La peculiar plaza de toros de La Algaba no verá abrirse sus puertas el próximo 12 de octubre para acoger el festival taurino previsto a beneficio del Banco de Alimentos y en recuerdo y homenaje a las víctimas del covid-19. Así lo han decidido la empresa Bullstar Espectáculos, regentada por Juan Antonio Medina, y el propio ayuntamiento algabeño teniendo en cuenta “los rebrotes de coronavirus que en las últimas semanas se están produciendo en la localidad sevillana”, según ha anunciado la propia empresa en un comunicado en el que se precisa que el festejo se aplaza hasta el próximo 28 de febrero “siempre y cuando las condiciones sanitarias lo permitan llegado el momento”.
Juan Antonio Medina explicaba a finales de junio que este evento había sido organizado para “rendir un homenaje a las víctimas del Covid-19 y a todos los trabajadores que han estado en primera línea de combate frente al coronavirus”. El gerente de Bullstar Espectáculos ya anunció entonces que los beneficios obtenidos iban a ser entregados al Banco de Alimentos de Sevilla, “entidad que ha visto casi triplicada el número de familias atendidas a raíz de la pandemia del coronavirus”.
Fiestas suspendidas
Medina quería contar con un cartel de figuras que no llegó a ser anunciado. El empresario, que cuenta con el apoyo explícito del Ayuntamiento de La Algaba, también encontró palabras de reconocimiento de su alcalde, Diego Manuel Agüera, que agradeció la predisposición de la empresa organizadora en un año atípico para la localidad ribereña que, como tantas, se ha visto obligada a suspender sus tradicionales fiestas septembrinas que giran en torno al toro. Este festejo, de alguna manera, suponía renovar la apuesta municipal por la tauromaquia aunque su celebración quedará pendiente de la evolución sanitaria de la pandemia.
La empresa Bullstar Espectáculos garantizó en su momento que se iban a cumplir todas las medidas sanitarias establecidas tanto por el Ministerio de Sanidad como por la Junta de Andalucía para que la asistencia al festejo se hiciera con la máxima seguridad posible tanto para los espectadores, los trabajadores y los profesionales. En cualquier caso, las nuevas restricciones de aforo impuestas por la Junta –se obliga a una separación de metro y medio entre los espectadores- habría supuesto una importante merma de los ingresos previstos.