- Homenaje en septiembre en Coria del Río a Manolo Corona.
El matador de toros, posteriormente banderillero Manolo Corona -su verdero apellido era Cantón Moreno- ha fallecido a los 52 años como consecuencia de una larga enfermedad y el radical deterioro de su salud que había experimentado en los últimos años y que precipitó su retirada de los ruedos. El lidiador, precisamente, había sido objeto de un homenaje en la corrida de toros celebrada el pasado 15 de septiembre en Coria del Río, localidad de la que se le consideraba natural a pesar de haber nacido circunstancialmente en Ginebra (Suiza) a la que habían emigrado sus padres. En ese momento, llevado en una silla de ruedas, se hicieron evidentes los estragos de la enfermedad.
Tras sus primeros escarceos taurinos, Manolo Corona debutó con picadores en la plaza de Hervás (Cáceres) el día 15 de agosto de 1986, con novillos de Francisco Rivera y en compañía de Andrés Caballero y José Luis Ramos. Al año siguiente, el 24 de mayo de 1987, llegó la presentación en Sevilla con novillos de Caridad Cobaleda y Alberto Martínez y Juan Pedro Galán en el cartel. Tuvo que esperar otro año más, al 12 de junio de 1988, para debutar en la plaza de Las Ventas con novillos de Santa María y con David Luguillano y Rui Bento Vázquez en el cartel. Aquel día resultó herido. Su carrera entró en un progresivo declive hasta tomar la alternativa en la plaza de la Maestranza el 15 de agosto de 1994 de manos de José Luis Parada, con Pepín Liria de testigo y toros de Prieto de la Cal.
Llegó a ser incluido en el llamado festejo de la oportunidad, de seis matadores en busca de un asidero, celebrado en la plaza de Sevilla el 8 de abril de 1997, que acabaría pasando a la historia por la gravísima cornada que desfiguró el rostro del diestro Franco Cardeño cuando trataba de recibir a porta gayola al primer toro de Prieto de la Cal. Corona, sin suerte, firmó aquel día su última actuación como matador de toros.
Posteriormente se hizo banderillero destacando en las temporadas a las órdenes de Morante de la Puebla. Distintos problemas de salud, vaivenes personales y una dolencia cardíaca -un hijo suyo murió repentinamente por un problema similar- precipitaron su retirada. De hecho, llegó a sufrir una qngina de pecho toreando en la Maestranza, en la cuadrilla de Luis Vilches, de la que tuvo que ser atendido por el cirujano Ramón Vila en la enfermería sevillana. Después de colgar el traje de luces llegó a ejercer algún tiempo como veedor del propio Morante. En los últimos años su estado se había deteriorado irreversiblmente.