salto a un parque situado más en la nube.

—Ahora estamos remontando la crisis. ¿Cómo ha bandeado el parque y las empresas instaladas esta coyuntura adversa?

—El parque sufrió como el resto de la sociedad pero las empresas instaladas han resistido mejor que el resto por el propio corazón de su negocio, centrado en mucho conocimiento, y ahí azotó menos. En los últimos quince años el parque duplicó su actividad económica, las empresas y se creció en casi 10.000 empleos. De hecho, el proyecto que se confecciona en 2009 de lanzar otra vez la edificación se consolidó y se acabaron casi todos los proyectos de aquella época. Tengo una herencia muy difícil de superar.

—¿Qué grado de ocupación tiene actualmente el parque?

—Estamos en torno al 80 por ciento. Tenemos aún un amplio margen de crecimiento. En 2016 se alcanzaron las 442 empresas instaladas, una cifra récord. Hubo una época en la que se bajó mucho con empresas que cerraron y eso se ha recuperado. Estamos intentando construir el parque como comunidad de empresas, no como individualidad de empresas. Tenemos una iniciativa que es crear una única herramienta de gestión inmobiliaria que indique dónde tenemos espacios libres para construir, espacios libres de oficinas, dónde hay aparcamientos... Eso hoy por hoy no existe y es uno de los retos que nos pondremos. A finales de mes tendremos ese portal de espacios Cartuja.

—¿Quedan solares para construir nuevos edificios? ¿Dónde se encuentran?

—Tenemos que resolver antes otros problemas, pero se podría construir en las parcelas destinadas ahora a aparcamientos junto a la avenida de Carlos III y la parte del canal. Hoy por hoy no hay plan de construir en ellas porque tenemos un problema importante de movilidad interna. Hay que dar solución a la movilidad, que es en el corto plazo nuestro mayor reto, donde colaboramos de forma activa con el Ayuntamiento y una vez que se resuelva, definiremos qué hacemos con los espacios. El encargo que tiene el parque es definir en este 25 aniversario lo mismo que se hizo allá por el año 89: hacia dónde camina el parque, cuál es la visión que tenemos de los próximos 25 años. Es un ejercicio que tenemos que hacer con las empresas, las universidades y las administraciones.

—Aunque aún no están disponibles los resultados de 2017, ¿hubo algún desembarco reseñable en Cartuja el año pasado?

—Fujitsu se ha vuelto a instalar en el parque y también es importante que aquellos edificios que estaban prácticamente vacíos se han ido revitalizando y están otra vez en el mercado. Recibimos solicitudes de información, hay interés en ellos. El año pasado hubo crecimiento y aumentó el número de empresas y de trabajadores.

—¿Qué edificios están en esta situación?

—Está el edificio del Instituto Andaluz de Tecnología (IAT), el de Cepes Andalucía, que está sin acabar, un edificio de Ceade que ya ha sido ocupado y el de Vorsevi, que también ha empezado a ocuparse. Se ve movimiento, hay actividad e interés. ¿Qué faltaría ahora? Incentivar instalarse aquí con políticas claras y proyectos ilusionantes, que a mi entender tienen que salir no solo de la administración, sino de las empresas, que deben ser capaces de atraer a otras empresas. Obviamente no hablamos de incentivos económicos.

—¿Las empresas están por la labor de hacer esa transferencia entre ellas?

—El ámbito colaborativo tenemos que potenciarlo mucho más. Somos mayoritariamente pequeña y mediana empresa, no existe una gran empresa que haga de tracción, así que solo puede venir de la cooperación y de la unión entre las propias empresas.

—¿Hacia qué soluciones se encamina el parque para resolver los problemas de movilidad y aparcamiento?

—Hay que conseguir construir una ciudad amigable y quien dice una ciudad, dice un parque. El parque se construyó pensando en los peatones. De hecho, los edificios no tienen aparcamiento subterráneo. Hay que recuperar ese espíritu y organizar fuera del parque los aparcamientos para la gente que viene y a partir de ahí construir las vías de comunicación internas que deben estar apoyadas en las nuevas tecnologías, tanto en vehículos eléctricos como en las que permiten compartir vehículos. Si existe la base tecnológica para hacerlo, lo que nos falta ahora son las empresas que quieran entrar a desarrollar ese modelo.

