El miura ‘Abejero’ se impone en el desafío ganadero de Utrera

El ejemplar de Zahariche fue premiado con la vuelta al ruedo en una tarde en la que Escribano y Pepe Moral abrieron la puerta grande

05 sep 2021 / 23:42 h - Actualizado: 05 sep 2021 / 23:42 h.
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El llamado 'Desafio Ganadero' organizado en Utrera con motivo de la festividad de la Virgen de Consolación, se ha saldado con el sobresaliente juego de un ejemplar de Miura. La ganadería sevillana ganó a la madrileña de Adolfo Martín en una tarde en la que también brilló el buen momento de Manuel Escribano, que abrió la puerta grande con Pepe Moral. La corrida se había organizado cómo un duelo entre dos hierros. Los tres de Miura por delante y los 'adolfos' en la segunda parte de un festejo en el que cada uno de los matadores tenía que despachar uno y uno. El evento, en definitiva, constituía un bocado apetecible para el sector más torista de la afición que confirmó el acierto de la propuesta con su respuesta en la taquilla.

El primero, de Miura, de hechuras arcaicas y espectacular pelo salinero, evidenció sus pocas fuerzas en su trote pajuno. En realidad se quedó sin picar, con la gente a la contra y pidiendo su devolución. El toro pasó rebrincado en la muleta, pero sin poner demasiados problemas a Rafaelillo, que tuvo que desistir después de un derrumbe. Lo atravesó con la espada. El cuarto, ya de Adolfo Martín, humilló y metió los riñones en el caballo. El Lipi lo banderilleó con brillantez y Rafaelillo lo brindó al ganadero Manolo Bajo. El toro iba a ser otro cantar en la muleta: rebañando y revolviéndose; buscando los tobillos del matador que tuvo que sortear todo tipo de dificultades con entrega, profesionalidad y sin volver la cara.

Escribano recibió con una larga en el tercio a su primer 'miura', un ejemplar entrepelado y salpicado. Lo abrió mucho para un segundo puyazo, recetado por Peña, y lo banderilleó con su solvencia habitual antes de cuajarle una templada faena, especialmente por el lado izquierdo, que exprimió la bondad del animal. La espada cayó en los bajos pero no le impidió cortar las orejas. Le quedaba su 'adolfo', un ejemplar muy en Albaserrada, que apenas se desplazó en los capotes. El diestro de Gerena levantó el ambiente con los palos antes de brindar a sus colegas El Cid y El Cuqui de Utrera. Escribano se mostró solvente y resolutivo, sorteando las dificultades de una embestida corta que tenía más peligro que emoción. Con la espada naufragó.

El tercer espada era el palaciego Pepe Moral, que se las vio en primer lugar con un 'miura' al que recetó una larga y lanceó animoso. Tiró de la distancia larga para la suerte de varas y el toro aceptó el envite con alegría antes de desplazarse con importancia en el excelente capote de Chacón, que enseñó el camino a seguir y las virtudes del animal. Moral, apercibido de la calidad de 'Abejero', fue centrándose en una faena de menos a más, que alcanzó su mejor tono por el pitón izquierdo. Fue una labor muy voluntariosa pero algo desigual que remató de una estocada tendida y defectuosa que no impidió que cortara las orejas. Al toro se le concedió una merecida vuelta al ruedo póstuma en el arrastre. Le quedaba el sexto, tercer y último pupilo de Adolfo Martín, que se dejó pegar sin más en el caballo. No puso las cosas fáciles en la lidia aunque Chacón se la jugó de verdad con los palos, especialmente en un segundo par del que salió apuradísimo. El toro reponía en un palmo de terreno pero le acabó exprimiendo un puñado de muletazos intensos sin librarse de un buen susto del que salió con la espada de ayuda enhebrada en la pierna entre evidentes gestos de dolor. Esa entrega iba a poner en sus manos otra oreja.

FICHA DEL FESTEJO

Se lidiaron, tres y tres, toros de Miura (primero, segundo y tercero) y Adolfo Martín. De los miureños, resultó inválido el primero; noble el segundo y boyante el tercero, que fue premiado con la vuelta al ruedo. De los 'adolfos', el cuarto desarrolló peligro y complicaciones; tampoco sirvió el quinto, de viajes cortos, como el sexto, algo más potable.

Rafaelillo, de azul pavo y oro, silencio y oreja

Manuel Escribano, de negro y azabache, dos orejas y silencio tras aviso

Pepe Moral, de negro y plata, dos orejas y oreja.

La plaza registró tres cuartos de entrada sobre el aforo previsto, correspondiente a un 50% del total. Destacaron los picadores Francisco Peña, Francisco Romero y los banderilleros Antonio Chacón y El Lipi, que saludaron.