La inauguración del monumento a Joselito ya tiene fecha. Será el próximo 26 de noviembre y delante de la Basílica de la Macarena poniendo un punto y aparte –no se tratará de un punto y final- al programa de actos previsto por la Hermandad de la Macarena y la cátedra Sánchez Mejías de la Hispalense para conmemorar el centenario de la muerte del coloso de Gelves en el ruedo de Talavera de la Reina hace poco más de un siglo.
La comisión creada por ambas entidades ha decidido recuperar y continuar con parte del programa que había sido presentado el pasado mes de diciembre bajo el lema ‘Joselito El Gallo, cien años de gloria’ tras el parón provocado por la pandemia iniciado a mediados de marzo, prácticamente en coincidencia con el inicio del guión de actos previsto.
Programación otoñal
El inicio del estado de alarma apenas había permitido iniciar esa programación cultural preparada por la comisión nombrada al efecto. La única charla celebrada hasta ahora, el pasado 12 de marzo, estuvo centrada en las devociones de Joselito y reunió en la misma mesa al historiador Andrés Luque Teruel, al abogado Enrique Henares, al propio hermano mayor de la corporación macarena, José Antonio Fernández Cabrero y al autor de estas líneas, Álvaro Rodríguez del Moral, que ofició como ponente y moderador. Pero aquel acto, que se celebró in extremis tenía aire de un hasta luego. Solo faltaban dos días para que la cotidianidad volara por los aires a lomos del estado de alarma...
La única charla que se ha podido celebrar hasta ahora versó sobre las devociones de José.
Pero la comisión no ha dejado de trabajar en estos meses para dar continuidad al programa sin descartar llevar algunos de los actos –especialmente la exposición- al año 2021. Fruto de ese empeño es la reactivación del programa que permitirá que el próximo jueves, día 22 de octubre, se celebre la mesa redonda ‘Joselito y el toro’ que reunirá en el salón de actos de Caja Rural del Sur a Eduardo y Antonio Miura, Carlos Urquijo y Luis Rufino Charlo bajo la moderación del periodista Álvaro Acevedo. Los ponentes, descendientes de los ganaderos más próximos a la figura de Gallito, analizarán la influencia capital del torero en la crianza y el futuro del toro de lidia y su intensa relación con el campo bravo de la época.
Estos actos se reanudarán el 12 de noviembre con la presentación en el Salón Colón del Ayuntamiento de Sevilla del libro de Paco Aguado ‘Joselito El Gallo, rey de los toreros’, reeditado y ampliado con motivo del centenario de la muerte del diestro. Intervendrán el autor del libro, el diestro sevillano Pablo Aguado y Juan Carlos Gil, director de la cátedra Sánchez Mejías. Dicha presentación podrá ser seguida en los medios de la Hermandad de la Macarena en streaming.
Una escultura de Manuel Martín Nieto
El año de Joselito –o su primera parte- culminará el jueves 26 de noviembre con la inauguración de la estatua -obra de Manuel Martín Nieto- que la Hermandad de la Macarena erigirá en su memoria en la Plaza de la Esperanza Macarena, delante de la propia basílica de la Esperanza. El acto, que será público -en la medida que lo permita la evolución de la pandemia-, está concebido “como un gran homenaje a Joselito no solo como torero sino como hermano fundamental en la historia de la corporación de la Madrugada -está declarado como Patrimonio Inmaterial Macareno- y figura clave en la cultura y la sociedad de la Sevilla de primeros del siglo XX” según ha explicado la Hermandad en un comunicado
Manuel Martín Nieto, escultor e imaginero de Morón de la Frontera, ha sido el encargado de materializar en barro primero y en bronce después la memoria del torero de Gelves. El creador, con la ayuda de Manuel Peña y Andrés Luque Teruel, se ha basado en una conocida fotografía de Joselito haciendo el paseíllo en la plaza de Valencia para idear un monumento que le retrata con la montera en la mano y liado con el capote de paseo. Se trata de una escultura de tamaño natural que pretende sumar dos facetas: la de torero y la de devoto de la Esperanza.
El escultor ya desveló en el acto de presentación de los actos previstos –el pasado mes de diciembre- el boceto en dos dimensiones de su obra, afirmando que había querido representar al “macareno que hace su último paseíllo mirando a la Virgen de la Esperanza”. La escultura esconderá otras claves, como el rostro de la Virgen en el interior de la montera que sostiene el torero. El pedestal de la escultura estará flanqueado de cuatro relieves que retratarán todas las facetas del mítico diestro en relación con la cofradía de la Macarena: las mariquillas, la corona de Reyes, su relación con su hermano Rafael y Eduardo Miura y la imprescindible referencia a Juan Manuel Rodríguez Ojeda.
Exposición demorada
Pero aún quedan cosas en el tintero. El plato fuerte del programa de actos era la ambiciosa exposición que “no sólo pretendía mostrar la influencia de Joselito en la historia de la tauromaquia, sino que también buscaba recomponer, como si fuera un caleidoscopio, una época de España, mirada a través de la cultura, de las distintas manifestaciones artísticas, de los movimientos sociales y de los toreros que fueron determinantes en aquel momento histórico”, según explicó en su momento Juan Carlos Gil, comisario de la muestra. La voluntad de la Hermandad de la Macarena y de la Cátedra Sánchez Mejías es celebrar esta exposición en 2021 así como el resto de mesas redondas que, debido a la pandemia, quedaron aplazadas.
En dicha exposición se pretende exponer objetos personales del diestro, además de documentos significativos: pinturas y esculturas, carteles destacados, fotografías, recortes de prensa y vídeos. La exposición permitirá seguir el acontecer cronológico de su vida, desde su nacimiento en Gelves y su niñez en el entorno de los barrios de San Lorenzo, Feria y la Alameda hasta su trágica muerte en Talavera de la Reina. Además, en otro apartado se expondrá la relación de Gallito con diferentes ámbitos culturales y sociales de interés, poniendo un especial acento en su vinculación familiar con el mundo del flamenco –no hay que olvidar su parentesco un cantaor de la talla de Manolo Caracol- y en su devoción a la Virgen de la Esperanza a la que ofrendó algunas de las piezas maestras de su atavío más genuino como las famosas mariquillas de cristal verde.