El picador de toros Francisco López, el Largo de La Algaba, ha fallecido este viernes en Sevilla a los 81 años de edad víctima del covid-19 que le fue diagnosticado hace un par de semanas. López no ha podido superar los efectos del virus y engrosa ya las dramáticas estadísticas de la pandemia. El fallecimiento del varilarguero algabeño, un personaje carismático y querido dentro del mundo del toro, ha supuesto un mazazo para los profesionales.
El ‘Largo’, como era popularmente conocido en su localidad natal, se inició profesionalmente en el año 58 después de haber servido como caballista en la finca El Gordillo. Llegó a subirse al caballo de picar a las órdenes de Antonio Ordóñez. Curiosamente se retiró después de 43 años de carrera picando con su nieto Francisco Rivera y antes había llegado a torear con Paquirri, su padre, aunque en su trayectoria profesional hay que anotar otros matadores de toros de renombre como Antonio Borrero ‘Chamaco’, Curro Romero, Manolo Vázquez, Paco Ojeda, Litri o Finito de Córdoba. También hay que destacar su papel de figurante ecuestre en películas como ‘Carmen’ o Lawrence de Arabia.
Su imponente presencia era habitual en el ambiente taurino algabeño. Tocado con un sombrero de alas anchas, su estatura sobresalía en el callejón del peculiar coso de la localidad ribereña, una de las más taurinas de la geografía provincial. La saga taurina y ecuestre de Paco López no ha quedado interrumpida. En la actualidad es su sobrino Pedro Géniz López el que sigue vistiendo la mona de hierro, la calzona de gamuza en la cuadrilla de Cayetano.