El Melli se llevó el trofeo; Martínez bordó el natural

El novillero sanluqueño cortó la única oreja de una interminable novillada de apertura en la que la faena más compacta y el toreo de mayor enjundia lo firmó el almeriense

08 may 2023 / 09:42 h - Actualizado: 08 may 2023 / 10:22 h.
"Plaza de Toros de la Maestranza"
  • Germán Vidal ‘El Melli’. / Arjona - Pagés
    Germán Vidal ‘El Melli’. / Arjona - Pagés

El verdadero argumento del festejo y el resultado final no coincidieron. Si el Melli había lucrado la única oreja que se cortó en toda la tarde, el almeriense Jorge Martínez iba a trazar la mejor faena, con mucho, de una tarde interminable con dos sobreros, lidias premiosas y cabales en los tendidos después de la finalización – a menos de una semana- del ese largo ciclo abrileño que ha marcado algunos titulares para la historia. Rocío de la Cámara, además, volvía a lidiar en la Maestranza con un doble recuerdo: el de su grandiosa novillada de 2018 y la más calamitosa de 2021. En esta ocasión el encierro –de común fondo manso- quedó muy por debajo de las expectativas aunque hay que anotar su excelente presentación, la variedad cromática y hasta tres ejemplares que tuvieron teclas que tocar.

Martínez, precisamente, se había fajado con ese duro encierro el día que se presentó en el coso sevillano como novillero con picadores, en la atípica feria de San Miguel de 2021. Dio un valioso paso al frente y volvió a confirmar la misma actitud e idéntica aptitud como la que mostró en 2022, confirmando su solidez con un encierro de Núñez de Tarifa. En una y otra ocasión faltó el triunfo redondo, puntuar en la estadística. Es el debe de este novillero que ya tiene anunciada su alternativa, por agosto, en la plaza de Almería. En ello se debe emplear...

El Melli se llevó el trofeo; Martínez bordó el natural
Foto: Arjona - Pagés

Fuera como fuese, Martínez volvió a reeditar esas cualidades cuajando una maciza faena, basada en un hondo y comprometido toreo al natural, al primero de su lote. Fue un novillo tardo, al que siempre había que obligar, al que enjaretó unos ayudados por alto en la apertura de una faena en la que, in crescendo, cuajó al utrero con la mano izquierda, muy reunido siempre, verdaderamente responsabilizado. El trazo de los muletazos fue hondo, siempre dicho para dentro pero el manejo de la espada, ay esa espada, convirtió el colofón de su labor en un catálogo de pinchazos que culminó con un espadazo muy bajo. Lo que podía haber sido una oreja de verdadero peso se acabó convirtiendo en decepción... Le quedaba el quinto, un astado de buena condición, masacrado en varas, que además se lastimó la mano izquierda convirtiendo la faena de muleta, pese al encomiable esfuerzo de Jorge Martínez, en un imposible. Desangrando y desplazándose a trompicones, el bicho acabó por pararse por completo.

El Melli se llevó el trofeo; Martínez bordó el natural
Foto: Arjona - Pagés

Ya lo hemos dicho. La única oreja de la larguísima novillada –casi tres horas de reloj y un mar e tiempos muertos- se la llevó el sanluqueño Melli. Ya había lucrado otro trofeo el pasado año manejando armas muy parecidas: un toreo bullidor, a veces un punto efectista y hasta el vicio de torear detrás de la mata. En cualquier caso el chaval animó al respetable bullendo y entregándose a su modo con el espectacular y manso ensabanado –guiño a las vetas de sangre Osborne de las reses de Cortijo de la Sierra- que hizo sexto que brindó una embestida algo brutilla pero potable. La espada –fundamental- validó el trofeo que el palco demoró en conceder. El Melli había quedado prácticamente inédito con un tercer utrero mortecino y aplomado con el que no pudo concretar nada más allá de matarlo por arriba y con contundencia después de pasar demasiado tiempo tratando de sacar agua de un pozo seco.

El Melli se llevó el trofeo; Martínez bordó el natural
Foto: Arjona - Pagés

Dejamos para el final al primer espada de la tarde, el novillero madrileño Víctor Hernández, que lidió en primer lugar un sobrero abantito y mansón -en medio de una brega premiosa e interminable- que llegó a la muleta desplazándose por el pitón derecho con algunas intermitencias. Hernández lo toreó con fría corrección sin terminar de entenderse con él en una faena de tono declinante que culminó muy tropezada. El cuarto fue otro sobrero, manso en todo, al que Hernández toreó con personal compostura entre huída y huída del animal, que marcó siempre sus querencias en una labor discontinua en la que, ahora sí, el madrileño pudo mostrar algún atisbo de su buen corte.

Ficha del festejo

Ganado: Se lidiaron seis novillos de Rocío de la Cámara, segundo y tercero marcados con el hierro filial de Cortijo de la Sierra, bien presentados. El primero, sobrero, resultó mansón pero de potable pitón derecho. Tardito el segundo; un auténtico marmolillo el tercero; el cuarto fue otro sobrero, manso de solemnidad; el quinto se lastimó una mano; manso y bruto el sexto.

Novilleros: Víctor Hernández, de lila y oro, ovación y ovación

Jorge Martínez, de obispo y oro, ovación y ovación

Germán Vidal 'El Melli', de rosa palo y oro, silencio y oreja

Incidencias: La plaza registró un tercio de entrada en tarde calurosa.