- Ponce se dobla por bajo con un toro en la plaza de Santander
La vuelta de Ponce ya tiene fecha, hora y lugar. Será en el coliseo romano de Nimes el próximo 17 de mayo en el transcurso de la feria de Pentecostés, una vez pasados los ciclos más trascendentales del primer tramo de la temporada –Valencia, Sevilla y la mitad de San Isidro- en una temporada de reaparición que unos quieren ver como gira de despedida y otros, como mera toma de contacto para una vuelta con todas las consecuencias que no tendría aún fecha de caducidad.
Tal y como era previsible –el entusiasmo del productor francés era indisimulable- el gato al agua se lo ha llevado Simón Casas que hace escasos días ya se había fotografiado junto a su socio Rafael García Garrido –empresario en Madrid y Valencia- y el apoderado del veterano diestro, Juan Ruiz, despejando cualquier duda sobre los planes del valenciano. “Pues si Maestro, nos volveremos a ver en Nîmes el viernes 17 de mayo 2024. Le agradezco de haber elegido la plaza de Nimes, donde tenemos tantos felices recuerdos común, para su reaparición tan esperada. En nombre de la afición nimeña: muchas gracias”, ha escrito el propio casas en su perfil personal de la red social Instragram concretando la fecha de lo que ya era un secreto a voces.
Retirada en 2021
Ponce puso un inesperado paréntesis en su larguísima carrera el 29 de junio de 2021, justo antes de cancelar el contrato que le anunciaba en la plaza de Burgos a la que ya había acudido su cuadrilla. Pero el diestro valenciano no llegó a pisar la capital castellana emitiendo un comunicado en el que tenía especial atención “a quienes durante más de tres décadas” le habían acompañado.
“Lo primero que quiero deciros es gracias por su cariño y apoyo incondicional, en especial durante este último año de pandemia en el que decidí defender la tauromaquia, tirar para adelante y devolverle al mundo del toro lo mucho que me ha dado. En este momento de mi temporada taurina 2021 he decidido hacer un alto en el camino y retirarme por tiempo indefinido”, explicaba Ponce que, en esos momentos, acaparaba titulares alejados de la prensa taurina por su separación de su mujer desde 1996, Paloma Cuevas, y la nueva relación que había comenzado con una jovencísima estudiante de Derecho de Almería, Ana Soria.
¿Una campaña para decir adiós?
Está por ver aunque algunas informaciones apuntan a que la tarde del definitivo adiós se produciría el 9 de octubre en la plaza de Valencia en coincidencia con la festividad de la comunidad. Antes, avanza Zabala de la Serna en El Mundo, podría pisar ruedos como los de Arlés –en su Goyesca-, Alicante, Málaga, Almería, Santander, Gijón, El Puerto de Santa María, Pontevedra o Murcia sin descartar su paso por una plaza fundamental en su carrera: la de Bilbao. No serían más de veinte tardes pero... ¿Podría estar Ponce en Sevilla por San Miguel? Sería un reto para Ramón Valencia y un nuevo hito para el ciclo septembrino después de la despedida de El Juli el pasado uno de octubre.
Los laureles
En cualquier caso, esa temporada de despedida o la que pudiera venir después, sería el necesario colofón a una extensa carrera que comenzó en la segunda mitad de los años 80 del pasado siglo XX cuando un menudo novillero asombró a toda la profesión por su precoz capacidad delante de los novillos. Su debut con picadores en Castellón, el 9 de marzo de 1988, puso en guardia a la afición. Tomó la alternativa en Valencia el 16 de marzo de 1990 de manos de Joselito y en presencia de Litri. El toro del doctorado pertenecía al hierro de Diego Puerta. La confirmación madrileña llegó en la feria de otoño de ese mismo año, apadrinado por Rafael de Paula aunque su definitivo despegue se produjo a raíz de una improvisada encerrona valenciana en verano del 90 en la que mostró sus credenciales de inminente figura.
El diestro valenciano está en posesión de la Medalla de Oro al mérito en las Bellas Artes, el Premio Nacional de Tauromaquia de 2017 y es académico de la Real de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de Córdoba. Además, arrasa en la estadística: es el único matador de la historia que se ha mantenido a lo largo de más de 30 temporadas sin apearse de la primera fila; navegando al máximo nivel de exigencia y cubriendo campañas completas -de Olivenza a Jaén- con una altísima regularidad en el triunfo. No está de más recordar que el diestro de Chiva llegó a superar durante diez años la cifra de cien corridas toreadas en la temporada española. El maestro valenciano puede presumir, además, de ser el matador que más toros ha indultado en toda la historia o de haber rebasado el record de Lagartijo el Grande, al acercarse a la cifra de 5.000 toros muertos en su carrera.