El planeta de los toros sigue a la expectativa

Los resultados de las recientes elecciones generales preocupan al mundo del toro, necesitado de portavoces cualificados para cumplir ese afán de comunicación que persigue la flamante Fundación

21 dic 2015 / 22:13 h - Actualizado: 21 dic 2015 / 23:19 h.
"Toros","Observatorio taurino","El Juli"
  • El Juli da un pase con la muleta en una imagen de archivo. / EFE
    El Juli da un pase con la muleta en una imagen de archivo. / EFE

El análisis de las recentísimas elecciones no compete a esta página. Pero el toreo permanece alerta y expectante, pendiente de los movimientos que se puedan producir. El indesable pacto de perdedores sería una trágica noticia para la actividad taurina si nos atenemos a lo que ya ha ocurrido en no pocos ayuntamientos y comunidades. Nunca, como ahora, se ha jugado tanto... Y es que el acoso a este planeta antiguo permanece vigente y activo. Sólo hay que poner en marcha la moviola para rescatar los momentos más comprometidos de esa entrevista arriesgada que El Juli solventó con elegancia y datos fundamentados soportando con estoicismo que el entrevistador –el tal Risto Mejide– le «llamara asesino en serie» y propusiera ideas peregrinas como meter a los toros de lidia en una reserva.

Necesidad de un portavoz cualificado

La presencia de don Julián López en el programita de marras nos lleva a otro terreno. El diestro madrileño supo comunicar la verdad del toreo con serenidad, lenguaje claro y brillantez expositiva. ¿Por qué no convertirse en el definitivo portavoz que necesita la torería? Las guerras intestinas parecen haber quedado atrás y el maestro madrileño –u otro matador retirado de referencia– podría ejercer ese papel que no puede detentar el presidente que se han buscado los toreros. Y es que la junta de patronos de la flamante Fundación del Toro de Lidia queda coja de la pata que corresponde al personal de coleta. La patronal taurina está representada por un peso pesado: Manuel Martínez Erice; los ganaderos por el presidente de la Unión, Carlos Núñez; los toreros, por el modesto diestro charro Juan Diego que, con o sin el papel que le han otorgado sus compañeros o el que haya asumido de forma personal no tiene la presencia y la proyección pública suficiente. Y sin salir de la fundación, se dice y se repite que los dos frentes principales de actuación serán la ley y la comunicación. Dicen que ya se están dando pasos en el ámbito jurídico. Parece que ya se han puesto manos a la obra con la pólvora que se ha gastado en salvas en Baleares. De paso, podrían estudiar lo que cuesta llamar asesino a alguien. En el apartado de la comunicación permanecemos a la espera. Sólo sabemos que han nombrado a un tal Borja Cardelús Carnicero –con acreditada experiencia en gestión cultural– como director general de una entidad que sigue necesitando el apoyo de todos los actores de este particular guiñol al que llamamos Tauromaquia. Merece la pena intentarlo. Aunque los políticos lo han puesto complicado, traten de disfrutar la Navidad con los suyos.