Un esprint de 400 obras

Coripe y Lantejuela apenas llegan, juntos, a los 5.000 habitantes. Lo que se conoce como pueblos pequeños, algo que no se destila en una provincia muy aferrada al mundo rural. Ambas tienen en su agenda de trabajo acometer una obra propia del casco histórico de Sevilla que de dos pueblos de la Sierra Sur: el soterramiento de los contenedores. No son únicos en eso de ponerse manos a la obra de aquí a otoño. En Fuentes de Andalucía finalizarán su red de carril bici, en Aznalcázar repavimentarán la vía paisajística a Isla Mayor o en Pedrera contarán con un paso subterráneo para acceder a la vía verde. Otros pueblos buscarán recuperar parte de su patrimonio: Cantillana destinará dinero para su Casa de la Cultura, Constantina hará lo propio para su plaza de toros, El Rubio terminará su albergue turístico o Carrión de los Céspedes adaptará la antigua cámara agraria para nuevas dependencias municipales.

Todo esto y más viene gracias al maná económico que ideó la Diputación de Sevilla hace un lustro para reactivar la inversión pública, inexistente en plena crisis, haciendo uso de sus ahorros –o mejor dicho, su superávit–. Ahí nació el Plan Supera que ya suma cuatro ediciones culminadas y afronta, desde este verano, su quinta edición, con cerca de 60 millones de inversión, de los cuales dos terceras partes se han dejado a libre elección de cada ayuntamiento. Unas obras a la carta que, en esta segunda mitad del año, permitirán ejecutar 388 proyectos. No es solo un número. Son medidas singulares como las de Coripe o Lantejuela, pero también otras que son de pura lógica, acorde a los tiempos, como instalar un ascensor en dependencias municipales, sobre todo pensando en los mayores. La Roda de Andalucía lo colocará en el centro de adultos y Fuentes de Andalucía en el centro funcional, mientras que Carrión de los Céspedes y El Rubio lo harán en la casa consistorial.

Algunas son demandas históricas, como la de Estepa, que destinará en torno al 70 por ciento del dinero recibido de la Diputación a rehabilitar el mercado de abastos. O por acciones estratégicas, como Osuna, villa más turística aún al unir su patrimonio a Juego de Tronos y que usará esta partida en un centro de información y promoción turística. A eso de atraer visitantes se apunta también El Pedroso, con la rehabilitación del área recreativa en la finca La Jarosa; o La Puebla de Cazalla, que rehabilitará el molino de la Casa de la Cilla con idea de adaptarlo como alojamiento turístico.

Las propuestas, pese a las restricciones impuestas por el Ministerio de Hacienda para el uso del superávit de la Diputación –lo que ha valido ya varios encontronazos entre el Estado y el presidente de la institución, Fernando Rodríguez Villalobos– son de lo más variopintas. Y no está circunscrito a los pueblos pequeños. Lebrija y Los Palacios harán buen uso de su cuota para la ordenación integral del tráfico y los estacionamientos del centro. Mairena del Aljarafe, entre otras propuestas, reurbanizará la barriada de Simón Verde, mientras que Utrera continuará con su remodelación por fases de su célebre Paseo de Consolación y Camas hará lo propio con la travesía de la N-630. La Rinconada, por el contrario, tendrá en mente la reparación de su red de carriles bici. Un destino, el de la movilidad ciclista, al que se apuntan otros pueblos más modestos como Fuentes de Andalucía, para completar su conexión, u Olivares, para dotarlo de seguridad.

Pero si hay una apuesta clara en este sentido es Dos Hermanas, que destinará más de millón y medio de euros a la mejora de la N-IV a su paso por la ciudad, que afectará a la rotonda que enlaza con la Avenida Cristóbal Colón, que será remodelada, y su conexión con la carretera de la Isla y el acondicionamiento de los márgenes de la antigua carretera N-IV.

La diputada del Área de Cohesión Social, Asunción Llamas, señaló esta misma semana que ya se están aprobando las primeras resoluciones de este quinto Plan Supera. Uno de los más avanzados es el Ayuntamiento de Tocina, que, ante esta oportunidad, presenta una terna de proyectos: la pavimentación del parque Celestino Mutis, el resfaltado de la avenida Carlos Carlo y El Rosal y la mejora del centro juvenil Blas Infante y la biblioteca Ramón Carande. El grueso de las 388 obras del Plan Supera V se empezarán a ver sobre el papel a partir de este otoño e incluso, a las malas, hasta se solaparán con los últimos coletazos de la anterior edición.

Todo ello forma parte de un calendario estricto, por el que el superávit de la Diputación solamente se puede reembolsar en otros proyecto en el año de vigencia. Para ello, la Diputación ya se fijó en abril lo que es toda una prueba contra el crono. Una sprint que se inició con la presentación de las propuestas, que expiraba en junio, cuando se aprobó en el pleno municipal. A partir de ahí, se marca un nuevo tiempo límite: el 1 de diciembre que, salvo excepciones, es la fecha límite para iniciar este zafarrancho de obras.

Estas actuaciones se acometen con fondos provinciales pero también por parte de los ayuntamientos o, de manera subsidiaria desde la Diputación, gracias a una novedad en esta quinta edición, propiciada para aquellos consistorios que se quedaron fuera en otras convocatorias porque arrastraban deudas con Hacienda o Seguridad Social.

Ahora, gracias a la disposición adicional que se introdujo en la Laula, el Supera V va a llegar absolutamente a todos los pueblos de la provincia.

Sellado de vertederos, nuevas app y hasta un embarcadero

La Diputación se ha dispuesto este año a estirar el chicle del Plan Supera al máximo y, de hecho, nadie diría que desde el Estado se limita el radio de acción para reinvertir su superávit. No en vano, el dinero destinado da para mucho. Así, se contempla 250.000 euros para sellar tres vertederos conflictivos en la provincia: en Montellano, Almadén de la Plata y El Coronil. También se reservan 377.879 euros para mejorar los problemas de distribución y conducción de agua en El Saucejo, Los Corrales y Aguadulce. En este listado no falta tampoco nuevas luminarias más ecológicas para Benacazón, Carrión, Valencina, Peñaflor o Huévar o 3,6 millones para desarrollar Ciudades Inteligentes (con APP) o desarrollo de nuevas tecnologías. Por último, se proyecta, después de varios intentos, la restauración del embarcadero fluvial junto al Guadalquivir.