Observatorio taurino

Empezamos con Morante y acabamos con Curro Romero

Las noticias y los avances de la temporada que vendrá se enhebran con la intensa parafernalia taurina que está despidiendo un año de transición a la ansiada normalidad

13 dic 2021 / 12:36 h - Actualizado: 13 dic 2021 / 12:39 h.
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  • Morante, en su salsa, en unas fiestas de San Sebastián en La Puebla del Río.
    Morante, en su salsa, en unas fiestas de San Sebastián en La Puebla del Río.

Morante, que anda por tierras mexicanas, sigue acaparando titulares. El diestro de La Puebla, el mejor de 2021, seguirá pisando el acelerador en el año que está a punto de estrenarse. El torero está dispuesto a poner en pie una temporada intensa en el planteamiento y extensa en el metraje que comenzará temprano, tempranísimo. Será a comienzos de febrero para celebrar San Blas. Morante quiere hacer el paseíllo en una feria –la de Valdemorillo- en la que no ha sido habitual la presencia de figuras.

Pero hay más: el diestro de La Puebla quiere anunciarse con los toros de Martínez, los legendarios berrendos de Colmenar Viejo que entusiasmaban a Joselito El Gallo. El matador cigarrero no se ha puesto nunca delante de ellos; ni en un tentadero. Pero la apuesta le estimula como un guiño a la mejor historia del toreo. Ojalá salga bien el empeño, pistoletazo de salida de la campaña 2022 que debe conducirnos a la ansiada y verdadera normalidad. Con permiso de la sexta ola y las que puedan venir aún.

El tema de las puyas

A partir de ahí, el torero se prodigará en toda la geografía taurina. Ya es sabido que ha pedido el encierro de Torrestrella para contratarse en Sevilla, un ciclo en el que hará y deshará antes de que la empresa atienda a otros toreros. Cuatro tardes son seguras. También se sabe ya que va a lidiar tres de las cuatro corridas previstas por Toño Matilla para la plaza de Jerez en una temporada que tendrá dedicatoria: al jinete, ganadero y rejoneador Álvaro Domecq Romero, uno de los mejores embajadores de la ciudad del Guadalete. Tres de esas corridas se celebrarán por la Feria de Caballo –del 12 al 14 de mayo- y la cuarta, el 23 de julio, recuperará el formato de concurso de ganaderías que caracterizó una de las citas de mayor solera del antiguo calendario taurino del coso jerezano.

Morante ya anduvo detrás de la recuperación del festejo en 2020 antes de que los rigores de la pandemia mandaran todo al garete. Entonces se habló de un mano a mano con El Juli, de seis hierros de la tierra... Pero, sobre todo, Morante ansiaba probar las puyas que había fabricado Manolo Sales en colaboración o bajo la inspiración del veterinario Julio Fernández Sanz. El proyecto, condensado en un libro, se presentó días atrás en la propia plaza de la Maestranza. Se trata de experimentar una nueva puya menos lesiva con una premisa fundamental: mejorar el espectáculo. No se trata de contentar a antis o ternuristas sino de refrescar la verdadera grandeza de la suerte de varas y con ella, el lucimiento y la competencia de los espadas en los olvidados quites, hoy convertidos en meros remedos –con o sin lucimiento artístico- lejos del caballo.

Vamos dejando ya a Morante, recordando que la mejor manifestación protaurina es colmar las plazas de toros. El asunto viene al caso de llenazo del inmenso embudo de la Monumental mexicana en la corrida guadalupana, este mismo domingo. Al atractivo del diestro cigarrero se unía la reacción por ese intento abolicionista que, por ahora, ha vuelto a quedar en vía muerta pero amenaza seriamente la continuidad del espectáculo taurino en el país azteca. El cigarrero no tuvo opciones. El gato se lo llevó al agua Antonio Ferrera –estrenando el apoderamiento de Cristina Sánchez- con una de esas performances que prodiga en su nueva época. Ya es sabido: el diestro extremeño pasó del productivismo al clasicismo; de ahí al manierismo. Ahora gravita en torno al surrealismo. Pero, ojo, aquí hay sitio para todos.

Y dejamos ya a Morante, recordando que los encierros de La Puebla vuelven mejorados y ampliados para celebrar las fiestas de San Sebastián. El torero ha vuelto a implicarse a tope para que todo salga a la perfección. Será en doble sesión: los días 22 y 23 de enero sumando la bajada matinal de las reses a su lidia en los festejos vespertinos para promocionar nuevos valores. El ambiente es inigualable. Merece la visita.

Todos con el Faraón

Vamos bajando el batiscafo por esta semana. La parafernalia taurina de este intenso final de año sigue navegando a todo trapo. La pasada semana se celebró un almuerzo –cocinado con mucha discreción por los toreros participantes- en el que la gente de coleta homenajeó a su forma a Curro Romero, sinceramente feliz entre los suyos. El encuentro tuvo lugar en el Salón de los Carteles de la plaza de la Maestranza, con el teniente Santi León de inmejorable anfitrión. El faraón de Camas se sentó muy cerca de Rafaelito Chicuelo y Alfonso Ordóñez, conformando un cartel de campanillas que llegó a ser real. Torearon juntos una novillada de Fermín Bohórquez en el Puerto de Santa María en el ya lejano año de 1957. El toro y la vida les llevó por caminos distintos. Curro tomó la alternativa dos años después; a Chicuelo se la había dado Antonio Ordóñez un año antes. Alfonso dejó los bordados en oro para convertirse en rey de la plata. La amistad de los viejos toreros permanece intacta.

Pero hay más cosas. Aula Taurina estrena este mismo martes sus ya tradicionales ‘Lecciones Magistrales’ que alcanzan su XX edición. El protagonismo recaerá en los diestros Paco Ruiz Miguel, José Luis Galloso y en la conmemoración del centenario de Pepe Luis Vázquez. Pero la memoria del Brujo de San Bernardo no quedará ahí. El día 21, día en el que se cumple un siglo exacto de su nacimiento, se presentará el programa de actos cocinado por la Caja Rural y el Círculo Cultural Taurino ‘Pablo Aguado’, con el periodista Álvaro Acevedo en calidad de comisario. Sigue la marcha.