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Ruiz Miguel y los hermanos Miura junto al moderador del acto, el periodista Emilio Trigo.
Ruiz Miguel, el Léon de la Isla, puede soplar las cincuenta velas que alumbran un hecho histórico: la concesión del último rabo que ha paseado un matador de toros en la plaza de la Maestranza. Se lo cortó a un toro de Miura llamado ‘Gallero’ el 25 de abril de 1971. Era la primera vez que se enfrentaba a la mítica ganadería de Lora del Río que, desde entonces, marcó a fuego su carrera. Aula Taurina ha querido reconocer aquel hecho histórico volviendo a reunir a sus protagonistas. De un lado, el propio Ruiz Miguel y por otro, los actuales responsables de la ganadería, los hermanos Antonio y Eduardo Miura bajo la moderación del informador taurino Emilio Trigo.
Fue en la segunda jornada de la XX edición de su ciclo anual de ‘Lecciones Magistrales’ que organiza esta asociación de profesores de enseñanzas medias, patrocina la Real Maestranza de Caballería y se celebra en el Salón de Carteles de la propia plaza de toros de Sevilla. Se trataba de repasar la trayectoria en los ruedos del diestro ‘cañaílla’ pero, especialmente, de evocar aquel 25 de abril en el que Paco Ruiz Miguel encaraba su segundo año de alternativa y llegó a la corrida de Miura por la vía de la sustitución, supliendo a Limeño.
“Era la primera vez que toreaba ese hierro y ese triunfo me abrió las puertas de la profesión”, evocó Ruiz Miguel dando un repaso a sus comienzos, empezando por el día que se tiró de espontáneo en un novillo de ‘Paquirri’ durante un festival celebrado en la antigua plaza de Cádiz. Aquel suceso motivó que en cuatro festejos posteriores se anunciara con el nombre de Paquito Ruiz ‘El Espontáneo”. Ruiz Miguel ahondó en su estrecha relación con el gran torero de la Isla de San Fernando, Rafael Ortega, su definitivo maestro. “Me enseñó a realizar la suerte suprema y me recomendó que no le mirara el hierro a los toros de Miura”, evocó el torero.
Pero la charla acabó centrándose en su gran triunfo de Sevilla en 1971. “Me cambió la vida”, rememoró Paco Ruiz Miguel. A raíz de aquello llegaron los triunfos y su encuentro con quien sería su segundo apoderado y un hombre fundamental en su vida: Pepe Luis Segura. Antes, lo había apoderado Paco Ortega. Así se forjó la vida de un luchador que llegó a lidiar “100 corridas de Miura, 89 de Victorino Martín, 39 de Pablo Romero, y 50 de Murteira Grave” según el propio testimonio del matador que puede presumir de haber estoqueado los hierros más encastados y duros del campo bravo.
“Le decía al miedo en el hotel: ya vendré a recogerte quédate aquí; no te vengas conmigo a la plaza” narró Ruiz Miguel. “Yo competía conmigo mismo, no rivalizaba con nadie puesto que yo era mi gran rival; además me creé una propia tauromaquia para sobrevivir a las corridas duras”, confesó el matador que contó con el testimonio de los hermanos Miura que “elogiaron “la capacidad lidiadora” del torero de San Fernando, y rindieron su particular homenaje a su apoderado de siempre, el célebre Pepe Luis Segura. Fue el hombre que “se peleó con las empresas para poner a Ruiz Miguel en el lugar que le correspondía”, explicaron.
La charla se completó con la proyección de un documental sobre la vida del torero. El próximo lunes, día 20 de diciembre y a las 19:00 horas, finalizarán las XX Lecciones Magistrales de Aula Taurina con un homenaje a Pepe Luis Vázquez Garcés al cumplirse el centenario de su nacimiento con la participación del catedrático, escritor y crítico Andrés Amorós y el periodista sevillano Carlos Crivell.