El XXV aniversario de la alternativa de Eduardo Dávila Miura ha animado al diestro sevillano a volver a vestirse de luces el próximo mes de julio en la feria de Santander en un cartel por determinar. Así se ha presentado este viernes en el muy taurino Hotel Colón por el propio protagonista acompañado del empresario organizador del evento, José María Garzón. El acto, conducido por el periodista Alberto García Reyes, ha servido para conocer los pormenores de una decisión que supone saldar una deuda entre dos viejos amigos según han explicado el propio torero y el empresario que destacó la “ilusión” que había puesto en contratar a Eduardo Dávila al que definió como un “amigo de la infancia” recordando que su inicio empresarial coincidió con la retirada formal del matador.
Dávila, por su parte, enmarcó este gesto dentro de la conmemoración de su XXV aniversario de alternativa pero más allá de la fecha explicó que la elección de la plaza de Santander se debía a su cercanía a la plaza de la localidad asturiana de Gijón, clausurada en la actualidad para la actividad taurina, en la que el diestro sevillano cuenta con una activa peña con la que mantiene estrechos lazos de amistad. “Siempre pensé que si un día me volvía a vestir de luces tenía que ser en Gijón pero las circunstancias han hecho que mi 25 aniversario de alternativa coincida con el cierre de la plaza por la actual alcaldesa pero resulta que José María Garzón es el empresario de Santander, un amigo de toda la vida y hasta ahora no habíamos podido hacer nada juntos”, refirió el torero para justificar esta nueva reaparición puntual.
Antecedentes
La última tarde que se vistió de luces fue el 10 de junio de 2017 en la plaza de Las Ventas para conmemorar el 175 aniversario de la vacada familiar anunciado, precisamente, con los toros de Miura. Fue una tarde agridulce para el matador sevillano que no pudo matar ningún toro de los anunciados por las sucesivas devoluciones de las reses de su lote.
Pero la primera vez que rompió su retiro fue en 2015, animado a volver a vestir el traje de luces en la plaza de la Maestranza para celebrar la presencia ininterrumpida durante 75 años de los toros de Miura en la Feria de Abril. El veterano diestro cortó una oreja y se hizo acreedor del premio a la mejor estocada que concede el jurado de la Real Maestranza de Caballería. Un año después volvía a repetir el gesto en la feria de San Fermín y, de nuevo, ante los temidos toros de la ganadería familiar que cumplían 50 ferias pamplonicas. Dávila, que sufrió una fuerte voltereta esa tarde, volvió a lograr un trofeo alternando con Rafaelillo y Javier Castaño.
Eduardo Dávila Miura, nieto, biznieto y tataranieto de ganaderos de bravo cuenta con 48 años de edad y ha encaminado su trayectoria profesional al coaching de empresas a través de la cultura y el entrenamiento taurinos y a la dirección de los cursos del Club de Aficionados Prácticos. Sus inicios en la profesión contaron la oposición familiar aunque el empeño decidido del entonces aspirante acabó rindiendo esas reticencias. Dávila debutó en Sevilla actuando en un festival en 1996. La primera vez que lo hizo vestido de luces fue para tomar la alternativa el 10 de abril de 1997 de manos de Emilio Muñoz y en presencia de Víctor Puerto con un toro de Jandilla. Dentro de su carrera hay que destacar, entre otras, la gran faena cuajada a un toro de Núñez del Cuvillo en 2000. Se retiró formalmente de la profesión el 12 de octubre de 2006. Después de reaparecer en Sevilla en 2015 afirmó que no descartaba volver a vestirse de torero en alguna ocasión especial. Será la cuarta vez que lo haga.