—¿Cuáles son las alternativas?

—Estamos construyéndolas. Nuestra idea es habilitar la zona del parking de la Expo, que es zona inundable y por tanto no se puede construir en ella. Podríamos poner el aparcamiento allí y liberar las bolsas actuales de parking para crecer. Lo que hay que hacer es conectar esos puntos. ¿Cómo? Estamos estudiando el vehículo autónomo para la circulación interna del aparcamiento pero hay mucha limitación legal. Lo que queremos es aplicar el concepto de smart city.

—¿De qué plazos hablamos?

—Es un proyecto que queríamos tener definido este año para que sea viable económica y tecnológicamente y en el que nos gustaría que participara la Universidad de Sevilla. Hay algún otro proyecto que espero que salga, como indicar a la entrada del parque el número de aparcamientos libres que hay.

—¿Ahora mismo están cubiertas las necesidades de aparcamiento?

—En principio hay plazas en el P-4, justo al pasar el Monasterio de la Cartuja, y en el que está al lado, el P-3. El P-1 y el P-2, en la parte norte, están llenos. Ahí hay que dar una solución que se está pensando con el Ayuntamiento. De todas formas hay que conseguir reducir una parte de la gente que viene al parque en coche. Para eso hay que dar alternativas, que pasan por un servicio público más eficaz.

—Una vez que la Junta ha desestimado el proyecto de parking en el canal de la Expo, ¿qué proyecto tienen en mente para ocuparlo?

—A mí no me desagrada el canal como está, de uso verde, pero hay que dedicarle un poco de cariño a esa zona.

—¿Y la seguridad?

—El parque tiene dos áreas fundamentales, una la que está dentro del recinto vallado en la que no tenemos problemas porque se cierra de noche. La otra, de ocio, es cierto que conlleva todo lo que va aparejado con multitudes: suciedad, ruido... pero dar a la ciudad un sitio para que haya lugares de ocio es fundamental.

—¿Han pedido al Estado ampliar la conexión del Cercanías con Blas Infante?

—Lo lógico es que cuando veamos cómo vamos a crecer, el Cercanías también lo haga. Es lo natural. Y deberíamos hacerlo ahora, cuando hay una persona sevillana en el Gobierno. Una de las cosas que necesitamos para llegar al parque es que éste esté señalizado y eso es competencia del Estado. Lo vamos a pedir formalmente en los próximos días.

—¿La opción de eliminar el vallado para integrar Cartuja como un distrito más de la ciudad está descartada?

—¿El parque de María Luisa está integrado? ¿Cumple la valla un objetivo? Sí. Las cosas son compatibles siempre que se hagan de forma organizada y se vea para qué son. Abrir el parque por abrirlo las 24 horas no tiene mucho sentido. En el diseño del plan estratégico de la ciudad estamos por primera vez. Se ha invitado al parque a participar. Hemos dado un paso de gigante porque el Gobierno municipal nos considera ese barrio tecnológico a potenciar y a poner en valor. Tiene valor cultural, artístico, turístico, arquitectónico...

—¿Ha tenido alguna repercusión para el parque la entrada en servicio de Torre Sevilla y el Caixafórum?

—Se ha notado desde dos perspectivas. Ha venido más gente al parque, ha acercado el parque a la ciudad y ha dado también un valor importante a las empresas del parque. La torre se ha llenado con empresas ya instaladas aquí.

—¿Y a efectos de movilidad?

—Hoy por hoy no. Todo lo contrario. Cuentan con más de 3.000 plazas de aparcamiento y se ha reordenado bien la glorieta. No hay quejas.

—¿Se han cubierto las expectativas con el parque?

—No solo se han cubierto sino que se han mejorado las expectativas desde todas las perspectivas: empleo, empresas, como motor de desarrollo para la provincia... Son 17.000 personas y 30.000 si hablamos de las que se mueven en torno a la isla incluyendo funcionarios y universitarios.

—¿Cómo piensan abrir el parque más a la ciudadanía?

—Se ha firmado un convenio con Legado Expo para que nos den esa visión que no tenemos. Estamos a punto de firmar otro convenio con la Sociedad Andaluza para la Divulgación de la Ciencia y con la Asociación de Mujeres Empresarias.