Observatorio taurino

Bucles melancólicos

Las corridas de la Feria de Abril no traspasarán el papel en el que fueron anunciadas. Mientras tanto, centenares de toros sólo pueden aguardar la manga al matadero

20 abr 2020 / 12:52 h - Actualizado: 20 abr 2020 / 12:54 h.
"Observatorio taurino"
  • Imponente ejemplar de la ganadería de La Palmosilla que no pudo lidiarse este domingo en la plaza de la Maestranza. Foto: Javier Núñez
    Imponente ejemplar de la ganadería de La Palmosilla que no pudo lidiarse este domingo en la plaza de la Maestranza. Foto: Javier Núñez

Tristes destinos

“Mañana a primera hora se tendrían que embarcar estos toros para su reconocimiento y posterior lidia el domingo en Sevilla.... desgraciadamente su glorioso destino puede ser la fría y aséptica sala de un matadero industrial.... que muerte más triste para un animal tan bello!” El mensaje, publicado en la red social Twitter, servía de certificado de la triste deriva en la que navega una camada completa de toros bravos cuidados con mimo y paciencia, saneados y alimentados que no valen, ni de lejos, la miseria que lleva aparejada la puntilla industrial. El ‘tweet’ lo firmaba Javier Núñez, propietario de la ganadería de La Palmosilla, que tenía que haber lidiado sus reses este mismo domingo en la plaza de la Maestranza. Pero el cartel fantasmal no ha traspasado el papel en el que fue anunciado. Más allá de la presencia circunstancial de López Simón, la combinación ofrecía el interés de dos nombres jóvenes: los del choquero David de Miranda y el ecijano Ángel Jiménez. El primero fue uno de los grandes triunfadores de la última isidrada y el segundo tomó la alternativa en Sevilla por San Miguel. Se han quedado sin una oportunidad de oro que trasciende de la hecatombe económica. Detrás de las cifras hay un complejo retablo de ilusiones rotas. Un año en el toreo es mucho tiempo...

Días vacíos y cumbres borrascosas

Es imposible no sucumbir a este bucle melancólico, empezando por los actos previstos por la Hermandad de la Macarena y la cátedra Sánchez Mejías para conmemorar el centenario de la muerte de Gallito. El pasado jueves, sin ir más lejos, tenía que haberse inaugurado la exposición conmemorativa en los bajos de Marqués de Contadero. El evento, por ahora, tendrá que esperar. Pero hay más, mucho más: el próximo miércoles tenía que estar comenzando el definitivo ciclo continuado de festejos que dan carácter taurino a esa Feria de Abril que ya aguarda su desmontaje. El diestro francés Juan Leal y los sevillanos Juan Ortega y Rafael Serna iban a ser los encargados de despachar el envío de Fuente Ymbro que se ha quedado pastando en los campos de San José del Valle. Era la primera de doce corridas de toros que ya no podrán celebrarse. La empresa, ya es sabido, ha dado por cancelados todos esos contratos y pondría en pie un nuevo abono –y otra contratación distinta- en el cada vez más improbable caso de poder celebrar algún remedo ferial en septiembre. Pero esa posibilidad, ésa es la verdad, empieza a ser remota por más que el Ayuntamiento anuncie el traslado de ese famoso día festivo que de mano en mano va y ninguno se lo queda. El personal no está para historias para no dormir. Hay que ir asumiendo que 2020 será un año sin toros pero, sobre todo, sin más de 20.000 vidas arrebatadas por ese nefasto virus que va a marcar un dramático antes y después. ¿Quién quiere oír hablar de farolillos?

Llegados a este punto y después de asumir las sombras de esa “nueva normalidad” que esboza la panda que nos gobierna hay que seguir haciéndose preguntas: ¿Qué pasará en 2021? Mientras no se encuentre y se generalice la vacuna contra este mal no se puede poner fecha a casi nada. Los espectáculos de masas lo van a tener complicado por más que se entonen cantos de sirena de corridas a plaza vacía, organizadas exclusivamente para su retransmisión televisiva. ¿De qué estamos hablando? El toreo necesita eco, respuesta, comunión con el público, ovaciones, censura, hasta silencios...

Dramas de distinto signo.

Pero habíamos elevado el batiscafo de este Observatorio Taurino semanal hablando de la imponente corrida de Javier Núñez que, tal y como ha confirmado su ganadero, podría encarar el camino irremisible y sórdido del matadero. No creo que suponga ningún trauma para la grey antitaurina. Pero ese tema es mejor dejarlo. ABC publicó este mismo fin de semana un reportaje que ponía cifras a la tragedia: 200 reses bravas perfectamente listas para su lidia en cosos de alto copete que ya habrían sido ‘gaseadas’ en Mercasevilla o Mataderos del Sur. La catástrofe para los ganaderos es total. Pero el drama doméstico de los hombres que se visten de luces, especialmente para los que lo hacen de plata, es total. Hay que darle toda la razón a Salvador Cortés. El veterano diestro de Mairena del Aljarafe también ha empleado las redes sociales para advertir que los principales beneficiarios de esa loable campaña solidaria taurina que ahora cabalga por internet bajo el lema #Echauncapote deberían ser, precisamente, los extremos más desfavorecidos del propio sector. Hay muchas casas en las que no entra un duro si no se pueden pegar capotazos ni colocar pares de banderillas. Ni más ni menos. Mientras tanto, hay algunos rayitos de luz que dejan esbozar una mínima vuelta a la normalidad, como la autorización gubernativa para que las ganaderías puedan reanudar las faenas de tienta que, lógicamente, llevarían implícito el desplazamiento de toreros. Nos vamos marchando, haciendo eco de dos efemérides, especialmente la del 60 aniversario de la alternativa de Paco Camino, figurón fundamental para entender la historia del toreo en el siglo XX. También ha hecho años -21- de la única Puerta del Príncipe de Morante de la Puebla. Hay otros en la recámara que podrían merecer un reportaje. Habrá tiempo de escribirlos. Por cierto, la Junta recibirá estos días a todos los estratos del sector reunido en el llamado Consejo Andaluz de Asuntos Taurinos. Se lo contaremos.