Manuel Vázquez Rodríguez-Toajas es, hoy por hoy, el último eslabón de la dinastía taurina surgida en torno al viejo matadero de San Bernardo a mitad del siglo XIX. El jovencísimo novillero sevillano se presenta con picadores el próximo sábado en la plaza de la localidad sevillana de Osuna en una corrida mixta.
Será el colofón a su brevísima etapa como novillero sin picadores que se inició el 16 de septiembre de 2017 en Higuera de la Sierra. Sin solución de continuidad, el flamante novillero con caballos comparecerá ante el público de la plaza de la Maestranza en el festival organizado por la Hermandad de la Macarena el próximo 12 de octubre.
Su tío Pepe Luis Vázquez Silva apadrinó aquella presentación en público que supuso todo un acontecimiento social que trascendió de lo estrictamente taurino. Y Pepe Luis volverá a amparar este nuevo fielato profesional encabezando el cartel de la mixta del sábado. La terna la completa el diestro malagueño Javier Conde y el ganado –toros y los novillos- pertenecen a la divisa de Albarreal.
El último Manolo Vázquez es nieto del recordado maestro del mismo nombre, fallecido el 14 de agosto de 2005. Pero... ¿Quién fue el primer Vázquez torero? Rebuscando en la historia encontramos el nombre de Francisco Vázquez, ‘Vázquez Chico’ en los carteles, un modesto banderillero decimonónico y el iniciador de la saga.
José Vázquez Roldán, su hijo y nacido en 1892, también intentó ser torero y aunque no logró alcanzar la gloria sí puede presumir de haber ramificado una dinastía que ahora alcanza su quinta generación. Pepe Vázquez fue novillero y trabajó de matarife en aquel vivero taurino que cosía el arrabal de San Bernardo con el gremio del matadero, mudado al Cerro del Aguila desde la Puerta de la Carne.
Vázquez Roldan fue padre de una extensa prole en la que descollaron dos figuras clave: Pepe Luis y Manolo Vázquez Garcés. El primero, fallecido en 2013, es considerado uno de los nudos fundamentales del toreo hispalense además de uno de los artistas más importantes que dio el toreo en el siglo XX.
Su hermano Manolo, alternativado por Pepe Luis en 1951, sublimó el toreo de frente y restauró los valores añejos del toreo en aquella reaparición -entre 1981 y 1983- sin la que no se podría entender su trascendencia taurina actual. Pero hubo otros Vázquez Garcés que vistieron de luces.
Son Rafael (1926), que comenzó de novillero antes de decidirse a tomar las banderillas. Antonio (1933) sí alcanzó el grado de matador de toros. Se lo otorgó su hermano Manolo en las fallas de Valencia de 1954. No toreó mucho y acabó vistiéndose de plata. La última rama de esta generación fue Juan, que lo intentó como novillero antes de pasarse a las filas de los subalternos a partir de la temporada de 1961.
Pasaron algunos años antes de que irrumpiera una nueva generación: la de los Vázquez Silva, hijos del gran Pepe Luis Vázquez Garcés. Rafael y Juan Antonio llegaron a debutar con picadores. También se presentó en público Ignacio, farmacéutico de profesión, pero un doloroso percance -que le costó la visión de un ojo- frustró su incipiente carrera taurina.
Manuel también hizo algún escarceo pero fue Pepe Luis el único que levantó el vuelo. Su tío Manolo, reaparecido para la ocasión, le dio la alternativa en Sevilla en el 81. Pepe Luis volvió vestirse de luces durante 2017 logrando uno de los mayores éxitos de su carrera en el Corpus granadino. Volverá a hacerlo este mismo sábado.
Ha habido un último salto. Otro Pepe Luis Vázquez, nieto del llamado Sócrates de San Bernardo, llegó a presentarse en público en 2013 –alternando con Gonzalo, nieto de Antonio Bienvenida- aunque ahora enfoca su vida por los terrenos del periodismo.
Pero es su primo segundo, Manuel Vázquez Rodríguez-Toajas el último brote de este árbol frondoso. Es hijo de Manuel Vázquez Gago; nieto de Manolo Vázquez Garcés y Andrés Gago; sobrino nieto de Pepe Luis Vázquez Garcés; biznieto del señor José, y tataranieto de aquel banderillero olvidado que fundó esta frondosa saga taurina. Este sábado debuta con picadores.