Ramón Valencia: «Sólo hemos llegado a sumar poco más de 160 abonados»

El gerente de la empresa Pagés ha analizado la actual situación social, política y económica que está lastrando el negocio taurino

20 jun 2016 / 23:26 h - Actualizado: 20 jun 2016 / 23:26 h.
"Real Maestranza","Empresa Pagés"
  • El empresario del coso del Baratillo compareció ante los medios en el Salón de los Carteles. / José Luis Montero
    El empresario del coso del Baratillo compareció ante los medios en el Salón de los Carteles. / José Luis Montero

sevilla

{La presentación de los carteles del ciclo veraniego de noveles volvió a convertirse en un alto en el camino. Ramón Valencia hizo balance del grueso de la temporada que ya ha quedado atrás pero, sobre todo, trazó un detallado análisis del panorama socioeconómico en el que se mueve hoy la fiesta de los toros desde la atalaya de la plaza de la Maestranza.

El reciente festejo del Corpus –que acarteló a Aguado, Serna y Cadaval– sirvió de punto de partida para afirmar que, más allá de la apariencia, no había en la plaza más allá de 5.000 personas. «Tenían que haber sido tres cuartos de verdad» afirmó el empresario del coso del Baratillo reconociendo que se está yendo «contra natura». En esa línea, afirmó, «hay que buscar otras fechas y otras alternativas y el año que viene pensaremos, al menos para el mes de junio, colocar alguna novilladas en horario nocturno».

En cualquier caso, Ramón Valencia descartó sumar más festejos fuera de la Feria de Abril por falta de asistencia e inviabilidad económica. El gerente de la empresa Pagés sostiene que el grueso de la temporada, en la tesitura actual, sólo puede vertebrarse en torno al ciclo ferial. «Sevilla merece una feria importante», insistió Valencia. «Si no son quince festejos serán trece pero no podemos quedarnos reducidos a una semana de toros aunque a lo mejor es lo que aconseja económicamente la realidad de la ciudad pero hay que sobreponerse a todo eso para intentar que Sevilla siga siendo Sevilla», precisó antes de recordar las cifras en las que se ha movido la última Feria de Abril que, pese a la reconciliación con las primeras figuras, no consiguió revitalizar ese abono que ya estaba en caída libre desde un lustro antes. «La ilusión de esta empresa era sumar más abonados y no ha sido así. Hablamos de ciento sesenta y pico. Las expectativas era haber alcanzado la cifra de 4000 o 4500 abonados y nos hemos quedado en 2.500», reconoció el empresario invocando el altísimo presupuesto económico del ciclo abrileño. Valencia se muestra realista: «Las posibilidades económicas son las que son y la gente se ha vuelto más selectiva; escoge los cuatro o seis festejos que más le gustan».

Los resultados económicos de la Feria de Abril le sirvieron para trazar comparaciones con el mapa taurino español. El gerente de la empresa Pagés advirtió que «el sostén del toro es Sevilla, Madrid o Bilbao y cuando realmente estén llenas de verdad esas plazas el resto aflorará solo pero es algo que no está ocurriendo». En esa línea aludió, sin nombrarlo, a esas plazas sacudidas por el efímero efecto José Tomás. «Hay ciclos de dos o tres tardes nada más, como en Alicante, San Sebastián o Huelva pero eso no mide nada. Ése no es el sostén del mundo del toro». Valencia también aludió a la irrupción de nuevas figuras juveniles. La propia empresa Pagés participa en el apoderamiento del joven valor peruano Andrés Roca Rey, un torero emergente que ha salido revalorizado de San Isidro. Ese refrescamiento de los carteles también ha supuesto un alivio económico de las empresas que sólo podían barajar la unión de tres vacas sagradas para rematar un cartel. Finalmente, el responsable de la plaza de la Maestranza se refirió al inminente fielato de las urnas: «No somos de la simpatía de algunos partidos pero si el país va bien lo demás también irá bien». ~

La presentación de los carteles del ciclo veraniego de noveles volvió a convertirse en un alto en el camino. Ramón Valencia hizo balance del grueso de la temporada que ya ha quedado atrás pero, sobre todo, trazó un detallado análisis del panorama socioeconómico en el que se mueve hoy la fiesta de los toros desde la atalaya de la plaza de la Maestranza.

El reciente festejo del Corpus –que acarteló a Aguado, Serna y Cadaval– sirvió de punto de partida para afirmar que, más allá de la apariencia, no había en la plaza más allá de 5.000 personas. «Tenían que haber sido tres cuartos de verdad» afirmó el empresario del coso del Baratillo reconociendo que se está yendo «contra natura». En esa línea, afirmó, «hay que buscar otras fechas y otras alternativas y el año que viene pensaremos, al menos para el mes de junio, colocar alguna novilladas en horario nocturno».

En cualquier caso, Ramón Valencia descartó sumar más festejos fuera de la Feria de Abril por falta de asistencia e inviabilidad económica. El gerente de la empresa Pagés sostiene que el grueso de la temporada, en la tesitura actual, sólo puede vertebrarse en torno al ciclo ferial. «Sevilla merece una feria importante», insistió Valencia. «Si no son quince festejos serán trece pero no podemos quedarnos reducidos a una semana de toros aunque a lo mejor es lo que aconseja económicamente la realidad de la ciudad pero hay que sobreponerse a todo eso para intentar que Sevilla siga siendo Sevilla», precisó antes de recordar las cifras en las que se ha movido la última Feria de Abril que, pese a la reconciliación con las primeras figuras, no consiguió revitalizar ese abono que ya estaba en caída libre desde un lustro antes. «La ilusión de esta empresa era sumar más abonados y no ha sido así. Hablamos de ciento sesenta y pico. Las expectativas era haber alcanzado la cifra de 4000 o 4500 abonados y nos hemos quedado en 2.500», reconoció el empresario invocando el altísimo presupuesto económico del ciclo abrileño. Valencia se muestra realista: «Las posibilidades económicas son las que son y la gente se ha vuelto más selectiva; escoge los cuatro o seis festejos que más le gustan».

Los resultados económicos de la Feria de Abril le sirvieron para trazar comparaciones con el mapa taurino español. El gerente de la empresa Pagés advirtió que «el sostén del toro es Sevilla, Madrid o Bilbao y cuando realmente estén llenas de verdad esas plazas el resto aflorará solo pero es algo que no está ocurriendo». En esa línea aludió, sin nombrarlo, a esas plazas sacudidas por el efímero efecto José Tomás. «Hay ciclos de dos o tres tardes nada más, como en Alicante, San Sebastián o Huelva pero eso no mide nada. Ése no es el sostén del mundo del toro». Valencia también aludió a la irrupción de nuevas figuras juveniles. La propia empresa Pagés participa en el apoderamiento del joven valor peruano Andrés Roca Rey, un torero emergente que ha salido revalorizado de San Isidro. Ese refrescamiento de los carteles también ha supuesto un alivio económico de las empresas que sólo podían barajar la unión de tres vacas sagradas para rematar un cartel. Finalmente, el responsable de la plaza de la Maestranza se refirió al inminente fielato de las urnas: «No somos de la simpatía de algunos partidos pero si el país va bien lo demás también irá bien».