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Antonio Bienvenida: el centenario de un gran maestro

La tertulia taurina ‘El Porvenir’ rindió homenaje al recordado diestro en un acto celebrado en la Caja Rural que contó con varios de sus familiares

08 abr 2022 / 10:30 h - Actualizado: 08 abr 2022 / 10:33 h.
"Las Aguas","Pasión","El tiempo","Real Maestranza"
  • Tertulianos, ponentes y familiares de Antonio Bienvenida en la Caja Rural. Foto: Sevillatoro
    Tertulianos, ponentes y familiares de Antonio Bienvenida en la Caja Rural. Foto: Sevillatoro

Nació en Caracas en 1922 pero recibió las aguas bautismales –dos años después- en la parroquia sevillana Omniun Sanctorum, en la misma pila que ya había visto cristianar a Juan Belmonte. Antonio Bienvenida era el cuarto hijo torero del Papa Negro, aquel Manuel Mejías Rapela que pastoreó una saga de seis toreros –Manuel, Pepe, Antonio, Juan, Angel Luis, también el infortunado Rafaelito- que hicieron de la madrileña casa de General Mola el cuartel general de una forma de entender el toreo: el bienvenidismo.

La tertulia taurina sevillana ‘El Porvenir’, presidida por Fernando Vera, ha tenido el acierto y la oportunidad de conmemorar el centenario de Antonio Bienvenida con un brillante y ameno acto coral celebrado en la Fundación Caja Rural este Jueves de Pasión. El evento contó con la introducción y moderación del escritor Carlos Abella –íntimo de la saga- y la participación de Miguel Bienvenida, sobrino carnal del torero y último de la dinastía que llegó a vestirse de luces; el matador y banderillero sevillano Rafael Torres y el juez José Luque Teruel, hijo del banderillero Andrés Luque Gago, además de Gonzalo Bienvenida, nieto del maestro e hijo de su hija Paloma, también presente en un acto que contó con la presencia de personalidades como Miguel Briones, secretario general de Emergencias e Interior en la Junta de Andalucía, el diputado de plaza de la Real Maestranza, Luis Manuel Halcón Guardiola y , sobre todo, Juan Antonio Ruiz ‘Espartaco’, una de las máximas figuras del ancho tronco del toreo sevillano.

Los respectivos testimonios de los ponentes ayudaron a poner en pie la personalidad humana y taurina de Antonio Bienvenida, un torero de culto cuya aura crece con el tiempo y se refuerza al cumplirse este centenario de su nacimiento. Si Miguel Bienvenida aportó varias anécdotas familiares, José Luque Teruel recordó la especial vinculación de su padre, el gran rehiletero Luque Gago, con el diestro de Caracas. Rafael Torres, que llegó a alternar con Bienvenida en la plaza de la Maestranza, puso la auténtica gracia sevillana en este ameno acto en el que Abella hizo un retablo de vivencias personales ligadas a la casta de los Bienvenida, una de las sagas fundamentales para entender la herencia y la transmisión del toreo a lo largo del siglo XX.